Los monopolios son malos. Muy malos. Pero la diversidad de formatos y estándares y la multiplicación de repositorios de información puede llegar a hacerse extremadamente incómoda. Ejemplo: los calendarios. Yo uso Airset, el vecino Google Calendar, su mujer los servicios de Yahoo!, la vecina Sunbird, ese señor de allí Outlook y mi primo la agenda de su móvil. Y para quedar para una reunión de media hora dentro de quince días hemos necesitado otra media hora de intenso trabajo y la ayuda de la magia negra para ponernos de acuerdo y quince minutos más para introducir la cita en nuestros respectivos calendarios…
¿Lo peor de todo? Que se trata de un problema ya está resuelto. Hace días que unos cuantos pioneros de esto de las ‘buzzwords’ le han puesto el sello de caducado a ‘doscero’ y comienzan a predicar las bondades del ‘trescero’, que llega de la mano de la web semántica, en la que las máquinas son capaces de procesar la información ‘automágicamente’. Uno de los componentes de esa web semántica es el concepto de microformato, un pequeño contenedor altamente especializado de cierto tipo de información. Uno de esos microformatos es hcalendar, una representación del estándar iCalendar en XHTML que es la solución perfecta al problema de los calendarios. Y es que bastaría empaquetar la información de las agendas en pequeños bocaditos dentro de RSS o mensajes de correo y que nuestros clientes de correo y lectores de RSS aprendieran a leer esos datos y hablar con los servicios correspondientes para ahorrarnos a todos un engorro y un dolor de cabeza absolutamente innecesarios. O sea que a ver si nos ponemos…
Y sí, sí es posible que los grandes gigantes implicados se pongan de acuerdo en algo.