Pues eso. La hora es intempestiva (el despertador ha debido sonar a eso de las cuatro de la mañana, que es más hora de volver a casa un sábado por la noche que de despertarse) pero es lo que tienen los viajes intercontinentales… Si no pasa nada, ahora mismo debo estar despegando desde el aeropuerto de El Prat con rumbo a Frankfurt, desde donde, sin hacer parada en la Feria del Libro, un 767 nos llevará a Montreal (pronúnciese con la t muda, que es el Canadá francófono). Un rato para acostumbrarnos al cambio de horario (y al clima, que se prevén mínimas de entre 2 y 4 grados) y cogeremos un tren (¡con wifi!) que tardará unas tres horitas en dejarnos en la ciudad de Québec. El motivo, la E-Learn Conference, donde el viernes toca hacer una «short presentation». Ese mismo viernes cogeremos tren de vuelta a Montreal, invertiremos el fin de semana en hacer un poco de turismo y el martes desharemos el resto de la ruta, para volver a caer por Barcelona a media mañana del miércoles.
Me temo que el wifi es más ubicuo por Canadá que por aquí, con lo que me parece que no se van a librar ustedes de mí. Voy armado, como es habitual, de cámara o sea que, quién sabe, igual algún día se encuentran algún día alguna foto por aquí, quedan avisados.