En este mundo globalizado en el que vivimos (toma cliché) cada vez es más frecuente que nos llegue alguna visita de algún extraño país que, por aquellas cosas de la vida, no hable español. Una solución interesante es el widget de Google Translate, añadible a cualquier página con un minuto de trabajo (si llega) y que es capaz de traducir tu sitio a 50 idiomas sin despeinarse (y que no se muestra a aquellos visitantes cuyas preferencias de idioma en el navegador apuntan al español (o al idioma que toque, dependiendo de la web)). Un breve experimento ha demostrado que a la traducción español-inglés (al menos para el lenguaje informal de obm) aún le queda camino por recorrer y que, comprensiblemente, el camino del español al catalán es bastante más sencillo…