Hacía algo más de tres años que no hacíamos una de estas entradas… La cuestión es que le he comprado un SSD (este, por más señas) a mi vetusto ordenador (si la memoria no me engaña, es de septiembre ¡de 2009! (aunque para mi sorpresa, la CPU, una Intel Q9300, sigue siendo bastante apañada en cuanto a relación precio/prestaciones, (en cuanto a potencia, eso sí, obviamente demustra su edad…))). El incremento de rendimiento, además del SSD, se debe a haber cambiado una instalación digna de estudio arqueológico de Vista por una nueva y reluciente de 8.1, desde luego, pero aún así, parece que ‘regalarle’ un SSD a un ordenador de hace un lustro consigue que sea viable durante una buena temporada más (dedos cruzados).
Ordenador «nuevo», reinstalación completa de software y, de regalo, reconsideración de qué le instalas y qué no…
Los imprescindibles
La aplicación más imprescindible, en 2014, de cualquier ordenador sigue siendo el navegador. Después de todos estos años uno sigue usando como navegador primario Firefox, bien complementado con unos cuantos diccionarios —español, catalán e inglés— y extensiones: Lazarus (para que un cuelgue no se te coma la siguiente parrafada que escribas en un formulario web), Pocket (para leer en el móvil), QuoteURLText, (cuántos minutos me ha ahorrado sólo con esta entrada…), Tree Style Tab (las pestañas del navegador molan más al lado que arriba, si tienes una pantalla moderadamente grande), Web Developer, Firebug y CSSsir (sobre todo las dos primeras, para cuando uno se está peleando con una web), Pushbullet (para enviar enlaces del escritorio al móvil, básicamente) y el inevitable Google Talk. Ah, y también unos cuantos bookmarklets (una tecnología que me encanta, aunque parece que están en peligro de muerte), especialmente el de Diigo.
Esta edición se cae de la lista Microsoft Security Essentials, básicamente porque Windows 8 lo «lleva de serie» (sí sigo instalando CCleaner y Spybot, eso sí).
En cuanto a aplicaciones pesadas, Micorosoft Office sigue mandando (ayuda que el precio para estudiantes, profesores y empleados a tiempo parcial y completo de instituciones de educación superior acreditadas
es prácticamente insuperable: €80 por cuatro años incluyendo un tera de OneDrive (sigo instalando LibreOffice por si acaso)) y Adobe Creative Cloud (que es bastante menos lujo cuando te lo ponen por trabajo, aunque creo que si no fuera así seguramente me estiraría al menos al pack de Photoshop y Lightroom).
Y todo lo demás
Para audio y vídeo, los inevitables Spotify, VLC, Winamp (a ver si es verdad eso que dice en la «home» de que There’s more coming soon
(especialmente porque Spotiamp parece muerto :-S)), Audacity, Avidemux, Last.fm Scrobbler y Google Play.
Para las comunicaciones, Skype, Trillian y Tweetdeck (sí, estoy poniendo Tweetdeck en el apartado ‘comunicaciones’).
Para acceder a ordenadores en remoto, Jump Desktop (y aprovecho para felicitar a Microsoft por RDP, que es cerrado propietario (que es malo) pero funciona como la seda: el único motivo que se me ocurre para optar por una versión ‘pro’ de Windows como usuario particular).
Para el almacenamiento en la nube, Dropbox, el cliente de Google Drive (complementado con InSync), Copy y el ya mencionado OneDrive (un día de estos voy a tener que considerar ExpanDrive, que resulta que ahora tengo más almacenamiento «en la nube» que en local…).
De f.lux hablamos antesdeayer. Y otro par de utilidades esenciales: 7-Zip, que sigue podiendo con todos los compresores habidos y por haber) y Ditto (que sustituye a ClipX como gestor del portapapeles).
No sólo de Firefox vive el hombre: también tenemos Explorer (que no merece tanto odio en sus últimas versiones), Opera (mi navegador oficial para Facebook, complementado con Social Fixer (y Disconnect para cuando quiero escandalizarme un rato con la cantidad de cookies que nos cuelan por ahí)) y Chrome (por hablar con el Chromecast con Google Cast y Videostream, sobre todo, pero también por ZenMate para cuando hace falta tirar de VPN (y sí, sé que también está disponible para Firefox, pero uno es así de maniático)).
Para cuando hace falta descargarse algo, µTorrent.
Para trabajar con la web, Komodo Edit y Notepad++ como editores, FileZilla para subir y bajar archivos, Node.js porque mola, Prepros por si SASS, LESS y demás, WampServer por si hay que probar alguna cosa AMP y MobaXterm para cuando hace falta un terminal decente y las cuatro cosas básicas de Cygwin.
Para leer en electrónico, Calibre, Comical y Mendeley.
Y para cuando hay que procrastinar de verdad, Steam, MineSweeper Clone, (más horas perdidas por kilobyte que ninguna otro software) y WinUAE :-).
La recomendación final
Para la próxima vez que tengáis que instalar de cero una máquina Windows, no olvidéis pasar primero por ninite.com, que os vais a ahorrar, como mínimo unos cuantos minutos. De nada :-)
¿Me dejo algo? ¿Meto la pata en algún sitio?