Y pide mil millones de dólares de nada. Lo cuentan aquí, por ejemplo. Y la cuestión es que la cosa será discutible, pero me da a mí que los argumentos de Viacom tienen números para funcionar frente a un tribunal norteamericano. Además, Viacom es una compañía que no se está oponiendo a la red: está oponiéndose a que sea YouTube quien obtenga provecho de sus contenidos (hace tiempo que ellos publican sus propios contenidos y permiten que el usuario incruste un Flash con el vídeo en su propia página de la misma manera que este lo haría cogiéndolo deYouTube).
Prepárense, que la guerra contra YouTube comienza a tener un cierto fundamento…