El pasado remoto ya no es lo que era…

…ahora está mucho más cercano. Me explico. Hace un rato me ha dado, cosas que me dan a mí, con el rediseño de Pitchfork por su decimoquinto aniversario, por mirar qué críticas publicaban hace diez años. Por aquello de revisar las notas… Y me encuentro con el White Blood Cells de los White Stripes, que salió hace poco más o menos una década justa. Y me encuentro con la siguiente joya (traduzco, énfasis mío):

De hecho, ahora el problema es encontrar tiempo para el siguiente disco a analizar; lo que quiero hace es escuchar a los White Stripes. Lo he pasado a cinta para el Walkman en el clásico formato de casete— cabe fácilmente en la cara A de mi Maxell de 90 minutos. Continuamente desperdicio preciosa energía de las pilas avanzando en fast forward por la cara B para poder volver a White Blood Cells.

Y me pregunto… si un chaval de quince años (nacido con Pitchfork, vaya) lee ese párrafo, ¿entenderá algo?


PS Sí, entrada tonta después de más de un mes sin publicar nada en el blog. A ver si me desperezo un poco y recupero ritmo…

29 años de walkman

Corría el uno de julio de 1979 cuando salió al mercado el primer walkman al mercado. La marca walkman sobrevive de la mano de Sony, pero hace ya mucho, muchísimo tiempo que la cinta de casete dejó de ser un formato viable para la comercialización de música (en 2001 ya representaba menos del 5% del mercado), aunque se siguen fabricando. Peor que los casetes está el CD, eso sí, que nació en 1982, casi dos décadas más tarde que la casete, y al que todo parece indicar que le quedan dos telediarios…