Los acortadores de URLs son malos, t.co es el peor…

Los que estéis acostumbrados a Twitter estaréis cansados de ver que muchos de los enlaces que corren por allí tienen una cierta tendencia a ser de la forma bit.ly/algo, ow.ly/lootro, goo.gl/lodemasalla, o similares…

Los acortadores tienen un par de razones de ser:

  1. Cuando el espacio es limitado (y 140 caracteres son muy limitados), una URL como http://obm.corcoles.net/20110901/los-acortadores-de-urls-son-malos-t-co-es-el-peor, con sus 82 caracteres, es un bozal, básicamente. Si puedo dejarlo en los 18 caracteres de http://j.mp/q9pmvn, paso de disponer de 58 caracteres para el resto del tuit a más de 120. El doble. Nada desdeñable.
  2. A todos (o no, pero al menos a mí sí, y no creo que sea único :-P) nos gusta saber qué pasa con nuestros enlaces. Pero medir quién hace clic en una URL es, básicamente, imposible… a no ser que uno use un acortador (hay otros métodos, pero todos comparten la filosofía): cada vez que alguien hace clic en un enlace de bit.ly, éste se interpone muy brevemente entre el usuario y su destino (del orden de 1 o 2 décimas de segundo) y toma nota de ese clic (y, en la medida de lo posible de otros datos ‘demográficos’, como el origen geográfico del clic). Ello me permite saber, por ejemplo, que en los últimos 30 días se han hecho unos tristes 750 clics en mis ‘enlaces bitly’.

Pero a cambio, los acortadores, como avanzaba en el título, son malos (aunque poco, en general): al interponerse entre el usuario y su destino frenan (muy poco, ciertamente) la navegación; además, añaden un posible punto de fallo extra a cada enlace: si bit.ly se cae, alguien que intente seguir mis enlaces lo va a tener más bien complicado para hacerlo. Además, suponen un riesgo añadido para el usuario: si haces clic en http://j.mp/q9pmvn no sabes dónde vas. Y eso no suele ser una buena idea (hoy en día, una web maliciosa puede hacer mucho daño). Queda el hecho de que el dominio .ly corresponde a Libia, un país en guerra y con una situación legal poco estable, y que «el» gobierno libio podría decidir mañana que el servicio de bit.ly no se ajusta a su legalidad e interrumpirlo sine die, inutilizando los muchos enlaces que he publicado usándolo. Alguien podría hackear el servicio, además, y reenviar a todo el mundo a donde le diera la real gana

A pesar de esos puntos negativos, yo, como usuario informado (no mucho, pero más que la inmensa mayoría, me temo), decido voluntariamente usarlo, después de pesar pros y contras.

¿Por qué es peor t.co, pues?

Los pecados específicos de t.co son actuar sin necesidad ni permiso y mentir. Véase este tuit, por ejemplo:

Tuit de @jimgroom, retuiteado por @brianlamb. el tuit contiene un enlace a shenandoahliterary.org
¿Enlaza eso a donde parece?

Ese tuit (el programa de la captura de pantalla es Tweetdeck, que, curiosamente, es propiedad de Twitter) sólo enlaza a shenandoahliterary.org en apariencia: de hecho, es un enlace a http://t.co/r70nSBy, que a su vez redirige a donde deberíamos llegar en primer lugar. A pesar de que Jim no quería acortar la URL, que el tuit cabía en 140 aún sin acortar (de hecho, t.co alarga algunas URLs (las j.mp, por ejemplo)), que hace unos días no habría pasado y que nadie de Twitter ha avisado a sus usuarios de que iba a pasar.

(No es Twitter la única empresa que hace esto: si buscas ‘otro blog más’ en Google y haces clic en el primer resultado, a pesar de que lo pueda parecer, estarás haciendo clic en una URL de la forma http://www.google.com/url?sa=t&source=web&cd=1&ved=0...A&url=http%3A%2F%2Fobm.corcoles.net%2F&rct=j&q=otro%20blog%20m%C3%A1s&ei=A...N&usg=A...Q&sig2=D...Tg&cad=rja, de forma que Google puede tomar nota de que has hecho clic en ese enlace después de la búsqueda, lo que les permite, por un lado, mejorar el funcionamiento del buscador y, por otro, aprender más sobre ti para poder colocarte mejor publicidad y ganar más dinero. Prácticamente igual de malo, pero al menos no han modificado un mensaje mío sin mi permiso.)

¿Un gran crimen?

Desde luego, no es lo peor que se ha hecho en la web últimamente ni de lejos (me recordaban mientras escribía esto lo de Google y la recopilación ‘accidental’ de los SSIDs de las WiFis por parte de los coches de Maps…). Pero si me parece que entorpecer la navegación y modificar mis mensajes sin mi permiso es, cuando menos, de pésima educación.

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