Si no pasa nada, cuando este post se publique, mi avión estará acelerando por la pista del areopuerto de El Prat en Barcelona :-). Destino final, casi exactamente 90 grados hacia el oeste: Chicago, la ciudad de los rascacielos: nacieron allí, y se puede discutir que desde el 11 de septiembre de 2001 hasta este año la Torre Sears, con sus 108 pisos, el techo a 442 metros de altura y la plataforma de observación 412 metros por encima del nivel del suelo, ha sido una buena temporada el edificio más alto del mundo. Tienen, además, el John Hancock Center y unos cuantos más…
En fin, eso sí, daré menos la paliza (aunque es una ciudad con muchos hotspots, y me llevo el portátil, con lo que nunca se sabe :-P) hasta el domingo que viene.
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