Pues sí. No creo que hay ninguna característica en la que el Energy Sistem Pro+ sea mejor que el Kindle Paperwhite que, además, ahora mismo es algo más barato (aún sin las ofertas especiales de Amazon; ambos son enlaces patrocinados, por cierto: si os compraseis uno de los cacharros siguiendo el enlace me llevaría una pequeña comisión). Y, sin embargo, el Kindle hace tiempo que está absolutamente descargado y en desuso. ¿Por qué?
El Kindle es un cacharro espectacular para hacer lo que hace, pero…
- En primer lugar, te ata al ecosistema de Amazon. Lo que no es terrible porque, al fin y al cabo, la tienda de Amazon es la que más uso para comprar libros en formato electrónico, por un lado y, por el otro, saltarse ese límite no es tan complicado, si sabes cómo.
- En segundo lugar, y esto es bastante más importante, al menos para mí, el eReader Pro es Android.
¿Y qué significa que sea Android?
- En primer lugar, es una desventaja: Energy Sistem (y Boyue, que es quien realmente fabrica el Boyue T62 que la compañía española personaliza ligeramente y distribuye como eReader Pro) no tiene la capacidad de convertir un sistema operativo que no se hizo pensando en la tinta electrónica en un rival a la altura de Amazon, que naturalmente tiene muchos más recursos y, además, tiene una tarea mucho más fácil: una única función. Y se nota. Bastante.
- Pero después, tiene la ventaja de poder correr aplicaciones. Como Pocket. O Instapaper. ¿He dicho ya que me permite usar Pocket? (Si no conocéis Pocket o Instapaper, ya tardáis en explorar el tema.) Que sí, que hay alternativas para «usar» (me faltan las comillas) Pocket en el Kindle (véase) pero son todas un parche. Y nada más que un parche. Algún día alguien me va a explicar porque los Kindles no vienen con soporte nativo para Pocket e Instapaper (es Amazon: no es que no se les haya ocurrido). Porque si bien entiendo perfectamente que un dispositivo para leer sirva exclusivamente para leer, que sólo sirva para leer libros, y no la ingente cantidad de contenido de calidad que se publica a diario en la web, me parece un error de gran calibre.
Y una vez defendido el eReader Pro por encima del Kindle… ¿cuáles son los grandes problemas del cacharrito que pondrían de los nervios a quien sea (o como mínimo a mí)?
- El primer problema es que la interfaz que le pone Boyue/Energy Sistema al cacharro es, por decirlo finamente, extremadamente espartana…
- …y, además, le pone al dispositivo una barra de menús permanente que le quita toda la gracia a los botones físicos de avance de página que tiene el cacharro, porque cada vez que saltamos una página en cualquier aplicación, esta no se da cuenta de esa barra, salta demasiado y se come una línea de texto. Y esto nos obliga a retroceder una línea de texto. Cada. Puñetero. Salto. De página. O a hacer scroll «a mano», cosa que no es lo más recomendable en un dispositivo de tinta electrónica.
Y la cosa… ¿tiene arreglo? Pues, perfecto no, pero… bastante. El «secreto» está contenido en esta página de «tricks & hacks». El proceso es relativamente sencillo:
- Nos vamos a la configuración del dispositivo y en la configuración de usuario le decimos que use (o no) los controles de volumen para pasar páginas (esto hará que los botones físicos para avanzar y retroceder página funcionen, dependiendo de aplicaciones).
- «Rooteamos» el dispositivo (ver guía). Esto nos permitirá instalarle un lanzador de aplicaciones decente al cacharro (yo soy muy fan de Nova, pero va a gustos) pero, sobre todo…
- Instalar full!screen, el programa que nos permitirá «comernos» la barra fija del cacharro y, por tanto, pasar páginas con los botones sin sufrir un ataque de nervios.
- La combinación de lanzador de aplicaciones y full!screen tiene un efecto secundario: perdemos un acceso claro a la configuración de la iluminación de la pantalla o a activar o desactivar la WiFi del dispositivo, por ejemplo. Para solucionarlo, arrastraremos a la primera pantalla del lanzador el programa «screenlight» y el «widget» con la configuración de la WiFi. Mientras estemos en ello, también el widget de full!screen, por si necesitáramos por algún motivo recuperar la barra fija.
Y… voila. Un lector electrónico sin las limitaciones del Kindle y con bastantes menos problemas que la configuración inicial del eReader Pro. ¡Que aproveche!