Y es que son un tanto promiscuas… Que se lo cuenten a este señor. Le dejó el ordenador a alguien para que consultara el correo y al cabo de un tiempo esa tercera persona le llamó para preguntarle si había hecho una serie de búsquedas por una serie de palabras claves. ¿Qué había pasado? Al hacer esa persona login en su sistema, Google había asumido que era esa la persona que buscaba desde su ordenador hasta que se le indicó lo contrario. Pasa incluso que Google confía en la omnipresencia de sus usuarios y admite que estén ‘loguinados’ al sistema y buscado desde varias ubicaciones geográficas a un tiempo.
O sea que, si usáis Google, no dejéis que quede registrado en el sistema un usuario que no sea el vuestro, que podríais estar ‘regalándole’ información no deseada. Y cuando os registréis desde un ordenador ajeno, recordad salir de la cuenta.
Riesgos de la personalización, por un lado, y de la acumulación de servicios diferentes en un solo proveedor, por el otro. Y, naturalmente, no se trata de un fallo fácil de solucionar, pero a Google se le supone inteligencia como para (i) haber pensado en ello y (ii) si no arreglarlo, como mínimo avisar claramente. Error grave para la imagen de la empresa…
Y sí, es cierto que al estar loguinado el nombre de usario aparece en la página de búsqueda de Google. Pero no, por ejemplo, si uno usa el buscador integrado en el navegador.