Esto del «user generated content» es bien complicado… Si los derechos de autor ya son suficientemente difíciles de entender, a pesar de los esfuerzos de gente como Creative Commons, estos no son los únicos que hay que tener en cuenta a la hora de publicar en la red: los derechos de imagen también hay que considerarlos. Como muestra, un botón: cuentan en CNet el caso de Alison Chang. Hace unos meses alguien le hizo una foto y la publicó en Flickr con una licencia CC de atribución. Esta licencia permite el uso comercial. Y resulta ser que un creativo la usó para una campaña publicitaria para una operadora móvil australiana. Como puede anticipar el avispado lector, Alison, al encontrar su imagen en unas cuantas vallas publicitarias, se llevó una sorpresa bastante considerable y, cosas de la vida, el caso está en los tribunales.
Strictu sensu, el primero que mete la pata (involuntariamente y con la mejor intención) es el fotógrafo que sube la foto de alguien a Flickr y le pone una licencia que permite su reutilización (con los fines que sea) sin más autorización. Si afinamos más, la compañía que realizó los anuncios también debería ser bastante más fina a la hora de dar el OK a contenidos obtenidos de un sitio como Flickr. Y en definitiva, la lección es que todos (Creative Commons, Flickr, el sistema educativo…) deberíamos hacer lo posible por educarnos (y educar al prójimo) sobre lo que se puede y debe hacer (o no) con los contenidos que publicamos en la red…