Pop Culture, de Madeon. O el valor de la remezcla

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=G2ExVvhzfCY[/youtube]

Impresionante vídeo, ¿verdad? Y al cabo de unos segundos de verlo, casi inevitablemente, uno comienza a reconocer cosas. Porque el vídeo está montado a base de hasta 39 clips más, incluyendo cosas bastante populares, como los Black Eyed Peas, Coldplay o Lady Gaga (me permitiré comentar que no son mis clips favoritos de la mezcla :-P, y apuntar que tenéis la lista completa de fuentes yendo al vídeo en YouTube).

Una primera cuestión es que quien afirma que el que crea un mashup no hace un aporte como el que crea las obras «originales» (el entrecomillado, provocado por la serie Everything is a Remix (véase, por ejemplo, la tercera parte)) debería reconsiderar, al menos parcialmente, su postura: a veces el remezclador aporta bien poco al original (de la misma manera que a veces el creador del «original» aporta bien poco a la cultura), pero en determinados casos la remezcla es inmensamente mayor que la suma de sus partes…

La segunda cuestión, eso sí, es la de la interpretación: el que crea mashup, dice el que, con frecuencia, no sabe, hace un mero trabajo de Ctrl+C, Ctrl+V y poco más. Uno podría argumentar, para el caso de este vídeo que es cierto… tanto como el trabajo de montaje de cada uno de los vídeos que lo componen. Pero es que, además, veréis que aunque hablo de Pop Culture de Madeon; el video es de un señor llamado Torrey Meeks. Pues bien, si queréis ver cómo interpreta la música su creador, el productor francés Madeon, que la incorpora en sus sets en directo, aquí lo tenéis:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=lTx3G6h2xyA[/youtube]

Si alguien está dispuesto a defender que eso no es virtuosismo al teclado…

A veces no hace falta samplear

Gran momento musical el otro día en uno de los ‘late night shows‘ americanos, el de Jimmy Fallon: Chuck D, de Public Enemy, haciendo Fight the Power, un clásico (difícil discutirlo) del hip hop, en la tele, con unos de los reyes de la remezcla, Eclectic Method.

Lo mejor: Fight The Power es una de las canciones más famosas que ‘samplea’ el Funky Drummer, un ‘break’ de batería, extraído de la canción homónima de James Brown, obra de Clyde Stubblefield (que es, por este y otros fragmentos a la batería, muy probablemente el músico más sampleado de la historia). Pues bien: no es un sampler es el que dispara el ‘funky drummer’, sino el bueno de Clyde, en el escenario:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=_1wypLlkvZw[/youtube]

PS Ya habíamos hablado de Clyde, hace unos meses, porque necesitaba (creo que sigue necesitando :-S) un trasplante de riñón que no se podía pagar, a pesar de seguir al pie del cañon…

Mick y la efímera industria del disco

Captura de vídeo de una entrevista de la BBC a Mick Jagger
Su satánica majestad

Las cosas, obviamente, han cambiado mucho desde aquellas sesiones. ¿Qué opina de la tecnología y la música?

La tecnología y la música llevan juntas desde el principio de las grabaciones.

Hablo de internet.

Esa es tan solo una faceta de la tecnología de la música. La música se ha alineado con la tecnología desde hace mucho tiempo. El modelo de los discos y vender discos es un tema muy complejo y bastante aburrido, la verdad.

Pero su opinión es válida porque tienen un catálogo enorme, que vale mucho dinero, y llevan en el negocio mucho tiempo, por lo que tienen perspectiva.

Bueno, todo ha cambiado en los dos últimos años. Hemos pasado por un periodo en que todo el mundo se lo descargaba todo por nada y hemos pasado a un periodo gris en el que es mucho más fácil pagar por las cosas — suponiendo que tengas dinero.

¿Está bastante relajado al respecto?

Estoy bastante relajado al respecto. Pero, ¿sabes? es un cambio masivo y sí altera el hecho de que la gente no gana tanto dinero con los discos.

Pero tengo un punto de vista sobre ello — se ha ganado dinero con los discos durante muy, muy poco tiempo. Cuando los Rolling Stones comenzaron, no ganábamos nada de dinero con los discos porque las discográficas no pagaban. No pagaban a nadie.

Después hubo un pequeño periodo de 1970 a 1997 en que a la gente se le pagaba, y se le paga mucho y todo el mundo ganaba dinero. Y ahora ese periodo se ha esfumado.

Así que, si consideras la historia de la música grabada, de 1900 hasta hoy, hubo un periodo de 25 años en que los artistas se ganaron la vida muy bien, pero durante el resto del tiempo, no ha sido así.

Sir Mick Jagger, en una entrevista de mayo del año pasado para la BBC, que he descubierto vía @kamen.

Zediva. ¿Streaming de películas? Sí pero no…

Captura de pantalla del reproductor de vídeo de Zediva.com
The American

Me entero a través de Wired de la existencia de zediva.com, un servicio de alquiler de DVDs en línea que va a dar que hablar al menos de un día. Nótese que digo «alquiler de DVDs» y no «streaming de películas». Y es que hay una diferencia notable. Zediva no ha negociado los derechos de streaming de las poco más de cien películas que tienen en catálogo y que te alquilan por dos dólares (euro y medio, al cambio) durante dos semanas. Lo que ha hecho Zediva es adquirir muchos reproductores de DVD, una cantidad seguramente ingente de copias de cada uno de los títulos que ofrecen y contratar mucho, muchísimo ancho de banda, para montar un videoclub muy particular

Zediva explota la doctrina de primera venta, una limitación al copyright recogida en la legislación estadounidense desde 1908 que permite que el comprador de una obra la venda o alquile sin ningún tipo de cortapisa (parece que en Europa lo que tenemos es droit de suite, en que el artista, o el propietario de los derechos, tiene derecho a controlar transacciones posteriores). Como parece que, al menos de momento, el placeshifting no es ilegal en Estados Unidos (ahí están el SlingBox o el LocationFree de Sony, al menos), en Zediva han unido ambas cosas para montar un videoclub muy especial, en el que los DVDs no salen nunca del local, pero los clientes los ven desde cualquier lugar del mundo.

Y al decir «cualquier lugar del mundo» me refiero a que, ahora mismo, sin necesidad de ocultar el sitio del mundo en que estemos, el sistema es accesible desde España (y sí, yo también dudo bastante que esa parte del trato vaya a durar mucho). Tras el pago de un par de dólares vía Paypal para probar, seleccionamos una peli de la estantería (la de la captura de pantalla, The American) y lo metemos en el reproductor. Literalmente. Es curioso ver cómo el reproductor se salta (en la medida de lo posible) las advertencias del FBI (tan molestas e intrusivas como las de los DVDs españoles) y los trailers que suelen inundar los DVDs. Una vez saltados, tenemos la interfaz que podéis ver en la captura, para movernos por la película e, incluso, cambiar de idioma y activar subtítulos (las pelis, naturalmente, están en su inglés original pero, al menos en el caso de The American, cuenta con una pista en español (que no castellano, ojo) y subtítulos en inglés, como mínimo). El streaming, en los tres minutos escasos de experimento que llevo, no ha sido perfecto y se ha encallado una vez, pero para ser el alquiler de una peli moderadamente reciente, durante dos semanas, por un euro y medio, de momento no me voy a quejar mucho. Máxime cuando se puede comprar un abono de diez pelis por diez dólares que deja la película en unos muy aceptables 75 céntimos de euro, ahora mismo.

La parte divertida / pintoresca es cuando ‘devolvemos la película’ y, al cabo de un tiempo, la ‘volvemos a coger’. Podremos ver cómo el reproductor va saltando capítulo a capítulo por el DVD hasta llegar al punto en que estábamos…

No sé yo cuánto durará la cosa (al menos la parte en que podemos acceder al servicio desde fuera de las fronteras de Estados Unidos), pero de momento el videoclub de barrio (ese que tiene una colección limitada de éxitos garantizados) más eficiente del mundo está abierto para que lo probéis.

PS 20110806 Han durado casi cinco meses: Judge orders shutdown of DVD-streaming service Zediva.

La coherencia de la industria musical española

Ojo: corrección al final de la entrada :-S.

Captura de pantalla de la aplicación Spotify, versión Premium. Avisa que el disco El Ataque De Los Que Observaban no está disponible para reproducción en España
Vaya

Me molesta mucho que se descargue ilegalmente mi música la gente que puede hacerlo legalmente. Me molesta, pero no porque lo hagan sino porque no hemos sido capaces de hacerles entender que nuestro trabajo, igual que el de cualquier otro, sí cuesta dinero, y que hay un técnico de sonido detrás, y que hay unos estudios, que hay un fotógrafo, que hay un montón de cosas ahí, que hay un montón de tiempo y un montón de esfuerzo que, jolín, bien vale esos once euros que te digo.

Eso decía El Chojin (pronúnciese agudo y con la j a la fracesa o inglesa), en Siglo XXI, de Radio 3, en el programa del lunes que os incrusto aquí abajo (hacia el minuto 41).

(Fuente)

Sí. El mismo Chojin que está promocionando su último disco (que, por cierto, aunque el rap no sea lo mío, no está nada mal) que Spotify me dice que no me deja reproducir. Pero que, curiosamente, sí tiene en su catálogo. Porque sí está disponible… en Finlandia, Francia y Reino Unido. Y parafraseándole, a mí no me molesta no poder escuchar su disco legalmente en Spotify, sino que hemos sido incapaces de hacerle entender a la industria musical en general, y a la española en particular, que estamos en el siglo XXI por mucho que sus maneras de hacer sigan ancladas en el pasado, y que si no hacen uso pleno de las pocas maneras decentes de escuchar música legalmente en la red no me extraña lo más mínimo que sus fans se descarguen su disco, y que para amortizar todo ese tiempo y dinero que hay detrás de la producción de un disco, no le quede más remedio que darse un atracón de carretera y manta para hacerlo a base de entradas de conciertos (de las que se llevará una tajada bastante más grande El Chojin que de los once euros que vale cada disco que venda (o que dice que vale: ahora mismo en la web de la fnac está, con ‘precio oferta’ y un descuento del 11%, a 14,99 euros)). Pero que no sufra, que yo no me lo descargaré.

PS Y que conste que habrían entendido perfectamente que no le gustase, a él o a la discográfica, el modelo de negocio de Spotify y que no hubiesen subido el disco. Pero es que… está disponible en Finlandia, Francia y Reino Unido.

Corrección (17/3/2011) El disco ya está disponible en Spotify España (enlace) y, además, durante una semana, está disponible gratis en yes.fm (a cambio de registrarse, si no las hecho ya). no he dicho nada :-S.