Lo cuentan en Juriscom.net: un tribunal francés absuelve a un internauta que había bajado de internet, y puesto a disposición del público, cerca de dos mil piezas musicales. Parece ser que, según el derecho francés, no puede hablarse de piratería por la descarga de obras y que, por lo que respecta a la «puesta a disposición», no se encuentra mala fe, ya que de las 1875 obras compartidas, sólo 1212 tenían clara su situación jurídica, Kazaa no permite distinguir qué archivos tienen qué permisos, y algo sobre el reglamento francés de la remuneración de la copia privada que, después de una docena de años sin estudiar francés, no he sido capaz de entender.
Gracias, Carlos.