Resulta que esto de la web es amor (o no) a primera vista. Lo comentan en Nature: el visitante de una web la juzga en 5 céntesimas de segundo (el artículo habla, como mi titular, de cincuenta milisegundos, que queda más espectacular :-P).
El experimento, por aquello de entrar un poco más en detalle, y si no lo he entendido mal, consiste en enseñar a alguien una página durante esas cinco centésimas, y preguntarle si le gusta. Y al cabo del tiempo, preguntar de nuevo, dando más tiempo para observar. Y parece ser que la primera impresión cuenta…