Dos páginas web. La primera maquetada con tablas. La segunda con CSS. Casi idénticas a la vista. Leídas por un lector automático para ciegos, un mar de diferencias. No te engañes, a tí te va a costar leer una pantalla en el futuro. Dentro de 10 años, de 20 o de 50. Y también hay que tener en cuenta que lo que es fácil de leer para un lector automático es fácil de leer para el robot de Google. Y estar bien visto por el robot de Google trae visitas (el mes pasado, el 80% de las de esta página, por ejemplo). Vía.
[Escuchando: Explode – Nelly Furtado]