Inteligencia

Te pasas por el cajero del banco de turno (que conservaremos en el anonimato, no sea que me suban las comisiones) a reanimar la cartera, que la pobre pasa mucha hambre. Le pides 40 euros. Y te dice que no. Que no tiene billetes de 20, sólo de 50. Que selecciones una cantidad que te pueda servir, si eres tan amable. Y te devuelve a la pantalla de selección, y te ofrece la oportunidad de pedirle 20, 40, 70 u otras dos cantidades que ahora no recuerdo, pero que tampoco eran múltiplos de 50. Suprema inteligencia, sí señor. A veces da miedo pensar quién guarda mi dinero…