Artículo en la Hitchhiker’s Guide to the Galaxy de la BBC sobre como entender las estadísticas que se publican por ahí…
Entre otras cosas que se mencionan:
- Antes de creerse nada, hay que saber quién ha pagado la investigación: si los fabricantes de goma de mascar pagan es normal que los chicles sean la panacea. También, quién ha hecho el estudio y de dónde han salido los datos, y cómo.
- Otra muy importante: hay que saber cuál es la pregunta que se está intentando responder. Una respuesta sin enunciado puede ser tremendamente confusa.
- También, dos cosas que se relacionan en una estadística no tienen por qué mostrar una relación causa efecto.
- Y otro truco que se suele hacer es concentrarse exclusivamente en la parte de los resultados que favorece la hipotésis inicial. O manipular las escalas de los gráficos.
- Quizás el detalle al que hay que prestar más importancia es el tamaño de la muestra y el margen de error. Si no se publican, más vale no seguir leyendo.
Una anécdota para ilustrar lo malintencionado que puede llegar a ser un «estudio científico». Hace algunos años, a toda página, en la prensa, apareció un artículo que afirmaba que fumar nosecuántos cigarrillos al día y comer nosecuántas galletas de chocolate tenían exactamente los mismos efectos perniciosos sobre la salud de uno. Y no voy a dudarlo. Eso sí, el anuncio olvidaba que uno puede sobrevivir unos cuantos días a base de galletas de chocolate y agua. Igual si se prueba lo mismo con cigarrillos y agua, se aguanta menos…
Y otra más… Esta es de unas jornadas para acercar la matemática al público que monta la Universitat de Barcelona cada año. Una de las exposiciones propugnaba la ilegalización del pan. Al fin y al cabo, en casi todos los crímenes cometidos, el delincuente ha consumido pan en las 24 horas anteriores. Y lo mismo pasa con los conductores implicados en accidentes mortales. Y con los estudiantes que suspenden un examen.
En fin, lo mejor, leere el artículo.
Por cierto, la Hitchhiker’s Guide to the Galaxy es, en origen, un divertídisimo serial de radio de la BBC posteriormente convertido en una trilogía de cuatro libros y hasta un viejo juego de ordenador, y es obra de Douglas N. Adams. Para no perdérsela.