Un par de episodios de podcast

Servidor es un intenso oyente de podcasts, y dos de los que más está disfrutando últimamente (ambos descubiertos durante la pandemia) son Command Line Heroes y el Internet History Podcast. Para los interesados en la culturilla de la informática e internet, muy recomendables.

Internet History Podcast es un «monstruo» de doscientos episodios (me faltan unos cincuenta para acabar la cole (dejaremos como ejercicio para el lector calcular una cota inferior para el ritmo al que voy)) que se publicaron desde 2014 a 2019, con entrevistas a personajes relevantes de la historia de internet y la web, sobre todo, aunque también se «cuelan» algunos otros temas que, aunque algo alejados del título del podcast, no dejan de tener su interés. Se trata de entrevistas de una profundidad considerable: un episodio típico dura algo más de una hora y el presentador, Brian McCullough, hace los deberes a conciencia antes de cada entrevista (de hecho, el proyecto culminó con la edición de un libro, How The Internet Happened, que me tengo que comprar (y leer) un día de estos. Los episodios memorables son numerosos. Se habla con algunos de los fundadores y primeros ingenieros de los primeros servicios en línea, de Mosaic, Netscape, Real Networks, o Internet Explorer, con los creadores de algunos de los primeros motores de búsqueda y servidores de anuncios, con testigos de las primeras iniciativas de medios que se lanzaron a la web, de gigantes como Time o AOL (y de la fusión de ambas), de los inicios del comercio electrónico, de la música en la red (con entrevistas con el «papá» del «emepetrés» y con el desarrollador del mítico WinAmp)… No os deberíais perder la historia de «el hombre que pudo ser Bill Gates» (el creador de CP/M), tampoco, y no pararía, pero lo que me ha llevado a esta entrada es la entrevista con Don Melton, que es el primer desarrollador que contrató Apple para poner en marcha Safari. Es como escuchar una entrevista con un secundario de Halt and Catch Fire (sobre la que escribí con Cristina Fort en el blog del trabajo) y, si os interesa lo más mínimo la historia de la web, vale mucho la pena:

(Otro episodio absolutamente Halt and Catch Fire es la entrevista con Rod Canion, de Compaq… la empresa que inspiró la primera temporada de la serie.)

Command Line Heroes es mucho más pequeño (arrancó en 2018 y está a punto de llegar a los cincuenta episodios). Se trata de un formato con mucha más producción, con episodios de media horita que repasan diferentes temas que, además van variando temporada a temporada. Comenzaron con las guerras de los sistemas operativos, después llegaron unos cuantos episodios que confieso que no me llamaron mucho, pero después recuperaron mi atención con una temporada dedicada a diferentes lenguajes de programación y ahora estoy en plena cuarta temporada, dedicada a la evolución de los ordenadores, desde los mainframes a las consolas y los móviles. Y me gustaría destacar el último episodio que he escuchado, dedicado a los miniordenadores (que, si no tenéis una cierta edad, seguramente no sean lo que os podría venir a la cabeza al escuchar la palabra) y que, inevitablemente, enlaza con el libro The Soul of a New Machine, sobre la creación del primer «mini» de treinta y dos bits de Data General, allá por 1981. Me temo que no he encontrado una versión incrustable, o sea que lo podréis escuchar aquí.


Ah, y no me podía ir sin mi cuña publicitaria ^_^.

Despacho 42, allá vamos

Efectivamente, con esta gracia que me caracteriza, así anunciaba yo hace un par de días que nos habíamos liado la manta a la cabeza con Susanna Tesconi y Dani Riera a hacer un podcast. Y sí, iba en serio, ahí lo tenéis, el primer episodio, incrustadito desde Spotify:

(Cosas que pasan, aun tardaremos unos días en aparecer en el catálogo de iTunes/Apple Podcasts, por lo que va a costar un poco encontrarnos fuera de Spotify y iVoox durante un breve período, pero se nos puede añadir en todos los reproductores (el Pocasts de Apple incluido) con nuestro RSS: https://www.ivoox.com/despacho-42_fg_f142911_filtro_1.xml.)

Afortunadamente Apple Podcasts ya nos indexa. Nos podéis encontrar en Apple Podcasts, en Spotify y en todos los clientes de podcasts que usan el motor de búsqueda de Apple (todos los grandes, diría). Y si alguno se resiste, el RSS sigue siendo el camino: https://www.ivoox.com/despacho-42_fg_f1842911_filtro_1.xml.

Y sí, si lanzar un podcast en 2019 era

pues no sé yo cómo va a ser en 2020…

Si le echáis valor a la cosa y nos escucháis (advertencia, al menos en este primer episodio se me oye más a mí que a Susanna y a Dani :-S) sabed que además del hashtag #Despacho42, tenéis los comentarios de esta entrada para dejar vuestras opiniones (sed blanditos). Se agradece toda crítica constructiva («déjalo que no es lo tuyo», dicho con amabilidad, es una crítica constructiva, que al fin y al cabo me ahorraría un montón de tiempo).

Ya están en marcha los episodios 2 y 3 del podcast, que de momento aspira a ser mensual, o sea que si os queréis suscribir, podéis encontrarnos en las búsquedas los diferentes clientes de podcast (por si no tenéis cliente favorito de podcasts: yo soy usuario desde hace tiempo de Podcast Addict, para Android (hasta el punto de haber pagado por la aplicación), pero en esta entrada de Xataka recomiendan unas cuantas maneras diferentes de volverse adicto a esto de los podcasts desde cualquier dispositivo (ojo: de verdad provocan adicción, si encuentras los podcasts adecuados)). Prometo que en los próximos episodios se me oirá menos que en este: tenemos invitados e invitadas en cartera, y molan bastante, os lo aseguro.

(También tengo un par de ideas más que tienen que ver con algunos de los lectores habituales de obm. (¿Se puede hablar de lectores habituales en un blog que no llega a una entrada al mes?) En cualquier caso, quedan uno o dos y en algún momento intentaremos engañarles.)

A la pregunta de por qué un podcast está la respuesta escueta del tuit que abría esta entrada pero, lo sabe todo el mundo que me conoce, es una excusa: en realidad es porque me gusta mucho hablar e imaginar que tengo una audiencia (puedo asegurar que no me gusta tanto escucharme, algo que he hecho muchas más veces de las que me gustaría editando este primer episodio).

¿Algún consejo a dar desde la más exigua experiencia posible?

  • ¡No lo hagáis! Es mucho trabajo.
  • ¡Hacedlo! Es muy divertido (sobre todo si consigues engañar a dos cracs como Susanna y Dani :-)).
  • Fijaos en cómo lo hacen los podcasts realmente buenos.
  • Practicad, practicad, practicad. Podéis pensar que este primer episodio es atroz. Y por lo que a mi parte respecta, estaríamos bastante de acuerdo. Pero si oyeseis las cosas que perpetraba hace un par de meses…
  • Si el podcast llega a cumplir un año prometo volver sobre el tema, a ver si he aprendido algo por el camino.

¿Y si quiero escuchar buenos podcasts?

Que os vayan a gustar, no os lo puedo asegurar, pero podcasts que me gustan hay un montón (demasiados, de hecho). Ya hice una entrada sobre el tema hace algo más de ocho años o.O (sí, este blog, actualmente en la UVI de los blogs, tiene una edad). Repasemos…

Los de música

Sigo escuchando Siglo 21, de Radio 3. Los Rock Reaktor y Cuando los elefantes que recomendaba hace ocho años ya no están en antena, pero desde entonces me he aficionado a Turbo 3 (alguien lo definía como Los 40 para los que tenemos una edad: es posible que tenga algo de eso, pero me da igual: soy muy fan). Y también ha entrado en la lista de habituales El celobert, el programa que conduce Lluís Gavaldà (sí, el cantante de Els Pets) en Catalunya Ràdio. Probad antes de criticar ;-).

Los divulgativos

Divulgativos de ciencia, debería aclarar, tal vez. Ocho años más tarde, siguen vivos The Infinite Monkey Cage y More Or Less, de la BBC (el primero va de ciencia con humor, el segundo de los números que aparecen en los medios y que no deberíamos creernos sin hacer, al menos, un pequeño esfuerzo crítico).

Desde entonces hemos añadido 50 Things That Made The Modern Economy, también de la BBC, que afortunadamente va por la segunda temporada y por tanto pasa ampliamente de las «cincuenta cosas» de su autodescriptivo nombre, en dosis de diez minutos, más o menos.

Más reciente (son diarios y no han llegado aún a los 80 episodios) es Shortwave, de la radio pública estadounidense (que sí, es una cosa que existe), que se lanza cada día a por un tema de ciencia. No sé cómo se las apañan para lanzar un episodio al día: tenéis que escucharlo para haceros una idea del curro que lleva cada uno de los programas.

Los «techies»

Estos no los tenía en cartera hace ocho años. ¿No existían? ¿No los había encontrado? En cualquier caso, en orden más o menos alfabético…

Los capitalistas de riesgo Andreesen Horowitz (más conocidos como a16z (el Adreessen del nombre es, sí, el Marc Andreessen de Netscape) tienen un par de podcasts la mar de apañados. Por un lado el muy originalmente titulado «The a16z Podcast» y por el otro «16 Minutes On The News». En el primero se suelen centrar en uno de los temas en los que invierten con un cierto detalle e invitados de nivelón (algún día les superaremos desde el Despacho 42 ;-)) y en el segundo (que también espero poder replicar algún día en el Despacho 42 (¡pero en menos de 42 minutos!) atacan las noticias sobre temas que les atañen, desde su propia óptica. Tanto uno como el otro lo encontraréis en la página de podcasts de la empresa (que no está particularmente bien ordenada, me permito el lujo de opinar).

La BBC tiene en su «World Service» Digital Planet un programa de media hora que cada semana se detiene en tres o cuatro temas de tecnología digital que seguramente podrían salir también en Despacho 42 (si tuviéramos el presupuesto y la infraestructura de la BBC). La interrelación entre personas y tecnologías que mueve a Digital Planet es una parte importante de la inspiración de nuestro podcast :-).

Exponent es el podcast del bloguero Ben Thompson (del blog homónimo) y James Allworth y se centra, como el blog, en los negocios y estrategias empresariales tras la tecnología. Thompson está un poco demasiado enamorado de teoría de los agregadores, pero aun así es muy interesante, al menos para alguien lego en la materia como yo.

Vox Media, el grupo editorial tras The Verge, tiene Reset y The Vergecast. Este último, liderado por los blogueros Dieter Bohn y Nilay Patel , es el podcast sobre la actualidad tecnológica que me gustaría hacer si fuese lo suficientemente bueno como para dedicarme a ello en exclusiva (y tuviese sus recursos): comentarios sobre los últimos cacharritos y las últimas tecnologías que han repasado en el blog, entrevistas con figuras de nivel… Reset, por su lado, intenta centrarse más en la crítica a los puntos más problemáticos de las tecnologías digitales (no se van a quedar sin temas, me temo).

«Cultura pop»

Otra categoría que no tenía yo cubierta hace ocho años… Desde entonces me he acostumbrado a oir al crac Jordi Sánchez-Navarro & co hablar de cine fantástico y de terror desde su conocimiento sin límites en Marea Nocturna, a enterarme algo más del mundillo del cómic en Bullpen (los programas con Carlos Pacheco y Javier Fernández son imperdibles), de pelis de culto en The Rewatchables (últimamente han tenido nada más y nada menos que a Quentin Tarantino repasando algunas de sus pelis favoritas)…

Deportes yanquis

Qué le vamos a hacer, me gusta el fútbol americano (y mis San Francisco 49ers) y la NBA (últimamente centrado en los Warriors). Y eso hace que escuche cosas como ESPN Daily, el programa de radio matutina Golic and Wingo, los programas de Bill Barnwell y Mina Kimes (todo esto de ESPN), los podcasts de KNBR, una de las emisoras de deportes de San Francisco, el podcast de Bill Simmons, su The Book of Basketball 2.0 o el podcast de fúbol americano de The Ringer… (Tenía que decirlo y lo he dicho, ¿vale? El blog es mío, al fin y al cabo :-P)

¿Y ya está?

Pues alguno más escucho, pero no sé yo si son tan recomendables (dice César después de listar hasta ocho podcasts sobre deportes estadounidenses, sin ningún tipo de reparo).

En cualquier caso, ya habéis visto que apenas escucho podcasts en español. ¿alguna sugerencia?


PS Mil cuatrocientas palabras de entrada. Quién habría dicho que todavía recordaba cómo se escribe en obm…

«Trust and safety» en Vergecast

En los últimos meses el Vergecast se ha convertido en uno de mis podcasts de referencia en cuanto a tecnología. Dedican un episodio a la semana repasar la actualidad tecnológica y es extremadamente recomendable. Cada semana hay un segundo episodio en el que Nilay Patel (un tipo con mucho criterio) entrevista a una figura relevante de la industria. Con la cercanía de las elecciones estadounidenses del año que viene la intersección de política y tecnología, un tema absolutamente inevitable en la actualidad. La semana pasada entrevistaba a Alex Stamos, actualmente director del Observatorio de Internet de la Universidad de Stanford y ex «chief security officer» en Facebook y, antes de eso, en Yahoo. La entrevista es muy interesante y gira en gran parte alrededor del concepto de «trust and safety» del título de la entrada, que es el nombre del equipo de Facebook que tiene la muy poco envidiable misión de prevenir, detectar y atajar los abusos que se dan en su plataforma. El tema es de una importancia vital. Tanto como para tomar apuntes. Y aquí abajo van mis apuntes. Absolutamente parciales y sesgados, pero ahí los dejo (y que quede claro que mis apuntes y mis opiniones no tienen por qué tener mucho en común, aun a pesar del sesgo). Espero que sirvan de acicate como para dedicarle el tiempo a bajarse el podcast y escucharlo.

Sobre las «meme wars» en las elecciones: la responsabilidad es de las plataformas tecnológicas y estas han tomado medidas. En 2016 este trabajo no correspondía a nadie y ahora es una amenaza que se tiene en cuenta en Google, Twitter y Facebook.

Todo lo que los rusos hicieron en Estados Unidos en 2016 lo habían hecho durante mucho tiempo en Ucrania.


El movimiento de Facebook hacia una plataforma más privada plantea preguntas fascinantes sobre lo que queremos de las redes sociales. Si se mueven hacia mensajería de grupos con menos amplificación, se reduce la amplificación «uno-a-muchísimos» de cuentas sociales con muchísimos seguidores de 2016. Pero la comunicación en chats privados se vuelve invisible.

Cuando das privacidad a todo el mundo también se la das a «los malos». A la larga, eso es bueno para las redes sociales porque reduce su responsabilidad, pero el daño puede continuar sucediendo.

En las elecciones en India tanto el partido en el poder como la oposición tenías sus granjas de «trolls». En lugar de lanzar un mensaje a un millón de personas, decenas de miles de personas reenviaron sus mensajes a sus amigos. La misma amplificación con algo más de trabajo y mucho más difícil de estudiar por el cifrado. El movimiento hacia el cifrado es en general positivo pero tiene sus efectos secundarios.

Opciones para parar este tipo de mensajes sin romper el cifrado de extremo a extremo sin puertas traseras. Por ejemplo, procesar el mensaje en el dispositivo antes de ser cifrado y enviado y al menos alertar al remitente, de manera respetuosa con la privacidad y la libertad del usuario. O reconocer imágenes en el dispositivo del receptor del mensaje y alertar del potencial contenido de la imagen antes de mostrarla. Las compañías adquirirían un papel más paternalista, con los problemas que esto puede suponer.

Hay una componente cínica en el cifrar las comunicaciones. A las plataformas se les pide cifrado y que no sepan qué se dicen sus usuarios y, a la vez, que protejan a esos mismos usuarios. Ambas cosas son incompatibles. Facebook, históricamente, ha intentado situarse en una posición intermedia y no ha funcionado: se les puede criticar desde los dos lados y ahora Zuck ha decidido lanzarse hacia uno de los extremos con la privacidad y el cifrado, reduciendo la moderación de contenido, que le era un problema, porque una vez que comienzas a moderar se abre un problema sin fin.

Como sociedad no hemos decidido el punto hasta el que queremos mantener segura a la gente en línea y cuánto queremos controlas sus acciones para tal efecto y quién se encarga de ello.

Se oyen voces pro control del discurso con un volumen que nunca habíamos oído en la era «pre tech». Lo que ha hecho el sector tecnológico es permitir conversaciones sobre ese control del discurso que no habrían sido aceptables en los doscientos años anteriores.

¿Las reglas se van a elaborar de manera democrática o las elaborarán actores privados? En el entorno estadounidense el gobierno no puede encargarse gracias a / por culpa de la primera enmienda. Todos los demás gobiernos angloparlantes están considerando regulaciones del discurso en línea ridículas. Australia se ha adelantado pero en el Reino Unido se están gestando cosas. Facebook no puede considerar principalmente el caso estadounidense por la distribución de sus usuarios. Y globalmente lo que pasa es más legislación pro privacidad como la RGPD.


El entrevistador pregunta si tendría sentido ofrecer el equipo de «trust and safety» como servicio «à la AWS» para start ups para poner estos servicios al alcance de compañías que no tienen la escala de Facebook («trust and safety» sería el equipo encargado de mitigar los abusos en línea en una plataforma, y es bastante diferente de lo que se considera tradicionalmente «seguridad»). Esto permitiría que surgiesen nuevas redes sociales sin tener que desarrollar un equipo encargado de estos problemas, algo potencialmente imposible. Según Stamos esto es algo que actualmente solo se puede aprender desde el rol de aprendiz en el equipo de una empresa como Facebook. Como el equipo antifraude de Paypal, son cosas que no se pueden aprender en un entorno académico tradicional. Es racional esperar que esto se convierta en una industria de la misma manera que AWS convirtió su experiencia en una industria. Twitter sería la frontera: por debajo de su escala no puedes atacar estos problemas sin subcontratar. Y, por ejemplo, en Alemania ya ha surgido alguna empresa dedicada asesorar sobre el cumplimiento de la legislación del país.

A los responsables de producto se les mide por el crecimiento, y no por si han generado una enorme cantidad de riesgo al hacer crecer su producto.

Quizá debería mirarse a la industria financiera post crisis de 2008 y su gestión del riesgo y cómo se ha llevado esa responsabilidad hacia los responsables de los productos.

Es razonable que una empresa pequeña no tenga un responsable de «trust and safety», pero es necesario que la gente de producto y de ingeniería sean conscientes de los temas asociados. Estas cosas deben considerarse y tratarse desde el inicio, no mitigarse como se pueda (o no) a posteriori. Son temas mucho más difíciles de predecir y anticipar que los tradicionales de seguridad porque son muco más específicos del funcionamiento del producto, los usuarios y sus costumbres. Va a haber más trabajo en detección y respuesta que en prevención. Pero eso no significa que no se deba anticipar y prever la necesidad. No deberías enterarte de los problemas de tu producto o servicio por la prensa.


Uno de los grandes problemas de Twitter es que es muy difícil definir qué es una cuenta falsa, dado que es perfectamente razonable que una cuenta sea anónima. En su defensa debe decirse que son mucho más transparentes con sus acciones que Facebook y Google (siendo Google la menos transparente con diferencia). Si se habla del problema chino en particular, también hay que tener en cuenta que tanto Facebook como Twitter han abandonado la esperanza de tener una buena posición en el mercado chino, mientras que Google lo está intentando con ahínco. Facebook ha añadido más recursos humanos al problema de la moderación que el total de trabajadores de Twitter.

La posición de YouTube es extremadamente opaca y la menos razonada. El poder del algoritmo de recomendación de YouTube es el mayor de todos y, por tanto, también lo debería ser su responsabilidad.

La solución de todos estos problemas pasa por los usuarios, en cualquier caso. La centralización de los medios de información del siglo XX (y los sistemas anteriores) se ha acabado. Cada vez que ha habido un cambio en esa organización la sociedad se ha tomado un tiempo en interiorizar el nuevo status quo y ha pasado por un pánico moral, y es natural que a nosotros nos toque lo mismo. Eso no elimina la responsabilidad de las empresas pero al final les toca a los individuos. La ruptura del oligopolio de la información tiene muchísimos efectos beneficiosos, pero también los negativos y en consecuencia nos exige más responsabilidad. Los trabajos académicos sobre el campo apuntan a que las nuevas generaciones son algo menos vulnerables a fenómenos como las fake news y por tanto hay espacio para el optimismo y suponer que estamos en el proceso de interiorización del cambio.

En cualquier caso, empresas como Facebook y Twitter han pasado a tener poderes casi de estado, pero sin la «accountability» y la necesidad de transparencia. En Estados Unidos, dada la primera enmienda, deben ocuparse de los problemas de los límites del discurso, y eso plantea una serie de problemas de muy difícil solución. Facebook toma más decisiones de moderación de contenidos en una hora que todo el sistema judicial federal de Estados Unidos en un año.

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Foto (cc) Chris in Plymouth. Click en la foto para acceder al original

Como cada 24 de junio, toca resaca de verbena y celebrar un año más de vida de Otro Blog Más… y ya van diez. Con una intensidad que no es la que debería, pero con alguna entrada medio interesante de vez en cuando (me gustaría pensar :-)) y, al fin y al cabo, no creo que seamos tantos los que podamos decir que hace un decenio que mantenemos una aventurilla como esta… En cualquier caso, muchas gracias, sobre todo, a los lectores más o menos habituales. Quién sabe, igual aguantamos diez años más :-).

Mis problemas temporales con feedly

En la lista de ítems guardados de feedly aparecen primero unos de hoy, a continuación unos del 18 de marzo (hace nueve días), luego dos más de hoy, a continuación dos de ayer y luego unos del día 25 de marzo (antesdeayer)
¿Algo se ha movido a la velocidad de la luz?

Que nadie me entienda mal: estoy seguro al 99% de que el problema de la secuencia temporal que veis en la imagen es culpa de las fechas de los RSS en cuestión y/o de los bots de Google Reader y su API, no de feedly. Pero ese problema con los tiempos hace que de vez en cuando los ítems se muevan solos y, sobre todo, que de vez en cuando cosas por leídas que ni siquiera se me han presentado.

También sé quedarse cuenta y alterarse por ello es demostrar un nivel de obsesión poco saludable , pero llevo una semana con la mosca detrás de la oreja y, si no se lo cuento a alguien, reviento ;-).

(Una vez dicho eso, creo que seré capaz de sobrevivir la muerte de Reader. Seguiremos informando.)