Pues va a ser que, al menos de momento, no. Cuentan en el New York Times que la situación en Estados Unidos no acaba de ser la ideal. Según un estudio de mercado, de cada cien móviles en el mercado estadounidense, 28 son capaces de reproducir vídeo, pero sólo uno se utiliza realmente para ello. Y esto después de agresivas campañas de las operadoras americanas que dejan el coste del servicio en unos doce dólares mensuales de media.
Si aun resultará que, por mucho marketing que se haga de un servicio, el público es realmente quien acaba decidiendo si lo que se le ofrece le interesa o no.
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