Dos noticias se han sucedido muy rápidamente en las últimas horas. Por un lado, Ask.com aunciaba la muerte definitiva de Bloglines (dos notas: (i) no por anunciada deja de ser triste, a pesar de que ya hace cinco años que se veía venir y (ii) no fue el mayordomo, fue Google Reader (con la ayuda de la propia Ask.com, que no ha movido un dedo para mantener el servicio más allá de lo estrictamente imprescindible)). Por otro lado, WordPress.com presenta sus ‘Subscriptions’, que no dejan de entenderse como un ‘RSS for dummies’ con gotas de red social.
¿Significa esto la muerte del RSS? Ni en broma. Representa lo que ya era asumidísimo entre los ‘early adopters’: el RSS jamás se impondrá como tecnología de consumo ni será una de las palabras que acaben formando parte del imaginario popular de la web. Pero eso no impide que, al menos de momento, sea una de las tecnologías sobre las que se basa la infraestructura de la red. A ver cuantas «apps» para dispositivos de webs grandes encontráis que no sean un canal RSS «vestido» con cuatro accesorios… Y cuando la gente con blog (haberlos haylos) publica su blog a Facebook, que nadie se engañe, publican su canal RSS.
Mientras tanto, el RSS para usuarios finales queda restringido a los lectores de RSS (¿En plural? ¿Quedan lectores RSS populares que no se llamen Google Reader?) que, ya no cabe duda, son un producto de nicho para consumidores de información en grandes cantidades, para los que es un engorro ir haciendo clic en el tuit de turno (o el enlace en Facebook, o lo que sea) para acceder a la web que contiene todo el texto. Sólo hace falta tocar madera para que en Google no se les ocurra hacerle a Reader lo que Ask le ha hecho a Bloglines.
PS En paidContent aportan más datos: hay estimaciones que sitúan la caída de tráfico de Bloglines en el último año en un 71%… y las de Google Reader en un 27%. No es una buena noticia…