La idea tras Kill Bill’s Browser es sencilla: matar el navegador de Bill (Gates, Bill Gates).
Y por el camino, jugar con la estética de Kill Bill.
Si uno fuese estadounidense, la cosa tendría más gracia, porque Kill Bill’s Browser viene ligado a la campaña Explorer Destroyer, que promueve el uso de unos ‘scripts’ (más o menos obstrusivos) que recomiendan a los visitantes de una página que usen Explorer que se pasen a Firefox. Y sugieren además, la descarga de Firefox con la barra de herramientas de Google, descarga que Google, a los usuarios de AdSense (como yo) en Estados Unidos (no como yo) recompensa a razón de un dólar por unidad.