Parece que la única manera de escribir una entrada al año es repasar la música del año anterior de la mano de mi cuenta de last.fm… (Que sí, que el resumen de Spotify está muy guay, pero hay vida más allá…)
Pocas cosas que no hubiese escuchado mucho en 2020, pero bastantes más voces femeninas en el top 15…
Además de las Larkin Poe (rock de raíces, dice last.fm), Loyle Carner (hip hop) o Bully (grunge/rock/punk/pop), también irrumpen en el top 50 el ambient de Julianna Barwick (en el 18), el folk de Frazey Ford (en el 22) o Caroline Rose (en el 25), el maliense Afel Bocoum (en el 27), bastante indie con las madrileñas Hinds (en el 28), Julien Baker (en el 29), Soccer Mommy (en el 30) o Black Honey (en el 35), hip hop chileno con Ana Tijoux (en el 36), el garage de L.A. Witch (en el 45), la neopsicodelia de L’Epee (en el 46) y la pianista y compositora hania rani (en el 49). No me van a dar un programa en Radio 3, pero mira, como mínimo vamos variando la dieta. Aunque los estilos son los de siempre…
En fin. Cerramos el año pasado deseando escuchar menos música en 2021 que en 2020. Y lo conseguimos. Pero ojalá sigamos con la tendencia a la baja, dichoso virus.
Llevaba mucho tiempo sin hacer una entrada de inicio de año repasando la música del año anterior :-S. Aprovechando que 2020 pasará a mi historia particular como el año más musical (al menos de los últimos dieciséis)…
Cualquiera diría que pasó algo extraño en 2020…Cualquiera diría que ese algo comenzó en marzo. Más detalles, aquí.
(Según mi perfil de last.fm, eso sale a casi 91 días enteros escuchando oyendo música, casi una cuarta parte del año. Seis horas al día de nada.)
Pocas novedades en mi «top 15» (entre paréntesis, la posición el año anterior), con una sola verdadera irrupción, la de Fontaines D.C.:
La lista entera sería un poco larga: 3238 artistas diferentes, los 78 primeros con al menos 100 reproducciones, y hasta 443 han llegado a las diez reproducciones. Viva la «cola larga».
Por debajo del 15 de la lista encontraríamos algún descubrimiento más de este año eso sí: Angelica Garcia (en el 17), Dorothy (en el 23), Tamikrest (en el 42) o KOTA The Friend (en el 54), por ejemplo.
En cuanto a estilos, lo de costumbre (tenemos una edad)…
En fin… Por una vez, y sin que sirva de precedente, espero escuchar menos música este 2021…
(Repasando mi 2014, como de costumbre por estas fechas… Como siempre, las bandas están enlazadas a last.fm. No como siempre, la lista me la ha generado lastimer.com, una aplicación que funciona sobre la API de last.fm y tiene en cuenta el tiempo que dura cada pieza, no sólo el número de reproducciones…)
Un año de música (Si eres usuario de last.fm, clic en la imagen para generar el tuyo)
Repasemos…
Los que vimos en directo
Desde el final de la lista hacia el principio, el compositor islandés Ólafur Arnalds (también está en la lista con Kiasmos, en su faceta más electrónica y bailable). También en el apartado de música contemporánea, el Kronos Quartet, que vinieron al Primavera Sound (de entre todos los sitios posibles, sí, lo sé). Un poco más para arriba, en el apartado jazz, Medeski, Martin and Wood (con John Scoffield, excelente regalo de cumpleaños, por cierto). Y cerrando el apartado Primavera Sound, en el 9 mi marciano favorito, Colin Stetson y en el 2 los incombustibles Mogwai… Todos conciertos muy recomendables, por cierto.
Pero os dejo con lo que no pude ver en directo, porque no han venido por aquí: Ólafur Arnalds como parte de Kiasmos…
Y un poquito de Mogwai, va…
Las novedades
Tha Haxan Cloak. Dice last.fm que es drone, dark ambient, industrial y noise. Yo sólo sé que me ha dado muy fuerte…
Parquet Courts. Imagino que no os los descubro. Pero por si las moscas, ahí va una ración de… ¿rock de garaje?
(Si os gustan Parquet Courts, por cierto, yo probaría con los italianos Massimo Volume. Ya diréis qué tal.)
La mezcla curiosa del año es la de Sisyphus. Más hip-hop que otra cosa, pero un poco de todo… (y con la participación de Sufjan Stevens, nada más y nada menos). Si me lo preguntan a mí, un discazo.
Algo menos conocidos son los psicodélicos Hookworms. Pero tampoco tienen desperdicio. A ver si se pasan algún día de gira por aquí…
Si os va el post-rock y no os suenan, probad con Crippled Black Phoenix. Y otros que se han hecho un hueco casi permanente por aquí son Dirty Three, la banda del a-veces-colaborador-de-Nick-Cave Warren Ellis…
También le seguimos dando a la electrónica. Además de los ya mencionados Kiasmos, hemos consumido grandes cantidades de Jon Hopkins y deadmou5.
Mención especial, por un lado, para el ruidismo de RMSonce que, cosas de la vida, es colega de la facultad y, por otro, la orquesta de cuerda Eclectic Colour Orchestra, con la que también hay una cierta relación personal :-).
By the way. Si os va lo de escuchar música «clásica» de compositores vivos, ese es el lema, precisamente de una radio neoyorquina que deberíais escuchar más: Q2 Music.
De por aquí
Poca cosa a añadir a los ya mencionados RMSonce y Eclectic… Neuman y Nudozurdo, básicamente. Me hago el propósito de año nuevo de escuchar más música cercana. Pero ya sabemos cómo suelen acabar los propósitos de año nuevo…
Nunca se fueron, pero han vuelto
Apartado especial para Led Zeppelin y Pink Floyd, que son dos de mis bandas favoritas de siempre… pero que hasta hace no mucho no estaban disponibles en Spotify y ahora sí. ¿El resultado? En el 14 y el 1 de mi lista. No estar tiene sus motivos, pero también su precio…
Independientemente de si os gusta la música electrónica o no, darle al ‘play’ de este vídeo es un ejercicio interesante…. sobre todo si después volvéis a ver el vídeo desde el principio para ver cómo se ha construido la pieza (y a qué velocidad, claro).
Si bien las condiciones no son las óptimas (que te den diez minutos justos para hacer algo que suene a música (o no, todo son gustos, pero emmo es que sí) está más bien en los (sic) antípodas de las condiciones óptimas), no pasa a diario que uno tenga la oportunidad de ver por dentro y segundo a segundo el «cómo se hizo» cuando músico decide partir de una serie de ‘samples’ para construir una canción.
(El músico de turno es Kieran Hebden, más conocido como Four Tet, uno de los favoritos de esta casa.)
(Y sí, claro, samplear puede ser robar y lo es con una cierta frecuencia. Pero todas las generalizaciones (comenzando por esta ;-)) son erróneas.)
(Y sí, los más viejos del lugar recordaréis una entrada de tema similar por aquí, hace como dos años y medio.)
Suele ser por estas fechas que Antonio «Error 500» Ortiz me recuerda que haga la entrada habitual sobre la música del año (o al menos lo hizo el año pasado). No vaya a ser que se le olvide, me adelanto. No es la música del clip que tenéis aquí arriba la que uno ha escuchado más durante 2013, precisamente (muchas no las había ni oído, os lo puedo asegurar), pero el mashup anual de DJ Earworm es, en sí mismo, una pequeña obra de arte del copiaypega audiovisual que está bien recordar…
Si vamos a ser convencionales y hacer una lista de hits, la mía podría parecerse a algo como
(De ahora en adelante, si no se indica lo contrario, las bandas están enlazadas a su página de last.fm y los discos a Spotify, por cierto.)
…aunque me lo tendría que currar más, confieso (el lector extremadamente atento podría notar que todas las canciones están en la lista del año de Pitchfork, y en el mismo orden, pero quiero reivindicar el esfuerzo de podar dicha lista de las más de 80 pistas que tenía a menos de 30 y menos de dos horas y media, que es una cantidad casi digerible…).
Lo más destacable de 2013 es que ha sido el año de la electrónica que más me gusta: Tomorrow’s Harvest, de Boards of Canada, II, de Moderat, el Psychic de Darkside y el Slow Focus de los Fuck Buttons son como para enmarcarlos, de verdad. En el player tenéis pistas de tres de ellos, y hay que sumarles, en esa línea, la de Jon Hopkins (si no incluyo su Immunity entre los discos del año es porque he llegado tarde y aún no lo he escuchado comme il faut, pero me dicen que está ahí) y la de Prurient (disco pendiente también, aunque de este me faltan referencias)…
La primera conclusión, comparando con el año pasado, es que o he escuchado mucha más música que en 2012 o que me he vuelto mucho más «fat head» (alguna día me pediré una key para la API de last.fm y seré capaz de dar mejor respuesta a estas preguntas…).
No tiene demasiados números de repetir el año que viene el hip hop alternativo de Aesop Rock, pero en algún momento me dio fuerte… También me tocó el «retroswing» de Caravan Palace y Nicolas Repac (y Parov Stelar, que no sale en la lista pero casi), y seguramente el año que viene tampoco tengan tanta presencia. MS MR y el shoegaze de DIIV… pues no sé: el tiempo dirá si se quedan en one hit wonders o cuajan.
Descubrimientos tardíos míos (uno que llega tarde a todo) han sido los jienenses-con-sabor-a-América-profunda Guadalupe Plata y los londinenses indieDaughter. Me pongo de cara a la pared un rato tanto por unos como por los otros. Y es harto probable que el año que viene sigan por aquí. Lo mismo me ha pasado con Apparat y Moderat: bastante lamentable llegar tarde a la electrónica elegante pero contundente de Sascha Ring, pero como mínimo he disfrutado a tiempo de Krieg und Frieden y II, los dos discazos que se ha despachado el buen hombre este año.
Los que ya conocíamos
Llevaba yo tiempo sin escuchar a Boards of Canada y los he recuperado gracias a su disco de este año, Tomorrow’s Harvest. No es el maravilloso The Campfire Headphase del que me enamoré allá por 2005, pero merece ser escuchado y disfrutado con cariño y atención. Que para algo son mi número uno del año :-).
Siguen sonando en sucesión los discos de Nudozurdo (que parece ser mi banda nacional de referencia), Chromatics (supongo que les hago un feo, pero para mí son la banda que hizo el año pasado la mejor versión posible del Into The Black de Neil Young), The National y Mogwai (estos dos últimos con discos nuevos bajo el brazo, aunque en el caso de los primeros sigo enganchado al anterior y en el de los segundos espero impaciente al próximo, que está a punto de salir del horno).
Este año me ha dado más fuerte que el anterior por la música contemporánea, y es por ello que al ya mencionado Ólafur Arnalds se le suma este año el compositor estadounidense Ingram Marshall, y también han sonado en esta casa Deru, Joby Talbot, Sylvain Chauveau o el japonés Tōru Takemitsu. Y seguirán haciéndolo. Supongo que es lo que tiene hacerse mayor viejo :-P.
Las recuperaciones noventeras han sido Mazzy Star y los Smashing Pumpkins (quién te ha visto y quién te ve, Billy). En el capítulo jazz le ha tocado a la preciosa voz de Stacey Kent y siguen sonando con profusión las bandas sonoras de Michael Giaccino (las que ha hecho para Pixar, sobre todo, con mención de excelencia, como siempre, para la de Los Increíbles).
Párrafo aparte merecen Pink Floyd, quizá la banda que más haya escuchado en mi vida, pero que llevaba tiempo sin salir en mis ‘top’… básicamente por no estar en Spotify, donde finalmente se han animado a publicar su catálogo este año. El tema de Spotify, y de los canales de acceso al público, es algo que tengo que recuperar en algún momento, porque da para mucho.
Los que vimos en directo
Y cerramos con los tres que tuvimos el gusto de ver cara a cara. En orden inverso a como aparecen en la lista. Así pues, primero los presuntos posroqueros 65daysofstatic. Y digo presuntos porque si en los discos se ajustan al canon posrock casi a la perfección, en directo se nota que cuando eran jóvenes escucharon mucho a Mogwai, sí, pero que también echaron horas con los Chemical Brothers. Y la cosa sorprende, ciertamente, pero no suena nada mal. Darán que hablar. Espero.
El concierto jazz del año fue el de Avishai Cohen. Tremendamente recomendable en disco, grandísima presencia en directo.
Y cerramos la lista con mi adorado Four Tet. Su paso por Barcelona no fue muy allá, la verdad (aunque me permitió descubrir a Rocketnumbernine, que valen bastante la pena). A mí me habría gustado más que hiciera algo como lo que os dejo aquí abajo, que no tiene desperdicio (y que supongo que es lo que hará dentro de unos meses en el Sonar, que este año tiene un cartel verdaderamente brutal).