La Ciudad que Nunca Existió

Una recomendación para los que estéis en Barcelona: La Ciudad que Nunca Existió, en la Casa de la Caritat. Desde el audiovisual de la entrada hasta la salida, no tiene desperdicio, como la mayoría de exposiciones del CCCB que he visto hasta ahora, que no son tantas como desearía. Aparte del talento indiscutible de la gente que hay detrás (y el trabajo intenso: hay obras de procedencias muy diversas), no puedo dejar de pensar que la estructura (y la magia) del lugar ayudan lo suyo.

Especialmente brillantes me han parecido el uso de la luz y la música, y la señalización utilizada (excepto en el texto de la entrada, de un blanco sobre negro que le ha jugado una mala pasada a mi vista).

Y también me ha llamado la atención la capacidad de combinar épocas y medios muy dispares sin ninguna brusquedad.

Nada más entrar impresionan, al menos al lego en la materia, el dominio de la perspectiva de los romanos del siglo I dC y la ¿escultura? ‘La Ciutat’, de Miquel Navarro.

Después están unos acrílicos de José Manuel Ballester, o ‘Un hombre arrodillado ante una mujer en el patio de un palacio renacentista’, de Hendrick Van Steenwijk el Joven, Pintura i representació, de Perejaume y un pintor del XVII llamado Francisco Gutiérrez.

Sólo hasta el 1 de febrero.

Un comentario en “La Ciudad que Nunca Existió”

  1. Ummm, pues en mi opinión el montaje está entre flojo y MUY flojo. reconozco que hay poca gente que opine como yo y que a la mayoría le ha gustado. Para mi le ha faltado poesía el conjunto y, sobretodo, un hilo conductor fuera de las obras, es de cir, explícito, que añada algo cohesionador a la exposición.

    Eso si, la «escultura» (César dixit) genial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *