Antonio decía el otro día en los comentarios: Un día te podrías marcar un post recomendando música para iniciarse en el jazz.
¡Ah! ¡Ardua tarea la del aconsejador que aconseja! Javier Marías en un artículo en El País decía Sobre gustos no hay nada escrito… aunque, en realidad, solamente se escriba de eso
.
Sobre Jazz, me gustaría dar dos consejos de perogrullo, de cajón, de sentido común. Y a pesar de ser tan elementales, los voy a dar igualmente, porque creo que vale la pena incidir en ellos. De hecho, son consejos que valen para cualquier cosa, así de simples son:
- Es mejor empezar por ver un buen concierto en directo. Como toda la música, pero acentuándose en la clásica y el jazz, ver a los músicos y sentir con el público es especialmente emocionante.
- Y hay que ir a ese o esos conciertos acompañados, junto a alguien que pueda —sin dar la brasa— hacer un comentario aquí o ahí para aliñar lo que uno ve y siente: «mira lo que está haciendo el bajo» o bien «ahora el trompeta le va a contestar al saxo».
Estos dos topicazos sí tienen una cierta justificación aquí. Por una parte, el Jazz tiene aura de «música culta». Por otra de «música para músicos». Más que de música culta, lo que ocurre es que, como cualquier representación artística, hay que estar un poco en la onda de la cultura que la ha acunado; y es verdad que el jazz no nació aquí, por lo que ir de la mano de alguien que nos dé algunas referencias que desconocemos es, más que nada, una ayudita para no sentirse un completo extraño. ¿Música para músicos? Lo mismo que el heavy es música para melenudos. Sí es cierto que el jazz ha permitido que músicos virtuosos se luzcan de una forma que no podrían en otros estilos musicales (en la música militar, por ejemplo), pero, al final de cuentas, lo que cuenta es si llega o no; y si no llega, a lo mejor no es que uno no sea músico, es que el supuesto músico tampoco lo es, o sí es un buen intérprete pero para nada un artista.
Recomiendo encarecidamente el libro TREPAT, Cristòfol-A.(1995): Jazz: una música clàssica del segle XX. Laertes. Barcelona. Está en catalán y desconozco si ha sido traducido a otras lenguas. La verdad es que es más que recomendable y tiene un formato pequeño y ágil. Para otras lenguas, hay miles de libros sobre jazz que podéis encontrar en cualquier parte, pero ninguno, para mí, como el de Trepat.
Próximo capítulo: Discos
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