Eso de la izquierda es el mecanismo de Antikythera. Lo de la derecha, una reproducción por ordenador de cómo se supone que era antes de sufrir en sus carnes la degradación de un par de milenios sumergido en el Mediterráneo tras el naufragio de un barco romano frente a las costas griegas.
El cacharrito se recuperó de las profundidades del mar allá por 1900 y es objeto de investigación desde hace más de un siglo. Desde 1959 se cree que es un avanzadísimo (para su edad) mecanismo capaz de realizar cálculos astronómicos, y algunos lo consideran el ordenador más viejo del mundo. Cuentan en el New York Times que el jueves Nature publicará los últimos hallazgos sobre la máquina, un planetario en miniatura, que confirmarían que no sólo era uno de los dispositivos más avanzados de su época (el más avanzado que se conserva) sino que la humanidad tardó al menos un milenio en igualar la ciencia y la tecnología que perdimos con el fin de las culturas romana y griega. Una historia fascinante, aunque bastante deprimente…
PS El artículo de Nature.