Volvemos a la normalidad (Dos detalles de una migración traumática)

…o como mínimo eso parece.

Lo primero es lo primero: el proxycaché de Telefónica es una basura. Hala. Ya lo he dicho y me he quedado tranquilo. Volveremos sobre eso más tarde.

En principio, llevarse un blog (o cualquier página) de un servidor a otro no es demasiado complicado. Los pasos son sencillos.

  1. Bajas todos los archivos del viejo ‘hosting’, guardas una copia de seguridad, los subes al nuevo.
  2. Haces una copia de la(s) base(s) de datos, y la(s) subes al nuevo hosting.
  3. Buscas los archivos que hagan referencia a las bases de datos y cambias las configuraciones correspondientes (a menos que te estés moviendo entre dos servidores que coloquen las bases de datos en ‘localhost’).
  4. Le dices a los servidores de nombres del mundo que, a partir de ya, tu blog (o lo que sea) vive en un servidor nuevo.
  5. Esperas que los cambios se propaguen por los DNS, y descorchas botella de cava (o champán, o mosto, o lo que corresponda).

¿Dificultades?

  1. Los juegos de carácteres. Si mueves una base de datos de un servidor a otro, más vale que te asegures que los dos hablan el mismo idioma. ISO Latin 1, UTF-8, o lo que sea. Pero el mismo a los dos lados. Qué bien tiene que estar ser anglosajón y no usar tildes ni carácteres extraños…
  2. Ojo a los detalles, sobre todo si tienes bases de datos que pesen. A partir de 10 megas, las bases de datos para MySQL pesan, y se le atragantan a los servidores. La base de datos de un blog difícilmente pesará eso (la tabla de entradas de otro blog más, por ejemplo, ahora mismo está en un par de megas, y este es un blog con bastante movimiento). Pero si llevas unas estadísticas propias, los registros se pueden ir fácilmente muy por encima de esas cifras. Y eso provoca errores. Primero de la máquina, que no puede con los archivos que intentas enchufarle. Y después, del que suscribe, que al intentar dividirlo todo en cachitos digeribles… se olvidó de la tabla de usuarios. Una tablita pequeña y sin importancia…
  3. Ojo con intentar hacer ‘mirrors’ (si uno usa WordPress)… Resulta ser que mi idea era aprovechar la migración para adecentar un poco la estructura interna de archivos, que cada vez merecía menos el nombre de estructura… Aprovechando que al comprar el hosting nuevo me habían regalado un registro de dominio, había decidido meter el blog en corcoles.org/obm, redirigir allí obm.corcoles.org, y decirle al servidor que corcoles.net debía ser un mirror de corcoles.org. De esta forma, además de hacer limpieza, me daba la posibilidad de instalarlo todo en el dominio .org, hacer las pruebas necesarias, y asegurarme de que todo funcionaba correctamente antes de cambiar el .net de sitio. Mala idea, porque si instalas un blog (al menos WordPress) en un dominio, pero le dices que está en otro, el pobre blog se vuelve un poco desconfiado, y no te deja hacer nada (con toda la razón del mundo, por otro lado). O sea que, mi gozo en pozo, y todo queda con la misma [falta de] estructura que tenía antes.
  4. Ojo a los plug-ins. En la configuración de WordPress hay una opción ‘Directorio de destino’ que le dice a WordPress donde están los archivos en el servidor, con referencia a la estructura global. En principio, no hace falta cambiarlo. Pero si tienes un plug-in de compresión de CSS (como el que tenía esta casa hasta hace un rato) que usa ese dato, y el dato que tenías en el hosting viejo, curiosamente, no chuta con el nuevo (quién lo iba a decir), resulta ser que te quedas sin CSS. Y ese es el motivo que este blog se haya quedado unas dieciocho horas sin ningún tipo de estilo.
  5. Dieciocho horas. ¿Cómo que dieciocho horas? Pues resulta ser que mi ADSL es de Telefónica, y por tanto vivo detrás de un proxycaché. Que quiere decir que mientras el resto del mundo veía el blog albergado en su casa nueva, yo lo veía en la vieja, y resulta complicado arreglar algo cuando para acceder al blog tienes que pasar por un CGI-proxy, que se carga todas las URLs, y no sabes muy bien qué pasa… Y la cuestión es que al final me he rendido y me he ido a otro ordenador (sin proxycaché) para arreglarlo, y me informan que en mi ordenador particular aun se ve el viejo hosting… Bravo por Telefónica (nótese el sarcasmo).

En fin, que al fin y al cabo aquí no ha pasado nada, pero que espero no cambiar de hosting en mucho tiempo, y cambiar de proveedor de acceso a internet a medio o corto plazo.

6 opiniones en “Volvemos a la normalidad (Dos detalles de una migración traumática)”

  1. Slo comentar que un servidor hizo el mismo cambio de servidor (del mismo servidor origen al mismo servidor destino) de su blog WordPress (Badalona bitcola) sin ningn problema (miento, con un pequeo problema por la codificacin de caracteres que gracias a Csar solucion en un momento). Pero:
    1.- Mi conexin ADSL no usa proxycache y por tanto el cambio de DNS fue mucho ms rpido (menos de 8 horas).
    2.- Mi base de datos es ms pequea y no tuve que dividir nada.
    3.- No uso el plugin de compresin de CSS (y la verdad, Csar, vale la pena?)

    En fin, que en realidad si la empresa donde has comprado el dominio, te permite cambiar los dns con facilidad, el cambio de hosting no conlleva (o no debera conllevar) ningn problema… Especialmente si no tienes por en medio el proxycach de Telefnica…

  2. Dira que slo se han perdido los comentarios de la ltima entrada en el viejo hosting (Nos vamos de excursin), que no me he trado al nuevo…

  3. Anda que si me tocara a mi tener que desfacer tamao entuerto…

    Felicidades por la operacin.

    Ahora me toca tocar las narices, valga la rebuzanancia: una alternativa a telefnica? fiable? cul?

  4. A m me han contado cosas buenas de Ya y de Wanadoo. Y si cuando me toque no me decido por Wanadoo, creo que podra probar Jazztel, ms que nada por divorciarme del topo de Telefnica. Dice la web de Jazztel que a lo largo de diciembre estar en su cobertura… No es ms mucho barato que Wanadoo: pagas 30 por el ADSL y las llamadas, pero 13 por la lnea (ms el IVA), mientras que con Wanadoo ahora mismo la cosa est en 42 (ms IVA) y el impuesto revolucionario de Telefnica. Pero lo de divorciarse del monopolio tiene su atractivo…

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