Actualidad de las publicaciones académicas

Un buen amigo me manda un artículo para leer:Shaping the Web: Why the Politics of Search Engines Matter, que como se puede adivinar por el título, se cuestiona si el diseño de los motores de búsqueda es relevante o no sobre la percepción que el usuario/navegante tiene de Internet. Dicho de otro modo: ¿es el diseño «neutro»? en caso que no lo sea, ¿qué Internet (sesgada) nos está mostrando realmente un determinado buscador?

El artículo es bastante interesante, pero lo mejor no es lo que dice, sino lo que no dice, a saber:

  • el artículo se mandó a The Information Society el 17 de Julio de 1997, con lo que calculo que se escribió alrededor de Mayo-Junio de 1997, siendo muy optimista (lo más probable es que empezaran mucho antes, casi a la vuelta de Reyes)
  • se aceptó el 24 de Noviembre de 1998
  • y terminó por publicarse en el 3r número del vol.16 de 2000, así que calculo que la fecha de publicación exacta debió ser alrededor de Julio de 2000 (inicio del tercer cuatrimestre del año)

Es decir, desde que se escribió hasta que se publicó pasaron nada más ni nada menos que 3 años enteritos. O más.

Pero ahí no queda la cosa. El artículo en cuestión trata el tema de los buscadores. En 1997, Larry Page y Google aparecen como un «interesante proyecto en el ámbito de los buscadores» (la cita no es ni literal ni nada que se le parezca). Para cuando el artículo fue publicado (verano de 2000) Google estaba ya machacando la competencia gracias a su revolucionario sistema de búsquedas. De hecho, ese mismo año Google sacó la Google Toolbar y los AdWords, hacía más de 100 millones de búsquedas diarias y se convirtió en el motor de búsqueda detrás de Yahoo!

Efectivamente, todo eso no aparece en el artículo, que vivía unas vacaciones pagadas en el limbo de los artículos. Después de esperar 3 años a que saquen tu artículo, resulta que cuando al fin van y lo publican no vale ni la mitad. Hay que reconocer (y agradecer a los autores) que el análisis y las hipótesis son/eran tan robustas que, en cierta medida, siguen siendo bastante válidas, sobretodo para los buscadores que no van por directorio sino por robots indexadores. Pero no deja de tener su guasa que la historia le haya dado la vuelta como un calcetín a tu objeto de investigación mientras las páginas tomaban, lentamente, forma.

A lo mejor el libertinaje (mil comillas, por favor) de la autopublicación (por ejemplo, vía blogs) no es de lo más riguroso, por perder la famosa revisión entre pares, pero igual a los sres. Introna y Nissenbaum no les hubiese ido nada mal publicar un preprint. De hecho, así lo hicieron, aquí, pero la fecha de creación del PDF (2000) me hace sospechar que más que un preprint se trató de hacerle la pinza a los editores del journal.

NOTA: veréis que en la bibliografía del artículo hay referencias hasta 1999. Entiendo que eso se añadió después, en el proceso de revisión del artículo: «pequeñas modificaciones sí, pero nada de cambios gordos, ¿eh?». Y Google dando guerra. En fin.

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