Que levante la mano el lector habitual de otro blog más que no lleve encima habitualmente una memoria USB. Nadie a la una, nadie a las dos… Adjudicado. Hasta ahora las memorias flash no volátiles USB (llámelas usted memory stick, pen drive o lo que le apetezca) han sido el recurso más utilizado para llevar datos de un lado a otro. Pero el sueño de llevarse el software instalado en una de ellas se ha visto limitado a las aplicaciones portátiles (seguir el enlace para ver unos cuantos ejemplos)… Pues bien, ya no: leo en el Times que existen dos aplicaciones, Ceedo y PowerToGo, que permiten instalar software en una memoria y utilizarlo transparentemente en cualquier ordenador (de hecho, PowerToGo es una versión de Ceedo para dispositivos Lexar). Al enchufar la memoria con Ceedo dentro, al ordenador (Windows, me temo) le sale un ‘segundo menú Inicio’ con las aplicaciones instaladas en su interior. Todo un sueño con una memoria de uno o dos gigas y con posibilidades espectaculares con un disco duro portátil… Try-out gratuito de 30 días y 40 dólares a partir de ahí. Habrá que echarle un vistazo.