Byte, septiembre del 84

Si hay alguien prestando atención (¿hay alguien prestando atención?) quizá se haya fijado en que en septiembre no publicamos la entrada correspondiente al mes de septiembre (del 84) de Byte, como amenazamos… ¿Por qué? Pues, por una vez, habíamos hecho los deberes… y preferimos no entregarlos, porque no somos muy listos. Y es que Byte decidió publicar no un número, sino dos, aquel mes… y nosotros no nos habíamos dado cuenta. La cuestión es que el PC de IBM, en aquella época, era la noticia. Hasta el punto de que Byte decidió dedicarle un número especial:

Portada de la revista Byte de septiembre de 1984, número especial dedicado a los PCs de IBM

Y sí, en septiembre del 84 tenía todo el sentido del mundo dedicarle un número al PC de IBM… pero en septiembre del 24 repasar el número es un aburrimiento que no pensaba yo infligir al lector de obm. Baste decir que se repasaban las características del PC XT (por 4395 dólares de la época: un 8088 a 4.77 megahercios, 256 kilobytes de RAM ampliables a los míticos 640, disquetera de 5 ¼ y 360 kilobytes y enorme disco duro de 10 megabytes (añadir un segundo disco con 10 megas más, 1395 dólares más), y BASIC en casette) y algún que otro primo suyo…

(Si queréis tener en cuenta la inflación, en Estados Unidos desde 1984 a la actualidad básicamente hay que multiplicar por tres cada precio que veáis. Intentando no marearse.)

Quizá podríamos destacar el artículo con la previsión de que IBM iba a dominar el mercado… El PC sí lo dominaría durante décadas, pero la propia IBM explica que, después de su lanzamiento en agosto de 1981, en el 82 tenían el 80% del mercado… pero que una década más tarde se contentaban con el 20%, y para 2005 habían abandonado el mercado. Hacer previsiones en tecnología es lo que tiene…

IBM Forecast. Market Dominance. IBM's array of follow-up products and enhancements for the PC means it is here to stay.

¿Más cosas? Seguirá sorprendiéndome siempre recordar cómo una revista «generalista» podía dedicarle artículos a Prolog o a una introducción al ensamblador… Me sorprende menos que le dediquen un artículo a los procesadores de textos… pero me entristece un poco que el mercado fuera más diverso entonces que ahora (y que no mencionen a WordPerfect, que ya estaba en el mercado):

Word Processing Revisited. A review of five new versions of familiar WP packages for the IBM PC — WordStar, Word, pfs:Write, Multimate and FinalWord

Y la idea era esperar a que llegara octubre, porque el que nosotros creíamos número de octubre trataba un tema un poco más recuperable cuarenta años más tarde…

Portada de la revista Byte de septiembre de 1984, dedicada a los gráficos por ordenador. Lo ilustra un gráfico de aspecto voluntariamente hecho por ordenador de un ordenador

Y sí, la lectora de vista de águila se habrá fijado en que en la portada pone que es el número de septiembre… pero nosotros no nos habíamos dado cuenta. Qué le vamos a hacer.

En cualquier caso. Al lío.

La publicidad siempre da juego… Por ejemplo. ¿Quieres hacer una presentación? Pues los proyectores actuales no existen. Tenemos, eso sí, los de diapositivas, o sea que te va a tocar fotografiar la pantalla de alguna forma y hacer una diapositiva 🤯.

Foto. En el fondo hay un ordenador IBM PC con un diagrama de sectores. A su lado, un dispositivo de la marca Polaroid, con el nombre de modelo Palette, al que alguien ha juntado una cámara réflex. En primer plano, una mano sostiene una diapositiva con el mismo diagrama de sectores, en colores mucho más vibrantes que los de la pantalla

Polaroid eligió una publicidad bastante minimalista. El aparato, con algo más de detalle:

Foto. Se trata de un anuncio a toda página. La foto que lo ilustra es una versión de la foto anterior de esta entrada. Se da más infromación sobre cómo Polaroid Palette, por menos de mil quinientos dólares, puede producir diapositivas de 35 milímetros en color de gráficos del IBM PC, pero también del Apple IIe o el DEC Rainbow
Imagen robada de https://www.ebay.ca/itm/143208417289

¡Menos de 1500 dólares! ¡Hasta 72 colores!

¿Siguiente? Pues me parece que mientras haya anuncios del Commodore 64, os vais a comer los anuncios del Commodore 64…

Anuncio a toda página del Commodore 64. Lo ilustran dos fotos. La primera lleva el texto "It's not how much you pay", y aparece la caja de un PC con su teclado y nada más. La segunda lleva el texto "It's how much you get" y aparece un Commodore 64 con un monitor mostrando un gráfico de tipo empresarial, una impresora y una disquetera. Debajo, un texto explica que e IBM PC tiene un precio de 669 dólares, y el Commodore 64, 215.

Cierto es que Commodore engaña (con la foto, no con el texto) y que por 215 dólares no te ibas a llevar ni la disquetera ni la impresora ni el monitor, pero también lo es que 670 por un PC Jr con 64 kilobytes de memoria, comparado con los 215 de un 64 (pongamos que 430 con la disquetera), con el software que había disponible en la época, es como para no dudarlo ni un segundo.

¿Y más allá de los anuncios? Pues alucinar un poco, por ejemplo, con que la sección de gráficos arranque con un artículo sobre fractales (muy en boga en la época)… en que se habla con el mismísimo Benoît Mandelbrot

Tres imágenes generadas por ordenador de paisajes montañosos creados usando técnicas de fractales
Creo que en la época era ilegal hablar de fractales sin poner las dichosas montañitas del clásico The Fractal Geometry of Nature
Imagen de un fractal. El pie de la imagen está a continuación en el texto.
<rant class="señorMayor">Ojo al pie de imagen. Me da a mí que si hoy en una revista de quiosco se publicara un pie con el texto «Mandelbrot dice: La homeografia más general puede escribirse como el producto de una inversión, una simetría con respecto a la recta (que es una inversión degenerada) y una rotación» habría heridos.</rant> (Aunque dudo que en la época hubiese muchos lectores a los que les quedase claro el tema, por otro lado.)
Código en AppleSoft BASIC (unas 45 líneas) para generar un fractal
Pero en la época no les preocupaba demasiado dejar heridos de todo tipo, parece ser 😬

Si tenéis ganas de leer (encontraréis el PDF, como el resto de números de Byte, en este archivo), en la página 189 (y siguientes) encontraréis un artículo de Isaac Kerlow introduciendo lo que es la práctica del arte digital (el tal Kerlow es un personaje curioso: en el 84 estaba a punto de fundar el departamento de gráficos por ordenador del Pratt Institute, y hacía apenas unos pocos años de su estancia en Barcelona para estudiar diseño a finales de los setenta). El aparte que le dedica a la controversia del arte digital…

Captura de una página de texto. El título es The Controversy Computer Art. El texto más destacable está a continuación en la entrada

…contiene un fragmento que me permito destacar:

Quizás llegará el día en que sistemas informáticos inteligentes nos den software de generación de imágenes capaz de desarrollar un estilo propio. Mientras tanto, sin embargo, el ordenador es tan solo una herramienta.

Isaac Kerlow

Personalmente pienso que el ordenador sigue siendo tan solo una herramienta, pero se puede iniciar un debate interesante proyectando esa frase, con la fecha, sobre una pantalla :-).

Y un poco más adelante también se encuentra una introducción a los gráficos 3D, con sus fragmentos de código ensamblador x86 para hacerlo (porque, en aquella época, estas cosas o se hacían en ensamblador o no se hacían, claro):

Unas 60 líneas de código ensamblador
No apto para casi ningún público 😬

Y cerraremos el repaso con dos apuntes más. El primero, un recordatorio que los «smart watches» no son un invento de este siglo:

Un reloj digital marca Seiko. ´Tiene una pantalla de dos líneas y media docena de botones.

El Seiko RC-100, con sus dos filas de diez caracteres de 5×7 píxeles, sus dos kilobytes de memoria y su interfaz RS-232C, llegó mucho antes de que se acabase el siglo XX. Y por apenas cien dólares…

El segundo apunte:

Imagen del Sinclair WL, con un presunto y paródico algoritmo de fabricación británico que tiene mucho que ver con lo que ahora llamamos vaporware

El Sinclair QL, con su procesador 68008…

En fin. Que si encontramos tiempo, volvemos este mismo mes, con el número de este mes. Mantened los dedos cruzados. Y si no os fiais, siempre podeis acudir a la fuente.

Para compartir enlaces a música y podcasts…

El problema es habitual (o al menos habitual para mí): quieres compartir un enlace a un disco, o a un podcast, pero no sabes si quien va a hacer clic usa el mismo servicio que tú, o vaya usted a saber cuál… ¿Pasas un enlace a Spotify como reproductor por defecto? ¿A Apple Podcasts si se trata de un podcast? Pues resulta que hay soluciones mejores.

Para música, odesli.co

Por un lado, tienes odesli.co, que permite crear páginas para discos, pero también para podcasts. Por ejemplo, aquí enlace para el disco Autobahn, de Kraftwerk:

Portada del disco Autobahn, de Kraftwerk. Bajo la portada hay enlaces para reproducirlo en Spotify, Pandora, Deezer, Amazon Music y otros servidios en línea, y para comprar el disco en Amazon

Antes de que os quejéis de que no salen Apple Music ni YouTube Music: odes.li, ahora mismo, busca automáticamente en Apple Music, Spotify, YouTube, YouTube Music, Pandora, Deezer, SoundCloud, Amazon Music, TIDAL, Napster, Yandex, Spinrilla, Audius, Audiomack, Boomplay y Anghami (hay unos cuantos que yo tampoco conocía) para el apartado ‘listen’, y en iTunes, Bandcamp y Amazon para el ‘buy’. Por si esto fuera poco, también busca vídeos en YouTube. Y permite eliminar los enlaces que no quieras tener, y añadir otros enlaces manualmente si hace falta. Algo me hace pensar que en el caso del disco de Kraftwerk, la búsqueda automática ha fallado por el ‘(2009 remaster)’ del título del disco…

Y, como decía, también tiene una interfaz para podcasts. Aquí, una página para Despacho 42:

La portada del podcast Despacho 42, con enlaces para escuchar en Apple, Overcast, Castbox, Pocket Casts y Google, y enlace al RSS

En este caso, en la imagen tenéis todos los servicios en los que busca Odesli: Apple, Overcast, Castbox, Pocket Casts y Google (que, como habrá imaginado el lector informado, lleva a una página que nos informa de que Google Podcasts ya no está disponible, porque Google). Y si con estos no tuvieseis suficiente, siempre os quedará…

Especializada en podcasts, episodes.fm

Puede que haya servicios que no conozca episodes.fm, pero os va a costar encontrar uno. Por ejemplo, el enlace para el episodio de sociología computacional de Despacho 42 (también se puede enlazar a una página genérica para todo el podcast) lleva a una página como

Portada del episodio de Despacho 42 dedicado a la sociología computacional. Hay enlaces a Spotify, Apple Podcasts, gPodder, Pocket Casts, Castbox, Player FM, Fountain, CurioCaster, Goodpods, Overcast y Podcast Addicts

Hay unos cuantos servicios más de los que me caben en la captura. Dieciséis, para ser exactos, con lo que se llega a ventisiete sitios diferentes. Tiene la ventaja, además, de que si haces clic una vez en Podcast Addict, por ejemplo, la próxima vez que accedas a episodes.fm te mostrará por defecto el enlace a Podcast Addict para el podcast que sea (con la opción de mostrar siempre todos los servicios, por si acaso).

Apa, esta ha sido la minientrada (mini de casi cuatrocientas palabras) de hoy…

Adpocalypses

¿Había dicho alguna vez que, si te interesa la web, el podcast de Igalia es un must? El último episodio, Adpocalypse (nótese el singular de su título, por el plural del título de esta entrada), es de escucha más que recomendable.

(No me gusta incrustar podcasts de YouTube, y menos cuando no tienen vídeo, pero no he sabido incrustar desde la entrada original —contiene transcripción, por cierto— ni de Apple Podcasts, y me niego a incrustar podcasts desde Spotify por poco que tenga otra opción.)

En fin. A lo que íbamos. El ‘adpocalypsis’ (de ‘ad’, anuncio en inglés, y apocalipsis) al que se refieren es el que se le puede estar viniendo encima al mundo de los navegadores web como potencial resultado del juicio en que se ha dictaminado que Google mantiene su monopolio en servicios generales de búsqueda y en publicidad textual en búsqueda vulnerando las leyes antitrust de los Estados Unidos. La cosa no está para nada decidida, porque, de salida, Google va a apelar todo lo apelable (vamos, que no se va a hacer nada al respecto en años) y, además, todavía no sabemos cómo decidirá el juez intentar romper ese monopolio. Pero el ‘adpocalypsis’ que anticipa ahora mismo la mayoría llegaría si el juez decidiese impedir a Google una de las prácticas que realiza ahora mismo: pagar una morterada por ser el proveedor de búsqueda por defecto en todo tipo de dispositivos y navegadores. Y es que, como resultado de la publicación del veredicto, ahora sabemos que Google pagó a Apple en 2022 la friolera de veinte mil millones de dólares por ser el primer motor de búsqueda tanto en Safari como para los resultados web que nos da Siri (con unas condiciones adicionales bastante curiosas: Apple se compromete a no trabajar en mejorar los resultados web de Siri, por ejemplo), y más de cuatrocientos a Mozilla para ser el primero de la lista en Firefox. No sabemos (o yo no lo sabido ver (tampoco es que me haya roto los cuernos buscando)) lo que paga Google a Samsung o Motorola por el mismo concepto, pero seguro que paga, y no poco.

¿Qué significa esto?

En primer lugar, que ahora mismo (y desde hace años, y durante unos cuantos más) todos los navegadores web se financian a través de la publicidad de Google. Apple defenderá todo lo que quiera que ellos son los adalides de la privacidad de sus usuarios y que Google son los malos (y desde luego Google se preocupa mucho, muchísimo menos por el tema que Apple)… pero no tiene ningún problema en enviar por defecto a sus clientes a Google cada vez que hacen una búsqueda web. Esos veinte mil millones dan de sobra para financiar la inversión de Apple en el desarrollo de Safari y Siri (¿pongamos que quinientos millones anuales?) y obtener a cambio más de diecinueve mil millones de beneficios netos (no está mal el margen, ¿no?). El beneficio neto total de Apple en 2022 fue de casi cien mil millones, o sea que básicamente el veinte por ciento de su beneficio viene de ‘los malos’. Lo que vale para Apple vale para Mozilla y Firefox: sin el dinero de Google no les quedan apenas ingresos (yo sigo siendo usuario fiel de Firefox y ahora mismo no considero otra alternativa). Edge no lleva a Google por defecto, pero a Microsoft le sale baratísimo (relativamente) ponerlo en el mercado porque se basa en Chromium, igual que todo el resto de navegadores que no se llaman Safari ni Firefox… Hay algunos locos por ahí intentando lanzar motores de navegador no basados en Chromium, pero ya veremos qué pasa con ellos, y nadie espera que haya un navegador viable no basado en Chromium antes de 2026. El navegador que usas lo financian los anuncios de Google.

Y, como resultado, el adpocalipsis (i) se llevaría por delante a Firefox (falta ver qué «ahorros» tiene acumulados Mozilla, pero en dos décadas no se les ha visto ninguna otra manera de generar ingresos) y (ii) haría un agujero considerable en el negocio de los de Cupertino (nada hace pensar que el beneficio que le genera el trato a Apple vaya a dejar de representar una parte más que notable de sus beneficios), y seguramente también en las finanzas de Samsung, como mínimo.

Apostaría un buen dinero a que Apple seguirá invirtiendo en el desarrollo de Safari aún en caso de adpocalipsis, pero también a que a Tim Cook no le gustaría nada perder todo ese dinero fácil. Apostaría aún más dinero a que la caída de Firefox sería cuestión de unos pocos telediarios, y no está el horno como para perder uno de los tres motores de navegación que tenemos.

(Uno podría argumentar que si entrase en juego el dinero de Microsoft para impulsar Bing, pero (i) no sé hasta qué punto un duopolio Google-Microsoft en búsqueda arregla absolutamente nada, y (ii) hay que ser muy optimista para pensar que Bing puede competir con Google, aun a pesar de lo que ha perdido el motor de búsqueda de Mountain View en los últimos años.)

¿Un adpocalipsis diferente?

Todo esto (chechar, te enrollas como una persiana) para llegar hasta aquí. ¿Qué podríamos hacer para luchar contra el monopolio de Google intentando romper menos cosas? Lo que viene a continuación (i) llevaba yo barruntándolo una temporada, (ii) no sé hasta qué punto sería aplicable legalmente y (iii) muy probablemente tenga problemas que ni se me han pasado por la cabeza, por muy buena idea que me parezca a mí.

Comentan Brian Kardell y Eric Meyer en el podcast que uno de los demandantes / partes perjudicadas del litigio es nada más y nada menos que el ejército de los Estados Unidos. Sí. Porque el ejército de los Estados Unidos necesita atraer personal para mantenerse… y para ello invierte un montón de dinero en publicidad (se prevé que más de mil millones el año que viene, algo así como el 0,5% de su presupuesto) y argumentan que, siendo Google un monopolio, las tarifas que pagan son artificialmente excesivas. Vamos, que no se celebran juicios antimonopolio porque sí, sino porque alguien sale perjudicado en el mercado, amigos. Y en este caso los anunciantes son los que opinan que la publicidad les sale excesivamente cara (y que eso repercute en el precio que acabamos pagando los consumidores por sus productos, sí).

¿Recordáis con nostalgia aquellos buenos viejos tiempos en que buscabais algo en Google, visitabais los resultados y era en las páginas web donde encontrabas la publicidad?

Página de resultados para la búsqueda 'máster aplicaciones web' en Google. Los cuatro primeros resultados son 'patrocinados' (esto es, anuncios), de la Universidad Europea, IEP y U-TAD y la VIU. El primer resultado orgánico apenas aparece en pantalla (y es el máster de la UOC)
Sí, uno de los motivos de incluir esta captura, y no la de ninguna otra búsqueda, es que el primer (y único) resultado orgánico que me muestra me gusta ;-). (Y sí, muy probablemente me lo muestra porque, a pesar de no estar yo loguinado en Google en el momento de hacer la búsqueda, el motor de búsquedda intuye qué es lo que yo quería ver en primer lugar.)
Página de resultados de Google para la búsqueda 'mejores smartwatch precio'. El primer resultado, que ocupa buena parte de la página, es un carrusel, de nuevo patrocinado, de enlaces a diferentes smartwatches en diferentes comercios electrónicos
Pero vaya, que no es exactamente la única búsqueda en Google que te responde antes con contenido patrocinado que con los resultados de la búsqueda…

Sí. Hubo un tiempo en que la página de resultados de Google no tenía publicidad. Las webs que decidían financiarse con publicidad (hasta este blog lo había hecho 😱) optaban por una empresa publicitaria (disclaimer: en nuestro caso, Google) que gestionaba el proceso y hacía el pago correspondiente. Y Google era una de las empresas reinas en el tema, pero tenía competencia. Y eso hacía más eficiente el mercado publicitario, lo que redundaba en el beneficio común (dice la teoría económica, más o menos).

Pero en algún momento Google se dio cuenta de que si todo el mundo buscaba en Google, igual resultaba más eficiente (para Google) ofrecer publicidad en las páginas de resultados y así dejar de compartir una parte importante del pastel con el resto de la web. Y, pasado un tiempo más, Google se dio cuenta (¡oh!) de que todo el mundo buscaba en Google, que tenía un monopolio, y que las reglas del mercado dejaban de aplicar…

Obviamente, el remedio para el problema que se me ocurre es prohibir a Google la publicidad en sus páginas de resultados, o al menos limitar seriamente las condiciones en las que puede ofrecer esos ‘slots’ de anuncios. No resolvería esto el monopolio de Google en búsqueda, pero sí (creo) en publicidad, con lo que el <ironía>pobre ejército de los Estados Unidos</ironía> podría <sarcasmo><terror>dedicar sus dineros a mejores fines</terror></sarcasmo>.

Seguramente sería imposible / inútil por algún motivo, insisto, pero me apetecía procrastinar un rato 😇.

PS Añado. Si, como parece, la página de resultados de Google Search es un fantástico hacedor de dinero, también podrías partir «Google Search» y «Google Ads» y hacer que «Google Ads» compita en igualdad de condiciones con el resto de empresas de publicidad en la web…

Byte, agosto del 84

Si el mes pasado viajamos a julio del 84, este mes también podemos repetir ejercicio y retroceder 40 años en el tiempo. Aunque, debe reconocerse, el lenguaje de programación Modula-2 no es tan llamativo en la portada como Spock…

Portada de la revista Byte de agosto de 1984. El tema de portada es Modula-2. La imagen, una especie de puzzle simulando papel de impresora, con las piezas blancas en el anverso, y que contienen código si se les da la vuelta

Modula-2, por cierto, llevaba en desarrollo desde 1978, idea del recientemente fallecido Niklaus Wirth. Igual os suena más otro de sus lenguajes: Pascal. La revista también le dedica algo de espacio a Forth-83, un lenguaje que tampoco tuvo demasiado recorrido…

Eso sí, si la portada de julio se dedicaba a los ordenadores y el vídeo, el tema seguía vivo, y Digital Research anunciaba dispositivo para conectar un Laser Disc nada más y nada menos que a un Commodore 64.

Anuncio de Digital Research. En la imagen, varios Commodore 64s mostrando imágenes de alta resolución en el monitor. Se trata de una solución que permite conectar reproductores de LaserDisc al Commodore 64 (y anuncian que en breve al IBM PC y al Apple II).

No recordamos al 64 exactamente como una «bestia multimedia», pero para la época… Lo podemos comprobar, de hecho, en el anuncio que encontramos un poco más adelante:

Anuncio del Commodore 64 que lo compara con el Atari 800XL (un poco más caro que el 64) y el Apple IIe y el PC jr de IBM, muchísimo más caros. Obviamente, los tres ordenadores de la comparativa salen escaldados en diversos factores, como el sonido, la capacidad de usar una tele como monitor o la conectividad

Y más adelante aún, la sección de libros vuelve al tema de portada, Modula-2, con libro de, claro, el mismo Wirth. El otro libro que me llama la atención es el dedicado a CP/M, el sistema operativo que podría haber sido MS-DOS en lugar de MS-DOS (no os perdáis este podcast sobre Gary Kildall, el creador de CP/M y «el hombre que podría haber sido Bill Gates).

La primera página de la sección de libros. Los libros analizados son Programming in Modula-2, de Niklaus Wirth, The Elements of Friendly Software Design, de Paul Heckel, The ABC's of Developing Software, de Shildon D. Softky, y The Programmer's CP/M Handbook, de Andy Johnson-Laird

Si seguimos avanzando, nos encontramos publicidad de uno de los clásicos del videojuego de la época, Infocom, los reyes por aquella época de la ficción interactiva. Para saber más sobre el tema, esta «historia oral» en Ars Technica

Anuncio de Infocom. Aparecen, entre otros, los tres juegos de la serie Zork.

Y un poco más adelante, para nada lo suficientemente importante como para ocupar la portada de la revista (algo que sí había hecho su tía abuela Lisa en febrero del 83)…

La sección System Review se dedica a un ordenador nuevo que igual os suena: el Macinstosh

Sí, esa «joya imperfecta» que era el primer Macintosh. El autor del artículo se declara fan de la máquina, aunque el precio (2500 dólares de la época, o unos 7500, si tenemos en cuenta la inflación) se le atraganta un poco para su CPU Motorola 68000, sus limitados y limitantes 128 kilobytes (sí, kilo) de RAM (Apple anunciaba su intención de llegar a los 512 algún día), 64 de ROM, su disquetera capaz de almacenar hasta 400 kilobytes (de nuevo, kilo, sí) por disco, y su pantalla monocroma de 9″ (el autor no sabe si el color será algo necesario en un ordenador personal, aunque comenta que el sistema en la ROM del Mac sí lo soporta color) y 512 por 342 píxels de resolución, que se «comen» 22 de los 128 kilobytes de RAM. La falta de cursores en el teclado también llama la atención del autor, por cierto, igual que la ausente tecla Control (sí lleva dos teclas Option y una Command) y la disponibilidad de un teclado numérico adicional por 99 dólares más. Y también merece apartado aparte el ratón —que aunque ya estaba disponible para el PC de IBM (a Windows todavía no se le esperaba) era muchísimo más útil aquí— y la todavía novedosa interfaz de usuario, que había nacido en el PARC de Xerox y había presentado la propia Apple en su Lisa, pero que todavía era una gran desconocida para el gran público, pero todavía era lenta en comparación con otros sistemas operativos. Para el Mac ya había software de Microsoft, por cierto, que anunciaba que su hoja de cálculo (Multiplan, Excel no llegaría hasta 1987) ya estaba disponible, y que Word llegaría en otoño, y que ambos aprovechaban la interfaz gráfica del Mac. Y si uno quiere investigar algo más sobre el diseño del Mac, en la página 347 (y siguientes) hay una entrevista con tres miembros del equipo, incluido el mítico Jef Raskin.

(También se hablaba en la revista del ultimísimo PC para consumidores de IBM, el «PCjr», con su 8088 y sus 64 kilobytes (no se ha caído ningún cero, no) de RAM por 600 dólares, pero me resulta bastante menos interesante de comentar.)

Como siempre, encontraréis los PDFs aquí y, quién sabe, igual volvemos en septiembre…

Dos móviles interesantes: Jelly Max y Bigme Hibreak

Hubo un tiempo en que la categoría «cacharritos» era la reina en Otro blog más… Hace tiempo que no, pero si en el mismo día ves dos móviles dos que te llaman la atención…

Jelly Max. El smartphone «pequeño»

El primer cacharro que se ha cruzado en mi camino viene de la mano de un Kickstarter, el del Jelly Max. Sí, los Kickstarters entrañan sus riesgos, pero este viene de la compañía Unihertz, que tiene ya un recorrido. Son, entre otros, los del Jelly Star (Amazon, enlace de afiliado), el smartphone más pequeño que recuerdas, con sus 3″ de pantalla (se te ha olvidado ya, pero el iPhone original tenía una pantalla de 3,5″), sus características técnicas más que decentes (Android 13, 8 gigas de RAM, 256 de almacenamiento, NFC) y sus casi irrisorios 210 euros de precio, en estos tiempos… (Conozco a un propietario de su versión anterior, el Jelly 2, que está encantado con él… pero también a otra persona que se lo compró para intentar curar su adicción al móvil… y volvió a su móvil habitual al cabo de unos días).

(También tienen un móvil con teclado físico QWERTY, pero mis fuentes no quedaron nada contentas con él, si no me engaña la memoria tienen cosas que decir sobre el tema.)

En cualquier caso, Unihertz parecen ser los últimos abanderados de los smartphones «pequeños». Y si los Jelly de 3″ no venden, pues ahora se atreven con el Max, y sus 5″. Hubo un tiempo en que 5″ era XXL, pero Android iba por la versión 1.6. Hoy en día, cierto es que encontrar un 5″ con especificaciones decentes es un reto, y ahí está el Max, con sus ocho cores, 5G, Android 14, batería de 4000mAh con carga rápida (66W) y alguna característica más exótica hoy, como la radio FM y un emisor de infrarrojos que lo convierten en mando a distancia universal. El precio, más que comedido: poco más de 2000 dólares de Hong Kong, que al cambio son algo menos de 250 euros (seguro que hay que sumar gastos de envío).

Bigme Hibreak. Porque la mejor pantalla para el móvil es de tinta electrónica

Y mientras le andaba yo vueltas al Jelly Max, me encuentro en YouTube con…

Good e-Reader es el blog y canal de YouTube de referencia si te interesan los cacharros de tinta electrónica. Hacía tiempo que no hablaban de móviles de tinta electrónica (compruebo, por cierto, que nunca hice reseña por aquí de mi añorado pero insuficiente Yotaphone 2)… y el Bigme Hibreak me ha llamado mucho (no ayuda que el precio de la versión blanco y negro, la que debería comprarse todo el mundo, en mi opinión) es más que razonable: 200 eurillos. El Android 11 con el que viene me tira un poco para atrás, pero va a ser difícil resistirse a la tentación. Seguiremos informando. O no.