Historia de miedo con GMail

César (Tardáguila, no yo en un ataque de esquizofrenia) me pasa un enlace a una historia de miedo de un usuario de GMail al que un día le desapareció la cuenta de correo (con 300 megas de información dentro). Teniendo en cuenta que yo ya he pasado del giga, tres consideraciones:

  • Copias de seguridad. Tengas almacenado el correo en un servicio online o en tu ordenador, o donde sea, cuanta más redundancia haya, mejor.
  • Lo de la redundancia no sólo vale para los datos. Tener unas cuantas direcciones de correo por si una se volatiliza un día es una gran idea. Si tienes tu dirección principal en GMail (o en Hotmail, o en el correo de Yahoo!, o dónde sea), y un día desaparece la cuenta, será cómo si tu número de móvil desapareciese: podrás comprar un nuevo teléfono, pero no recuperar el número que conoce todo el mundo… Invertir en un dominio es una idea a considerar.
  • La ley de Murphy funciona. Si algo puede ir mal, irá mal. Mejor tenerla en cuenta. Incluso si hablamos de Google.