Servidores web pequeños (tanto en tamaño físico como en espacio de memoria ocupado) hay unos cuantos, desde hace tiempo (véase, por ejemplo) pero el tema del cableado a la red (tanto a la eléctrica como a la de datos) no estaba muy claro. Y ahí es donde entran los chicos de Nokia (que: a) son muy creativos b) tienen mucho tiempo libre c) todas las anteriores) y su Mobile Web Server, que es por dentro un port de Apache a Symbian S60, con unas cuantos componentes predeterminadas que, por ejemplo, y previa autorización, dan acceso al registro de llamadas del móvil, a la cámara o al calendario, más una pasarela en un servidor web convencional que tiene en cuenta que ni el móvil tiene que estar necesariamente en cobertura ni la aplicación en funcionamiento.
De la necesidad (o no) del invento habría que hablar largo y tendido: ¿no sería más fácil, en un dispositivo «sometimes connected», un motor de sincronización que subiera los datos necesarios automáticamente vía bluetooth, WiFi o UMTS a medida que fuese necesario / posible a un servidor convencional? Pero aún así, el factor ‘wow’ de llevar un servidor web encima es innegable y siempre existe el riesgo de que a alguien se le ocurra una ‘killer app’. A ver si lo pruebo esta noche. Vía.