Interesante, cuando menos, la idea de Pinger, bajo el lema «mensajes móviles que hablan»…
El caso que proponen se parece a lo siguiente: «supongamos que tienes que dar el mismo mensaje a una docena de personas»… Las alternativas, ahora mismo, son llamar a todo el mundo y repetir el mensaje hasta el aburrimiento o escribir un SMS y enviarlo a todos los interesados. Con Pinger la propuesta es: llamas a un número (en el caso de España, un fijo madrileño: el 911.87.66.79), indicas los destinatarios y grabas el mensaje. A partir de ahí, Pinger envía un mensaje de texto notificando el «recado» a cada uno de los destinatarios (que, por tanto, tienen que ser números móviles), que cuando lo deseen pueden llamar a ese mismo número (o el que corresponda a su país, que están funcionando en 20, la inmensa mayoría en Europa y, al menos de momento, sin incluir ningún otro país de habla hispana) y escuchar el mensaje.
El modelo de negocio, imagino, es el mismo que el de la voz sobre IP gratuita (tratos con las operadoras) porque el servicio no lanza publicidad.
¿Ventajas? Pues no es mala idea substituir el mensaje de texto colectivo por el de voz, que al fin y al cabo una entonación vale más que 160 caracteres… Y para esas ocasiones en las que, de hecho, no quieres «hablar» sino solo comunicar un mensaje, poder acceder directamente a un contestador tiene sus ventajas. La posibilidad, además, de enviar un mensaje a un grupo distribuido por toda Europa (o Estados Unidos, Canadá y Brasil) por el precio de n llamadas locales no está mal (sobre todo si se tienen planes que incluyen llamadas a fijos)… Por otra parte, ese es también el principal inconveniente del asunto: obligar a hacer una llamada a los destinatarios para escuchar tu mensaje no es la manera más amable de comunicarse, sobre todo si se trata de mensajes informales.
En cualquier caso, una alternativa más. Queda el número añadido a la memoria del móvil.