Esto de trabajar en el 22@, el presunto distrito digital de Barcelona, te coloca en un mundo de contrastes. Esto, al fin y al cabo, hace unos años, no era más que el barrio de Poblenou (literalmente, pueblo nuevo), que debió ser nuevo en algún momento, pero dejó de serlo hace mucho, muchísimo tiempo. Ahora se levantan cada vez más edificios de oficinas modernísimos (en uno de ellos trabajo yo), pero el viejo Poblenou y sus fábricas derruidas y a medio derruir sigue por aquí…
(Más fotos sobre el tema, pero con bastante más talento, aquí.)