El modelo básico del recién anunciado Mac Mini M4 es una máquina con RAM y disco insuficientes tiene un precio fantástico: 720 euros, IVA incluido por una CPU Apple Silicon M4 con una conectividad la mar de apañada, más si se la compara con la del Mac Mini con procesador M1, a pesar de que los 16 gigas de RAM y los 256 gigas de disco se te van a quedar cortos en dos años, es un precio absolutamente sensacional.
Pero claro, no vas a poderle cambiar el disco ni la RAM. El disco, dados esos puertos Thunderbolt y sus 40 gigabits, no me preocupan en exceso, pero la RAM… Y comienzas a sumar y restar y compruebas que Apple ha decidido, hace tiempo, que sumar 8 gigas de RAM son 230 euros (tanto para pasar de 16 a 24 como de 24 a 32), y pasar el disco de 256 a 512 son 230 más (y a partir de ahí, a 230 el medio tera).
Y sigues restando, y si los primeros 16 gigas de RAM siguen valiendo 230 euros (en general, los primeros suelen ser más caros que el resto, no más baratos, pero no seamos pejigueros), y los primeros 256 gigas de disco también… resulta ser que la RAM y el disco de la máquina más pequeña valen, según Apple, 690 euros. Y si cogemos 719 y le restamos 690, si no me equivoco, nos quedan 29 euros. Redondeando, los 30 del título.
30 euros por la caja, la placa y, sobre todo, un procesador M4. Eso dice Apple.
(Y que conste que ni los 1179 euros del modelo con 24 gigas de RAM y 512, ni los 1409 del modelo con 32 y 512, me parecen especialmente escandalosos por lo que es el cacharro (algo más chungo me parece el no poder llevar el modelo con el M4 básico más allá de los 32). Pero lo que dice Apple de lo que cuesta cada parte del cacharro me parece, insisto, fascinante. Me encantaría conocer los costes reales y saber cómo se dispara el margen de beneficio cada vez que das un paso a la derecha. Tiene que dibujar una curva alucinante.)
PS Que conste que [soy consciente de que] Apple no es para nada la única compañía que se comporta así, ¿eh? Hace unos años me compré una réflex digital (Sony) porque uno de los objetivos tenía, literalmente, un coste negativo: era más barata la cámara con dos ópticas que con una sola. De la misma forma, hace unos meses me compré un NAS (Western Digital) para «extirparle» los dos discos duros porque el NAS y los dos discos era más barato que los dos discos. Ahora, en general el modelo es que los modelos con más cosas se vuelven más baratos, y no al revés…
Así, de salida, la portada de la Byte de octubre del 84 no parecía indicativa del número más apasionante de la historia…
Pero oiga, quién sabe… Porque, si uno aguza la mirada, ya en la página 9 tenemos que
Ay, qué nostalgia. Ahí. En el último párrafo. Si en informática se impusiesen siempre las mejores tecnologías, ese párrafo habría sido uno de los más relevantes de la historia (y los fans de Atari todavía se estarían quejando de la injusticia). Pero no. Qué se le va a hacer.
(El recadito a Sinclair tampoco está mal (véase la entrada del mes pasado-no-pasado).)
En el apartado «ya no se hacen ordenadores como antes»…
Dice aquí que el cacharro comparte diseñador con el Datsun 280Z. Anyway. Quiero uno. O dos.
No es que yo me lea toda la revista para hacer estas entradas, pero si en algún sitio pone «Commodore», mis ojos para allá que se van. Y en la página 94, entre el millón de breves dedicados a pequeños eventos…
Y claro, si la cosa va de la gran Grace Hopper, pues uno se vuelve atrás para buscar el inicio de la nota:
Quién hubiese podido estar allí… (Para ver a Grace Hopper en acción, tenéis opciones largas y breves. Todas valen la pena.)
En las novedades del mes, tenemos el IBM PC AT. Un mes antes le habían dedicado el especial a los PCs de IBM, pero el ritmo no paraba…
…y llegaba la nueva generación de Intel (quién te ha visto y quién te ve) con el 286 y entre el doble y el triple de rendimiento sobre la generación anterior. Unos cuatro mil dólares por el modelo con disquetera (de 1,2 megabytes, eso sí), cinco mil quinientos si querías dos disqueteras, monitor monocromo y tarjeta gráfica y PC-DOS.
Mi artículo preferido, en cualquier caso es este:
Y es que sí, amigas, en 1984 había que explicar que «un ratón combina la capacidad de selección de un lightpen con la maniobrabilidad y precisión de un joystick, pero es más fácil de usar que cualquiera de ellos». Maravillosa creatividad del director de arte, por cierto :-). Y no es menos espectacular que el artículo viniese con un poco de código ensamblador para ilustrar cómo usar el ratón desde tus programas:
(Y no os quejéis, que si no os enchufo capturas de código del artículo dedicado a los algoritmos criptográficos.)
Inevitablemente, unas páginas más tarde, Microsoft nos vendía su ratón:
Obsérvese, por favor, que el ratón viene con funcionalidades para Multiplan, Lotus 1-2-3, VisiCalc (Excel no era ni un embrión, en 19841) y WordStar (a pesar de que Word se había lanzado para DOS en 1983). Nótese, también, que el botón izquierdo lanza un menú, y el derecho es el que permite comandos como mover, editar, formatear o imprimir.
HP, mientras tanto, ya hacía «portátiles» (nótese el uso de las comillas):
Nueve libras son unos cuatro kilos. Pero en esos cuatro kilos cabían hasta 656 kilobytes de RAM y una pantalla de 80×16 caracteres. La vida de batería de 16 horas, eso sí, sigue siendo envidiable.
En fin. Para nada el número más apasionante de la historia de Byte. El mes que viene, más (o no). Y si queréis iros a la fuente, https://vintageapple.org/byte.
1 Cierto… pero por poco. Excel saldría al mercado el último día de septiembre del 85. ↩
Si hay alguien prestando atención (¿hay alguien prestando atención?) quizá se haya fijado en que en septiembre no publicamos la entrada correspondiente al mes de septiembre (del 84) de Byte, como amenazamos… ¿Por qué? Pues, por una vez, habíamos hecho los deberes… y preferimos no entregarlos, porque no somos muy listos. Y es que Byte decidió publicar no un número, sino dos, aquel mes… y nosotros no nos habíamos dado cuenta. La cuestión es que el PC de IBM, en aquella época, era la noticia. Hasta el punto de que Byte decidió dedicarle un número especial:
Y sí, en septiembre del 84 tenía todo el sentido del mundo dedicarle un número al PC de IBM… pero en septiembre del 24 repasar el número es un aburrimiento que no pensaba yo infligir al lector de obm. Baste decir que se repasaban las características del PC XT (por 4395 dólares de la época: un 8088 a 4.77 megahercios, 256 kilobytes de RAM ampliables a los míticos 640, disquetera de 5 ¼ y 360 kilobytes y enorme disco duro de 10 megabytes (añadir un segundo disco con 10 megas más, 1395 dólares más), y BASIC en casette) y algún que otro primo suyo…
(Si queréis tener en cuenta la inflación, en Estados Unidos desde 1984 a la actualidad básicamente hay que multiplicar por tres cada precio que veáis. Intentando no marearse.)
Quizá podríamos destacar el artículo con la previsión de que IBM iba a dominar el mercado… El PC sí lo dominaría durante décadas, pero la propia IBM explica que, después de su lanzamiento en agosto de 1981, en el 82 tenían el 80% del mercado… pero que una década más tarde se contentaban con el 20%, y para 2005 habían abandonado el mercado. Hacer previsiones en tecnología es lo que tiene…
¿Más cosas? Seguirá sorprendiéndome siempre recordar cómo una revista «generalista» podía dedicarle artículos a Prolog o a una introducción al ensamblador… Me sorprende menos que le dediquen un artículo a los procesadores de textos… pero me entristece un poco que el mercado fuera más diverso entonces que ahora (y que no mencionen a WordPerfect, que ya estaba en el mercado):
Y la idea era esperar a que llegara octubre, porque el que nosotros creíamos número de octubre trataba un tema un poco más recuperable cuarenta años más tarde…
Y sí, la lectora de vista de águila se habrá fijado en que en la portada pone que es el número de septiembre… pero nosotros no nos habíamos dado cuenta. Qué le vamos a hacer.
En cualquier caso. Al lío.
La publicidad siempre da juego… Por ejemplo. ¿Quieres hacer una presentación? Pues los proyectores actuales no existen. Tenemos, eso sí, los de diapositivas, o sea que te va a tocar fotografiar la pantalla de alguna forma y hacer una diapositiva 🤯.
Polaroid eligió una publicidad bastante minimalista. El aparato, con algo más de detalle:
¿Siguiente? Pues me parece que mientras haya anuncios del Commodore 64, os vais a comer los anuncios del Commodore 64…
Cierto es que Commodore engaña (con la foto, no con el texto) y que por 215 dólares no te ibas a llevar ni la disquetera ni la impresora ni el monitor, pero también lo es que 670 por un PC Jr con 64 kilobytes de memoria, comparado con los 215 de un 64 (pongamos que 430 con la disquetera), con el software que había disponible en la época, es como para no dudarlo ni un segundo.
¿Y más allá de los anuncios? Pues alucinar un poco, por ejemplo, con que la sección de gráficos arranque con un artículo sobre fractales (muy en boga en la época)… en que se habla con el mismísimo Benoît Mandelbrot…
Creo que en la época era ilegal hablar de fractales sin poner las dichosas montañitas del clásico The Fractal Geometry of Nature<rant class="señorMayor">Ojo al pie de imagen. Me da a mí que si hoy en una revista de quiosco se publicara un pie con el texto «Mandelbrot dice: La homeografia más general puede escribirse como el producto de una inversión, una simetría con respecto a la recta (que es una inversión degenerada) y una rotación» habría heridos.</rant> (Aunque dudo que en la época hubiese muchos lectores a los que les quedase claro el tema, por otro lado.)Pero en la época no les preocupaba demasiado dejar heridos de todo tipo, parece ser 😬
Si tenéis ganas de leer (encontraréis el PDF, como el resto de números de Byte, en este archivo), en la página 189 (y siguientes) encontraréis un artículo de Isaac Kerlow introduciendo lo que es la práctica del arte digital (el tal Kerlow es un personaje curioso: en el 84 estaba a punto de fundar el departamento de gráficos por ordenador del Pratt Institute, y hacía apenas unos pocos años de su estancia en Barcelona para estudiar diseño a finales de los setenta). El aparte que le dedica a la controversia del arte digital…
…contiene un fragmento que me permito destacar:
Quizás llegará el día en que sistemas informáticos inteligentes nos den software de generación de imágenes capaz de desarrollar un estilo propio. Mientras tanto, sin embargo, el ordenador es tan solo una herramienta.
Isaac Kerlow
Personalmente pienso que el ordenador sigue siendo tan solo una herramienta, pero se puede iniciar un debate interesante proyectando esa frase, con la fecha, sobre una pantalla :-).
Y un poco más adelante también se encuentra una introducción a los gráficos 3D, con sus fragmentos de código ensamblador x86 para hacerlo (porque, en aquella época, estas cosas o se hacían en ensamblador o no se hacían, claro):
No apto para casi ningún público 😬
Y cerraremos el repaso con dos apuntes más. El primero, un recordatorio que los «smart watches» no son un invento de este siglo:
El Seiko RC-100, con sus dos filas de diez caracteres de 5×7 píxeles, sus dos kilobytes de memoria y su interfaz RS-232C, llegó mucho antes de que se acabase el siglo XX. Y por apenas cien dólares…
El segundo apunte:
El Sinclair QL, con su procesador 68008…
En fin. Que si encontramos tiempo, volvemos este mismo mes, con el número de este mes. Mantened los dedos cruzados. Y si no os fiais, siempre podeis acudir a la fuente.
Si el mes pasado viajamos a julio del 84, este mes también podemos repetir ejercicio y retroceder 40 años en el tiempo. Aunque, debe reconocerse, el lenguaje de programación Modula-2 no es tan llamativo en la portada como Spock…
Modula-2, por cierto, llevaba en desarrollo desde 1978, idea del recientemente fallecido Niklaus Wirth. Igual os suena más otro de sus lenguajes: Pascal. La revista también le dedica algo de espacio a Forth-83, un lenguaje que tampoco tuvo demasiado recorrido…
Eso sí, si la portada de julio se dedicaba a los ordenadores y el vídeo, el tema seguía vivo, y Digital Research anunciaba dispositivo para conectar un Laser Disc nada más y nada menos que a un Commodore 64.
No recordamos al 64 exactamente como una «bestia multimedia», pero para la época… Lo podemos comprobar, de hecho, en el anuncio que encontramos un poco más adelante:
Y más adelante aún, la sección de libros vuelve al tema de portada, Modula-2, con libro de, claro, el mismo Wirth. El otro libro que me llama la atención es el dedicado a CP/M, el sistema operativo que podría haber sido MS-DOS en lugar de MS-DOS (no os perdáis este podcast sobre Gary Kildall, el creador de CP/M y «el hombre que podría haber sido Bill Gates).
Si seguimos avanzando, nos encontramos publicidad de uno de los clásicos del videojuego de la época, Infocom, los reyes por aquella época de la ficción interactiva. Para saber más sobre el tema, esta «historia oral» en Ars Technica…
Y un poco más adelante, para nada lo suficientemente importante como para ocupar la portada de la revista (algo que sí había hecho su tía abuela Lisa en febrero del 83)…
Sí, esa «joya imperfecta» que era el primer Macintosh. El autor del artículo se declara fan de la máquina, aunque el precio (2500 dólares de la época, o unos 7500, si tenemos en cuenta la inflación) se le atraganta un poco para su CPU Motorola 68000, sus limitados y limitantes 128 kilobytes (sí, kilo) de RAM (Apple anunciaba su intención de llegar a los 512 algún día), 64 de ROM, su disquetera capaz de almacenar hasta 400 kilobytes (de nuevo, kilo, sí) por disco, y su pantalla monocroma de 9″ (el autor no sabe si el color será algo necesario en un ordenador personal, aunque comenta que el sistema en la ROM del Mac sí lo soporta color) y 512 por 342 píxels de resolución, que se «comen» 22 de los 128 kilobytes de RAM. La falta de cursores en el teclado también llama la atención del autor, por cierto, igual que la ausente tecla Control (sí lleva dos teclas Option y una Command) y la disponibilidad de un teclado numérico adicional por 99 dólares más. Y también merece apartado aparte el ratón —que aunque ya estaba disponible para el PC de IBM (a Windows todavía no se le esperaba) era muchísimo más útil aquí— y la todavía novedosa interfaz de usuario, que había nacido en el PARC de Xerox y había presentado la propia Apple en su Lisa, pero que todavía era una gran desconocida para el gran público, pero todavía era lenta en comparación con otros sistemas operativos. Para el Mac ya había software de Microsoft, por cierto, que anunciaba que su hoja de cálculo (Multiplan, Excel no llegaría hasta 1987) ya estaba disponible, y que Word llegaría en otoño, y que ambos aprovechaban la interfaz gráfica del Mac. Y si uno quiere investigar algo más sobre el diseño del Mac, en la página 347 (y siguientes) hay una entrevista con tres miembros del equipo, incluido el mítico Jef Raskin.
(También se hablaba en la revista del ultimísimo PC para consumidores de IBM, el «PCjr», con su 8088 y sus 64 kilobytes (no se ha caído ningún cero, no) de RAM por 600 dólares, pero me resulta bastante menos interesante de comentar.)
Como siempre, encontraréis los PDFs aquí y, quién sabe, igual volvemos en septiembre…
Hubo un tiempo en que la categoría «cacharritos» era la reina en Otro blog más… Hace tiempo que no, pero si en el mismo día ves dos móviles dos que te llaman la atención…
Jelly Max. El smartphone «pequeño»
El primer cacharro que se ha cruzado en mi camino viene de la mano de un Kickstarter, el del Jelly Max. Sí, los Kickstarters entrañan sus riesgos, pero este viene de la compañía Unihertz, que tiene ya un recorrido. Son, entre otros, los del Jelly Star (Amazon, enlace de afiliado), el smartphone más pequeño que recuerdas, con sus 3″ de pantalla (se te ha olvidado ya, pero el iPhone original tenía una pantalla de 3,5″), sus características técnicas más que decentes (Android 13, 8 gigas de RAM, 256 de almacenamiento, NFC) y sus casi irrisorios 210 euros de precio, en estos tiempos… (Conozco a un propietario de su versión anterior, el Jelly 2, que está encantado con él… pero también a otra persona que se lo compró para intentar curar su adicción al móvil… y volvió a su móvil habitual al cabo de unos días).
(También tienen un móvil con teclado físico QWERTY, pero mis fuentesno quedaron nada contentas con él, si no me engaña la memoria tienen cosas que decir sobre el tema.)
En cualquier caso, Unihertz parecen ser los últimos abanderados de los smartphones «pequeños». Y si los Jelly de 3″ no venden, pues ahora se atreven con el Max, y sus 5″. Hubo un tiempo en que 5″ era XXL, pero Android iba por la versión 1.6. Hoy en día, cierto es que encontrar un 5″ con especificaciones decentes es un reto, y ahí está el Max, con sus ocho cores, 5G, Android 14, batería de 4000mAh con carga rápida (66W) y alguna característica más exótica hoy, como la radio FM y un emisor de infrarrojos que lo convierten en mando a distancia universal. El precio, más que comedido: poco más de 2000 dólares de Hong Kong, que al cambio son algo menos de 250 euros (seguro que hay que sumar gastos de envío).
Bigme Hibreak. Porque la mejor pantalla para el móvil es de tinta electrónica
Y mientras le andaba yo vueltas al Jelly Max, me encuentro en YouTube con…
Good e-Reader es el blog y canal de YouTube de referencia si te interesan los cacharros de tinta electrónica. Hacía tiempo que no hablaban de móviles de tinta electrónica (compruebo, por cierto, que nunca hice reseña por aquí de mi añorado pero insuficiente Yotaphone 2)… y el Bigme Hibreak me ha llamado mucho (no ayuda que el precio de la versión blanco y negro, la que debería comprarse todo el mundo, en mi opinión) es más que razonable: 200 eurillos. El Android 11 con el que viene me tira un poco para atrás, pero va a ser difícil resistirse a la tentación. Seguiremos informando. O no.