Hace unos días tuvo bastante eco un casi-meme sobre el tema «sí2.0, no2.0» (por ejemplo) que rezaba (los énfasis son míos) que una organización está dispuesta a saltar al dospuntocero si
- quiere expresar la voz humana de organización,
- quiere dar formas sencillas para que la gente comparta información,
- piensa en código libre — está dispuesta a compartir en progreso y dejar que los demás se unan y ayuden,
- está dispuesta a lidiar con el desorden y
- ya tiene lo básico cubierto
mientras que no lo está si
- se tiene obsesión por el control,
- la organización no está lista para cambiar las formas de trabajar,
- la audiencia no está en línea,
- todo debe aprobarlo una autoridad central,
- tu mensaje está grabado en piedra, no en electricidad y
- no se está dispuesto a ayudar a la gente a adquirir nuevas competencias.
(La traducción es un tanto sui generis, como es costumbre de esta casa.) Pues bien, Viacom (una compañía de la que ya hemos hablado dos veces en el último mes) parece más que dispuesta a convivir con el desorden y olvidarse del control para retomar la posición delantera que una vez tuvo la MTV. Anuncian (en Reuters, por ejemplo) que van a lanzar miles de sitios web para rentabilizar sus potentísimas propiedades televisivas más allá de la caja tonta. Y si para eso hay que perder el control, pues qué se le va a hacer. Seguro que harán todo lo posible por mantenerse al timón, pero Viacom es uno de los primeros grandes conglomerados mediáticos que se da cuenta que es más fácil jugar si se está del lado de la imparable corriente del doscero. Más aún que News Corp, que a pesar de haberse dejado un pastón en MySpace no parece que vaya a llevar las dinámicas del sitio web al resto de su establo de medios.