Interesante la última idea de Google: conscientes de que algunas direcciones de Google Maps no están en sus sitio, le han añadido a sus mapas (desafortunadamente, sólo para Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda) la capacidad de mover direcciones: buscas algo en el mapa y, si no está donde debería, haces click en ‘edit’ y te llevas la flecha al sitio que toca. A ver cuándo se lo añaden a los mapas españoles: prometo que el edificio en que trabajo cruzará la Gran Vía para llegar a donde le corresponde…
Y mientras tanto, dos apuntes:
- Si Google puede confiar en unos cuantos millones de usuarios y dejarles tocar sus mapas, ¿por qué no podrían hacerlo muchas otras compañías e instituciones? Entre otras cosas, es un buen sistema para corregir errores de manera barata.
- Como siempre, habrá vandalismo. Y el secreto está en anticiparlo y establecer sistemas flexibles ero robustos: si una dirección se ha movido recientemente, el sistema nos avisará de ello y nos dará la oportunidad de ver dónde estaba antes la flechita.
Esperemos que el experimento salga bien…