Los lectores y participantes en conferencias saben que cuanto más escribo y hablo de estándares web, más señalo que en realidad no existen. Retrocedamos un momento: ¡no necesitaríamos un movimiento por los estándares web si hubiese estándares! Seguimos haciendo el mejor trabajo del que somos capaces para llegar a un estándar de calidad y profesionalismo. Pero tristemente, a pesar de una década o más de evangelismo de los estándares web, nos enfrentamos a la posibilidad de perder la influencia ganada en estos años.
Así comienza Molly Holzschlag su último artículo en A List Apart, Web Standards 2008: Three Circles of Hell, en el que pasa lista a los ‘sospechosos habituales’ del mundo de los estándares web, los académico-científicos del W3C, los grupos de trabajo independientes como WCAG Samurai, el WHATWG, The Web Standards Project o el Web Standards Group y las empresas independientes proponentes de sus propias tecnologías, como Adobe, Microsoft, Apple o Google. Y sus pros y sus contras (que todos los tienen).
Lectura muy interesante para todos los interesados en una perspectiva general de por qué el mundo de los estándares es tan caótico, de dónde venimos y a dónde vamos…