LA botella

Una botella de vino negra, con el texto USB. Con unos y ceros se dibuja un árbol y un puerto USB por encima y por debajo del USB, respectivamente;
Botella de 'port USB'

Últimamente nos dedicamos a engordar la etiqueta geek del blog, pero hay cosas que uno no puede dejar de postear. Como esta botella.

La historia: eso es una botella de vino dulce «estilo Oporto» de una bodega californiana. En inglés, «port». Pero por una nueva normativa de denominaciones de origen, en la bodega (Peltier Station) ya no pueden usar la palabra ‘port’. La solución de los diseñadores (6 West Design, especializados en el mundo del vino), como ya habéis visto, merece que les vayan guardando sitio en el olimpo de los ‘geek’. Puntos extra: el dibujito del árbol y del puerto USB (‘port’, insisto) está hecho con unos y ceros… que en binario y ASCII son la transcripción de ‘Pelter Station’. Brillante.

El mundillo geek se las va a quitar de las manos para regalarlas estas navidades, sin duda. Y ya tardáis en comprarme una (25 dólares de nada), que solo han hecho 250 cajas.

Vía, fuente.

No todos los cables son iguales

El misterio, de los que provocan dolor de estómago. Mi disco duro portátil (un Western Digital de 250 gigas), de golpe, se negaba a funcionar en el portátil con el que no había tenido ningún problema tan solo veinticuatro horas antes. Se trataba del ‘netbook’, el Acer Aspire One (más en este blog) y estaba desconectado de la corriente. Seguro, pensé, que es que no tiene suficiente potencia (aunque, insisto, veinticuatro horas antes sí la tenía). Lo enchufo. Y que no. Me rasco la cabeza y me voy al despacho, a enchufarlo al portátil de verdad (un Dell XPS M1330). Y tampoco. Ni desconectado de la corriente ni conectado. Le echo la culpa a los astros y dejo pasar la noche. Preocupado por un buen montón de datos que hay dentro del disco, como es natural, pero sin perder el sueño. Repito el experimento a la mañana siguiente y, como buen científico, replico sin problemas el fracaso de la víspera.

Hasta que, naturalmente (el nombre del asesino está en el título) se me ocurre usar, en lugar del cable USB cutre, uno ‘de marca’ (Sony, para ser exactos). Maravilla de maravillas, todo vuelve a funcionar. Quién lo iba a decir…

¿¡Anillos de pedida USB!?

Esbozo de unos anillos de pedida con memoria USB

Uno se considera bastante ‘geek’, pero jamás haría algo así… Los anillos del dibujo no existen más que como esbozos e ideas, pero solo el hecho de que se le hayan ocurrido a a alguien ya me parece fascinante: anillos de pedida con memoria USB. La guinda: si unes ambos anillos, se transfieren los archivos que contengan automáticamente. Se me ha roto el freakómetro…

Vía.