Si hay alguien prestando atención (¿hay alguien prestando atención?) quizá se haya fijado en que en septiembre no publicamos la entrada correspondiente al mes de septiembre (del 84) de Byte, como amenazamos… ¿Por qué? Pues, por una vez, habíamos hecho los deberes… y preferimos no entregarlos, porque no somos muy listos. Y es que Byte decidió publicar no un número, sino dos, aquel mes… y nosotros no nos habíamos dado cuenta. La cuestión es que el PC de IBM, en aquella época, era la noticia. Hasta el punto de que Byte decidió dedicarle un número especial:
Y sí, en septiembre del 84 tenía todo el sentido del mundo dedicarle un número al PC de IBM… pero en septiembre del 24 repasar el número es un aburrimiento que no pensaba yo infligir al lector de obm. Baste decir que se repasaban las características del PC XT (por 4395 dólares de la época: un 8088 a 4.77 megahercios, 256 kilobytes de RAM ampliables a los míticos 640, disquetera de 5 ¼ y 360 kilobytes y enorme disco duro de 10 megabytes (añadir un segundo disco con 10 megas más, 1395 dólares más), y BASIC en casette) y algún que otro primo suyo…
(Si queréis tener en cuenta la inflación, en Estados Unidos desde 1984 a la actualidad básicamente hay que multiplicar por tres cada precio que veáis. Intentando no marearse.)
Quizá podríamos destacar el artículo con la previsión de que IBM iba a dominar el mercado… El PC sí lo dominaría durante décadas, pero la propia IBM explica que, después de su lanzamiento en agosto de 1981, en el 82 tenían el 80% del mercado… pero que una década más tarde se contentaban con el 20%, y para 2005 habían abandonado el mercado. Hacer previsiones en tecnología es lo que tiene…
¿Más cosas? Seguirá sorprendiéndome siempre recordar cómo una revista «generalista» podía dedicarle artículos a Prolog o a una introducción al ensamblador… Me sorprende menos que le dediquen un artículo a los procesadores de textos… pero me entristece un poco que el mercado fuera más diverso entonces que ahora (y que no mencionen a WordPerfect, que ya estaba en el mercado):
Y la idea era esperar a que llegara octubre, porque el que nosotros creíamos número de octubre trataba un tema un poco más recuperable cuarenta años más tarde…
Y sí, la lectora de vista de águila se habrá fijado en que en la portada pone que es el número de septiembre… pero nosotros no nos habíamos dado cuenta. Qué le vamos a hacer.
En cualquier caso. Al lío.
La publicidad siempre da juego… Por ejemplo. ¿Quieres hacer una presentación? Pues los proyectores actuales no existen. Tenemos, eso sí, los de diapositivas, o sea que te va a tocar fotografiar la pantalla de alguna forma y hacer una diapositiva 🤯.
Polaroid eligió una publicidad bastante minimalista. El aparato, con algo más de detalle:
¡Menos de 1500 dólares! ¡Hasta 72 colores!
¿Siguiente? Pues me parece que mientras haya anuncios del Commodore 64, os vais a comer los anuncios del Commodore 64…
Cierto es que Commodore engaña (con la foto, no con el texto) y que por 215 dólares no te ibas a llevar ni la disquetera ni la impresora ni el monitor, pero también lo es que 670 por un PC Jr con 64 kilobytes de memoria, comparado con los 215 de un 64 (pongamos que 430 con la disquetera), con el software que había disponible en la época, es como para no dudarlo ni un segundo.
¿Y más allá de los anuncios? Pues alucinar un poco, por ejemplo, con que la sección de gráficos arranque con un artículo sobre fractales (muy en boga en la época)… en que se habla con el mismísimo Benoît Mandelbrot…
Si tenéis ganas de leer (encontraréis el PDF, como el resto de números de Byte, en este archivo), en la página 189 (y siguientes) encontraréis un artículo de Isaac Kerlow introduciendo lo que es la práctica del arte digital (el tal Kerlow es un personaje curioso: en el 84 estaba a punto de fundar el departamento de gráficos por ordenador del Pratt Institute, y hacía apenas unos pocos años de su estancia en Barcelona para estudiar diseño a finales de los setenta). El aparte que le dedica a la controversia del arte digital…
…contiene un fragmento que me permito destacar:
Personalmente pienso que el ordenador sigue siendo tan solo una herramienta, pero se puede iniciar un debate interesante proyectando esa frase, con la fecha, sobre una pantalla :-).
Y un poco más adelante también se encuentra una introducción a los gráficos 3D, con sus fragmentos de código ensamblador x86 para hacerlo (porque, en aquella época, estas cosas o se hacían en ensamblador o no se hacían, claro):
Y cerraremos el repaso con dos apuntes más. El primero, un recordatorio que los «smart watches» no son un invento de este siglo:
El Seiko RC-100, con sus dos filas de diez caracteres de 5×7 píxeles, sus dos kilobytes de memoria y su interfaz RS-232C, llegó mucho antes de que se acabase el siglo XX. Y por apenas cien dólares…
El segundo apunte:
El Sinclair QL, con su procesador 68008…
En fin. Que si encontramos tiempo, volvemos este mismo mes, con el número de este mes. Mantened los dedos cruzados. Y si no os fiais, siempre podeis acudir a la fuente.