Mi ¿estrategia? para gestionar la información…

Este es un post que tenía yo pendiente desde hace meses, pero finalmente el anuncio de los bookmarks por parte de Twitter me ha decidido a lanzarme…


Antes de entrar en materia, algunos comentarios sobre le tema bookmarks

  • ¡Aleluya! Más vale tarde (muy muy muy tarde) que nunca.
  • Gracias, Twitter. Pero alguien me va a tener que explicar la lógica de lanzar en las apps para iOS y Android y en la web «light» (mobile.twitter.com)… pero no en la web «estándard» ni en Tweetdeck. No me cabe en la cabeza. Veremos cuánto tardan en propagar el cambio. #dedoscruzados.
  • Genial la privacidad de los bookmarks pero… ¿podríamos notificar al menos al autor del tuit que su tuit está siendo marcado como tal, sin especificar por quién? Si le pusiéramos un contador público a la cosa ya sería la bomba…
  • Una última petición. Ya tenemos bookmarks privados y «me gusta» públicos que van a desparramarse por las líneas de tiempo de nuestros seguidores. Ahora ya solo me falta un «abrazo» que le llegara al tuiteador de turno (y tuviese su propio contador)… pero que no «desparrame». #dedoscruzados

Y ahora, entremos en materia.

No sé yo hasta qué punto os será útil lo que os explicaré a continuación porque, para comenzar, a veces dudo de que la cosa me funcione a mí. Pero a fe mía que es un problema al que le he dado muchas (muchísimas) vueltas y pensar en voz alta a veces es útil, tanto para uno mismo como para los demás.

¿Cuál es mi dieta de información? Ahora mismo, mi perfil de Twitter dice que sigo 249 cuentas. Por su parte, Feedly dice que sigo 163 canales RSS (y que los diez canales que más publican se van a 6700 historias al mes; también lleva la cuenta de los canales en los que más he hecho clic en el último mes: suman 700 clics).

Captura de pantalla de Feedly. Feedly tiene modos en los que presenta las primeras líneas de texto de cada entrada sin necesidad de hacer clic
No es una estadística precisa, ya que Feedly permite leer parte de las entradas sin hacer clic, pero sirva como indicador.

Contar los tuits de mi timeline es más complicado… Un día me pongo con las bibliotecas de Twitter para R y lo cuento, pero de momento baste decir que las últimas 24 horas de mi línea de tiempo contienen bastante más de 500 tuits (y esto lo escribo un domingo por la tarde, hora valle en grado extremo). Uno, que es bastante OCD, no llega a leer todos los tuits del timeline cada día… pero casi.

Y así… ¿cómo sobrevivir a ese alud de presunta información?

Lo primero, desde luego, es disponer de buenas herramientas. Como ya he dicho, mi herramienta para leer RSS es Feedly. Uno es de los que lloró amargamente la pérdida de Google Reader (hace casi exactamente cuatro años del anuncio de su muerte, coincidencias)… pero Feedly es hoy una herramienta mucho mejor de lo que fuera Reader, que había acabado con la innovación en el campo (cosas de los monopolios, por cómodos y plácidos que resulten). Mi herramienta habitual para Twitter es Tweetdeck (sin listas: es por eso que me limito mucho antes de seguir ninguna cuenta nueva, ya que aspiro a leerlo todo cada día), pero hasta que no implementen los bookmarks me veo condenado a la versión web móvil de Twitter (oh, ignominia). Se agradecen sugerencias de mejores herramientas, pero la limitación de tener que funcionar en Windows a pantalla grande (y ser web, a poder ser) es fuerte, me temo.

Una de las grandes ventajas de Feedly es su organizador de feeds:

Muestra qué canales RSS publican más al mes y en cuáles haces más clics
En cuántas historias haces clic versus cuántas publica en canal es un buen indicador de ratio personal de señal versus ruido para cada canal

Si alguien conoce algo similar para Twitter (identificar mis seguidos más «dicharacheros», y cuánto interactúo con cada uno de ellos), que avise. Será recompensado (estoy hasta considerando hasta hacérmelo yo…).

Y esto nos lleva a la primera recomendación: poda tus fuentes como si no hubiese un mañana. ¿Cómo? Más allá de con furia, me temo que vas a tener que desarrollar tus propias estrategias. ¿Mucha paja y poca señal? Yo consideraría cortar. Y me fiaría de mi red de twitter: hay cuentas que, cuando publican algo bueno, son retuiteadas automáticamente por tu red. Si es así… ¿realmente necesitas seguirlas? Y otro consejo más: la poda se hace una vez al año. Con tu Twitter y tus RSS, mejor cada tres meses. Y si puede ser con más frecuencia, mejor.

¿Y una vez hemos podado todo lo podable? Mi estrategia es la siguiente:

  • Escanear. Tan rápido como seas capaz.
  • Descartar. El 90% de casi todo es ruido. Quizá no para esos blogs que publican muy de vez en cuando (como este ;-)). Actúa en consecuencia.
  • Leer. ¿Es interesante? ¿Tienes tiempo ahora? Pues léelo ahora. No dejes para mañana lo que…
  • Redirigir. Suena interesante, pero claramente ahora no es el momento. O no tienes tiempo. ¿Hacia dónde?
    • Considera los favoritos (de Feedly, de cualquier otro lector de RSS o de Twitter). Pero con moderación (vuelvo sobre el tema en un minuto).
    • ¿Es para leer con calma, y no es ni urgente ni imprescindible? Para eso están los Pocket e Instapaper del mundo. Personalmente, yo soy fan de Pocket. Pero para gustos, colores.
    • Para eso están tus víctimas inocentes amigos. ¿Sabes esa persona interesada en el tema que seguro que te va a agradecer que se lo envíes (y con un poco de suerte te hará un resumen y todo)? Pues eso.
    • Igual lo necesitas algún día, pero no ahora mismo. Gestor de favoritos. Otro campo en el que cada cual tiene sus preferencias. La mía, Diigo. Uses el gestor que uses, etiqueta, pero sin pasarte: ¿realmente vas a hacer una búsqueda que requiera siete etiquetas? ¿Buscas con tanta frecuencia que realmente es imprecindible que todo esté clasificado con total precisión, o vas a pasar más tiempo etiquetando que buscando?
Mis últimos favoritos en Diigo
Mis favoritos en Diigo. Si alguien quiere chafardear, es aquí

¿Y todo ese montón de cosas que se te han acumulado? Poda. Poda. Y vuelve a podar. A poder ser, semanalmente. Si se te pasa hacerlo un mes, resérvate un par de horas el sábado por la mañana. O el domingo por la tarde. O cuando te vaya bien. Pero hazlo. Y si no lo haces, asume que tu diógenes digital no tiene mucho sentido. Para podar, decide el límite de favoritos en Feedly o bookmarks Twitter a partir del cual se te va a disparar la alarma de la ansiedad (el mío es alto, diría: puedo vivir con doscientos o doscientos cincuenta favoritos en cada servicio). Comienza a bucear y pasa la tijera. De nuevo, sin piedad. No pasa nada si ayer no tuviste tiempo de leer nada y tienes quince o veinte (vale: o treinta) cosas acumuladas. ¿Pero si tienes quince cosas del miércoles de la semana pasada? Asúmelo: no las vas a leer. Duele condenar un enlace al olvido. Pero si no lo haces con la mayoría, de hecho se lo estás haciendo a todos. Es una decisión estresante, pero la alternativa es peor.

Y, finalmente, lee (o escucha, o mira, si se trata de vídeos o podcasts). Porque si no presupuestas tiempo para la lectura… ¿para qué lo estás «guardando», exactamente?

En fin, espero que a alguien le sea de utilidad.

Un comentario en “Mi ¿estrategia? para gestionar la información…”

  1. Un clásico…
    «Para eso están tus víctimas inocentes amigos. ¿Sabes esa persona interesada en el tema que seguro que te va a agradecer que se lo envíes (y con un poco de suerte te hará un resumen y todo)? Pues eso.»

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