Tenía que pasar. Tanto vídeo en YouTube y en Google Video tenía que acabar atrayendo un ‘cease-and-desist’…
Hace unos días la CBS emitía en un informativo una noticia de esas que demuestran que en el mundo también pasan cosas buenas (interés humano, le llaman, creo). En un instituto un chaval autista formaba parte del equipo de baloncesto del centro, para ayudar a integrarle. Un día de partido, el entrenador decide darle unos minutos al chaval. El chico tira un triple, y falla. Tira otro y falla. Y después, en los últimos cuatro minutos del partido, enchufa seis triples seguidos. Sólo red. Inmaculados. La reacción de compañeros y público es una de esas erupciones de alegría que se ven muy de vez en cuando. El suceso lo capta la cámara de vídeo de uno de los asistentes al partido. Por aquellas casualidades de la vida, se entera alguien de los informativos de la CBS, se hace con la cinta, monta un pequeño reportaje y se emite. El vídeo es de los que provoca nudo en la garganta y pelos de punta (como mínimo a mí, que soy un blando). Alguien graba el programa en digital y lo sube a YouTube. El vídeo revienta los rankings de popularidad del sitio. Millón y medio de ‘hits’ en tres días. Una historia preciosa.
Y entonces YouTube retira el vídeo. El ‘buen samaritano’ lo vuelve a subir. YouTube lo retira de nuevo. El motivo: la CBS se ha enterado de la existencia del vídeo y ha exigido (con la ley en la mano) que se retire. Así como otra docena de vídeos de sus programas que había subido el mismo usuario.
Naturalmente, la CBS está en su derecho de hacer lo que hizo. Pero:
- ¿Se enteran ahora de la existencia de YouTube?
- ¿Tienen que elegir como primer vídeo a retirar precisamente ese vídeo?
Toda una demostración de savoir faire, sensibilidad e inteligencia.
Y a partir de ahora, prepárense a seguir el culebrón de las televisiones contra YouTube, Google Video y similares. Me da a mí que va a ser aburrido…
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