Nuestro Top 40 del 2009

Parece que se acaba el año (yo sigo buscando desesperadamente mis meses de octubre y noviembre: si alguien los ha visto, que avise) y toca hacer las listas de costumbre de fin de año (también cerramos década, pero con eso no me voy a atrever).

De la mía, poco que decir:

La lista la encabezan The Go! Team, Mogwai, The Rolling Stones, Calexico y Ratatat
Pocas cosas '2009'...

Al fin y al cabo, la mantiene last.fm desde hace unos cuantos años… Pero este año voy a destacar la nuestra, la del medio millón de usuarios que tiene el servicio: Last.fm’s Best of 2009. Me quedo con ella porque creo que destaca muchos de los aspectos que hacen que me gusten tanto tanto last como la filosofía de la web 2.0: efecto red, filosofía abierta, ‘data inside’, personalización…

La página de Laroux en el Top 40 indica que comenzó a 'pegar' entre el invierno y la primavera pasados, que 'lo rompió' a principios de verano y que se mantiene desde entonces. También indica que yo no llegué muy tarde y comencé a escucharla relativamente pronto
Por una vez, no llegué muy tarde...

Y es que juntar la agregación de todos los datos con la de tus datos hace que todo ‘top 40’ se conviera en tu ‘top 40’. Y eso… mola (incluso cuando te recuerdan que sí, que has oído una de Kelly Clarkson en el último año).

Ahora mismo aún falta publicar la parte de la lista que va del 10 al 1 (imagino que lo harán esta tarde y me pillarán en un avión, esloquetiene…), pero no dejéis de visitar el Last.fm’s Best of 2009.

(Para los interesados en «listas de la década», la opción ‘generalista’ sería The Noughtie List: the 2000s in Review y la ‘musical’ Best of the Decade (2000-2009) Online Music Lists

El traductor «social» de Google

Captura de pantalla de un sitio traducido del ruso al inglés con el traductor de Google. Ofrece la posibilidad de sugerir una mejor traducción
Algo me dice que гигабайтом debería ser gigabyte...

Igual existe desde hace eones [seis meses seguro que sí, según demuestra una búsqueda rápida en Google], pero yo lo he descubierto hoy y aún estoy intentando cerrar la boca. Por aquellas cosas de la vida, he acabado, siguiendo un enlace, en una página traducida del ruso al inglés con Google Translate y mi sorpresa ha sido positiva y enorme, a partes iguales, al pasar el ratón por encima del texto y ver cómo aparecía el texto original en ruso… y se me ofrecía la posibilidad de sugerir una mejor traducción (y sin saber una palabra de ruso, estoy convencido de que гигабайтом y гигабайтным son gigabyte y su plural, al menos, lo cual no dice mucho de la calidad de las traducciones automáticas, a pesar de que los resultados sean, en este caso, bastante creíbles y mucho mejores que el original y su alfabeto cirílico).

Interesante…

El tablet de TechCrunch…

El tablet que pretende montar Michael Arrington, de TechCrunch
El tablet que pretende montar Michael Arrington, de TechCrunch

Interesante, cuando menos, el experimento que propone Michael Arrington desde TechCrunch: llevar a la realidad un prototipo de «ultraportátil barato» más «tablet». La idea, en principio, parece tan atractiva (una tableta barata que corra Firefox sobre Linux principalmente, con 512 megas de RAM y 4 gigas de Flash) como factible sobre el papel (se trata, al fin y al cabo, de recortar aún más la lista de especificaciones del Asus Eee y familia), aunque de la facilidad de llevar algo así al mercado solo podremos hablar dentro de unas semanas.

Interesante, sobre todo, porque, de llevarse a cabo, sería un exitazo de diseño «doscero» lanzado tan fuera del sistema convencional como es posible (esto es, no mucho, que hay que pasar por todos los fabricantes habituales) y demostraría el poder de un blogger como Arrington (digo yo que en la maniobra también tiene una notable importancia el marketing, porque dicen los rumores que se está cocinando la venta de la red de TechCrunch a alguna gran empresa de comunicación y un éxito, aunque parcial, no haría más que encarecer el precio de la operación) y de la comunidad formada alrededor de uno de los blogs de referencia del planeta (los números de Feedburner lo colocan en más de ochocientos mil suscriptores, que se dice pronto, y la entrada-anuncio ha llegado al ‘popular’ de delicious en cuestión de segundos).

El modelo del «crowdsourcing», además, está en juego. Seguiremos informando (y si sale la cosa adelante, vayan apuntándonos en la lista de compradores).

La Britannica se pasa al wiki

No del todo, naturalmente, pero mucho, tal y como cuentan ellos mismos. Si no puedes vencer a tu enemigo… adopta sus métodos. Y es que en breve Britannica va a evolucionar y dar más relevancia a los usuarios. Por un lado está la red de expertos que siempre ha contribuido (y casi siempre de manera desinteresada) a la elaboración de la enciclopedia, a los que ahora se reconocerá dándoles un «hogar virtual» dentro del sitio desde el que promocionarse (ya tocaba, por otro lado) y colocar sus propios contenidos. Los usuarios «de a pie», por su lado, también podrán contribuir contenidos, en forma de «artículos, ensayos y presentaciones multimedia». El contenido será accesible para todo el mundo, pero sin el sello de certificación ?Britannica Checked?. Si los contenidos se incorporan al corpus de contenidos oficiales, se reconocerá la aportación en los créditos. La beta del nuevo servicio ya está disponible, si alguien quiere apuntarse. Ahora falta que les imiten los de la Espasa…

Uno se huele (mucho, muchísimo) que se trata más de una rendición que de un paso adelante tomado sin presiones pero, aún así, es un buen paso, digno de felicitación.

Vía.

Crowdsourcing the map

Interesante la última idea de Google: conscientes de que algunas direcciones de Google Maps no están en sus sitio, le han añadido a sus mapas (desafortunadamente, sólo para Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda) la capacidad de mover direcciones: buscas algo en el mapa y, si no está donde debería, haces click en ‘edit’ y te llevas la flecha al sitio que toca. A ver cuándo se lo añaden a los mapas españoles: prometo que el edificio en que trabajo cruzará la Gran Vía para llegar a donde le corresponde…

Y mientras tanto, dos apuntes:

  • Si Google puede confiar en unos cuantos millones de usuarios y dejarles tocar sus mapas, ¿por qué no podrían hacerlo muchas otras compañías e instituciones? Entre otras cosas, es un buen sistema para corregir errores de manera barata.
  • Como siempre, habrá vandalismo. Y el secreto está en anticiparlo y establecer sistemas flexibles ero robustos: si una dirección se ha movido recientemente, el sistema nos avisará de ello y nos dará la oportunidad de ver dónde estaba antes la flechita.

Esperemos que el experimento salga bien…