No sé si recordaréis la historia de mi foto de la torre Agbar, la que colgué aquí, cuya historia conté aquí y que, en resumen, suele salir en los primeros lugares cuando uno busca ‘Torre Agbar’ en Google Images… pero no en la entrada original de mi blog, sino por media web…
Bueno, en cualquier caso, cuando he leído sobre la existencia de TinEye, un «motor de búsqueda inversa de imágenes» en Confused of Calcutta, me ha faltado tiempo para registrarme y hacer la prueba…
¿Qué es un «motor de búsqueda inversa de imágenes»? Uno al que tú le entras una imagen (bien subiéndola, bien dando una URL) y busca sus usos por la web. Difícil, ¿no? ¿Funciona? Probemos:
Notable pero no excelente: le he pasado un uso de la foto y (i) no ha sido capaz de llegar a mi blog y (ii) ha devuelto algunas imágenes que, si bien similares, no son la mía (insisto que lo conseguido es de nota y me ha dejado con la boca abierta).
Hagamos una nota aparte ‘condenatoria’. Si cuelgas una foto en la web, el mejor halago que te pueden hacer es usarla. Y sabes que por mucho que le cuelgues una licencia que solo exige la atribución para usos no comerciales, alguien se la va a saltar a la torera porque sí, tarde o temprano, bien por desconocimiento o por cara dura. Apunto aquí a dos casos de estos que me tocan la moral. El primero, una inmobiliaria (ownerdirectbarcelona.com, no me apetece enlazarles) que usa la imagen en su web, recortada y pequeñita, pero sin atribución:
El segundo uso ‘al-menos-discutible’, del mismo estilo, me duele más:
Sí, esa imagen (está ‘hotlinkada’, me siento con derecho a hacerlo) ‘vive’ en 20minutos.es. Por lo que entiendo, se ha usado en múltiples ‘sidebars’ de piezas variopintas, aunque las URLs que devuelve TinEye ya no la usan. Por lo que veo en esas imágenes, no es costumbre del diario poner los créditos de la imagen (poner tres créditos en una imagen de 544×120 tendría su aquel, ciertamente). Y digo yo, ¿no tendrán en 20 Minutos acceso a tropecientas imágenes de la torre por cuyos derechos, seguro, ya han pagado religiosamente? En fin…