Se me escapa por qué esta historia no está dando más vueltas por la web. A veces hasta me pongo ‘conspiranoico’… Y es que Veetle.com es uno de esos sitios que debería estar haciendo mucho ruido…
- Spotify ha demostrado que el P2P es una tecnología viable para distribuir audio sobre internet en tiempo casi real. Pasar al vídeo debería ser una cuestión de echarle más ancho de banda al asunto, pero poca cosa más… Y sin embargo, no me suena ninguna iniciativa al respecto.
- Mientras tanto, distribuir vídeo a través de internet es tan caro que todo parece indicar que sólo la tremenda inversión en infraestructura de Google permite a YouTube no morir en el intento (e, incluso, quién sabe, obtener beneficios en algún momento).
- Y aún así, a pesar de que los números del vídeo en línea llevan tiempo subiendo a ritmos exponenciales, les falta mucho para llegar a los números de la televisión: dicen por ahí que el internauta medio consume unos quince minutos diarios de YouTube. A una cierta distancia de la penetración de la tele, a un mundo todavía de las tres horitas de tele, poco más o menos, que se come el consumidor medio.
- Mientras los medios en línea siguen intentando encontrar un modelo de negocio viable, está más que demostrado que la gente está dispuesta a pagar por disponer de tropecientos canales de televisión (y que los anunciantes, a su vez, están dispuestos a pagar por los ‘eyeballs’ de esos televidentes, a granel, mucho más de lo que pagan por la publicidad en línea).
¿Qué ofrece, mientras tanto, Veetle? La [al menos aparente] solución al problema: un plugin, disponible para una buena masa de sistemas operativos y navegadores, que permite, por un lado, la posibilidad de consumir tele ‘como toda la vida’: acceder a un canal y ver lo que están emitiendo (a lo que estaba emitiendo hace unos segundos, de hecho, pero ya nos entendemos…). Nada de ‘on demand’: o te interesa, o ‘cambias de canal’, o ‘apagas’. Y no hay más. Por otro lado, el mismo plugin te ofrece la posibilidad de abrir tu propio canal, capturando de una sintonizadora de televisión, programando unos cuantos vídeos que tengamos por el ordenador o, finalmente, capturando cualquier fuente de vídeo que tengamos conectada al ordenador… ¿Necesidades para emitir? Un ordenador medianamente potente (pero para nada un ‘cañón’) y una conexión con un ancho de banda de subida ‘casi-razonable’ (esto es, 600, 800 kilobits, un megabit… nada extraordinario… a no ser que tengas contratada una ADSL española, en cuyo caso ya te puedes dar con un canto en los dientes si llegas a los 512 kilobits).
¿Qué hay hoy en Veetle? Como podría esperarse, contenidos de legalidad cuando menos dudosa: un puñado de canales dedicados a la emisión de películas y series de televisión (con ‘canales’ dedicados en exclusiva a los Simpson o American Dad, por ejemplo) o a la reemisión de acontecimientos deportivos o canales de televisión (y eso es lo que hay a la vista: cuando uno se pone a emitir contenido cuenta con la opción de no publicar su ‘canal’).
¿Cuál es el futuro a corto plazo de Veetle? Primero, conseguir crecer y sobrevivir en un campo de minas importante, con lobbys muy interesados en mantener la escasez [artificial y relativa] de canales de emisión usando, entre otros medios, la legislación presuntamente escrita para proteger la propiedad intelectual. Después, legitimar su oferta ofreciendo contenidos ‘legales’ (las comillas van por la dificultad de definir legal, ilegal y alegal, no por ninguna otra cosa). De momento, estos días están promocionando en portada la emisión de un torneo veraniego de fútbol, que es un paso modesto pero en la dirección correcta.
¿Y después? Si sobreviven a una infancia de alto riesgo, el futuro no tiene límites. Las posibilidades de rentabilizar un canal a base de micropagos, si los costes de infraestructura son mínimos: canales temáticos como los que ya se ofrecen ‘bajo mano’, emisión de acontecimientos deportivos de mediana audiencia, actos públicos de interés para comunidades limitadas… y la posibilidad de poner en manos de cualquiera, finalmente, la posibilidad de su propio canal de televisión.
Habrá que prestar atención.
Hay varias cosas: Voddler, también escandinavo, es más parecido a Spotify. Solo se puede tener acceso desde los territorios que tienen derechos. Zattoo es directo de los canales convencionales, sigue funcionando en España, Suiza, Reino Unido, Alemania. Si te sales de emisiones en directo, hay inmensidad de servicios. Los directos los están haciendo las cadenas directamente.
No veo a Veetle como «gran esperanza blanca» de nada. De entrada, nada que no tenga los derechos oportunos y que esté en los Estados Unidos tiene ningún futuro. Al menos, mientras las leyes no cambien. Como dices con los costes, al broadcast le queda larga vida: es mucho más barato y eficiente. Mucha gente ha visto el mundial por internet, pero incomparable con los que lo han viso en la tele convencional. Y el broadcast conectado que pemitirá funciones interactivas en serio (eso es Canvas y Hbb, estandares apoyados por grandes fabricantes y broadcasters, todo ello con Google entrometido) ya está aquí. Es decir, podrás cambiar de canal y acceder a los servidores de los canales convencionales con total naturalidad para ver contenido ondemand sin tener otra cajita ni cambiar de tele y controlado por los fabricantes y emisores de siempre.
Los medios online ya tienen modelos de negocio viables; se llaman Hulu y Netflix, que crecen sin parar y ganan dinero. El segundo con combinacion física, que es su origen. En España, alguno empata. El problema no es el modelo de negocio de los operadores online, es el modelo de los productores. Pero, lo cierto, es que los productores siempre han sido los que menos ganan en esto: son los distribuidores y las televisiones (una forma de distribución) los que acaparan el valor. En el caso de los éxitos – que son el negocio, lo otro no sirve – los otros que ganan son el talento. Pero el productor… en realidad, es un asalariado en la mayoría de los casos, aunque los haya con sueldos millonarios.
Comentas acertadamente que la gente paga por disponer de canales. Existe un gran debate sobre el futuro del pago porque se piensa que la gente quitará sus subscripciones para pasarse al ondemand por internet. Hoy por hoy, no está pasando. Además, los servicios tradicionales de subscripción están incrementando su potencia tecnológica para atar más al usuario: HD, 3D, PVR’s de hardware y en red…. Súmale la presencia de los mejores contenidos, que es lo que mueve el negocio, y ya lo tienes.