No es que uno se haya portado demasiado bien este año, pero Visa, MasterCard y American Express han sustituido a Gaspar, Melchor y Baltasar y estas navidades han sido absolutamente androides en otro blog más. Si hace unos días comentábamos la experiencia de jugar con un Samsung Galaxy Tab un buen rato, en los últimos días han llegado a «can obm» dos androides más, esta vez en propiedad (la tarjeta de crédito se va a pasar el resto de las navidades en la UCI): un Dell Streak y un Nook Color de Barnes & Noble.
De momento he jugado bastante con el Streak y estoy encantado con él (lo comentaré más a fondo dentro de unos días), mientras que el Nook es apenas un neonato que no lleva fuera de la caja ni dos horas… Pero ya ilustran perfectamente qué es Android: fragmentación, para lo bueno y para lo malo. Sí existe una gama del mercado, mayoritaria, seguramente, que presenta una cierta homogeneidad: los aspirantes a «iPhone killer» (entre nosotros, o Apple pierde mucho el norte o nadie va a matar al iPhone, pero intentándolo los fabricantes Android están dando pasos de gigante y beneficiándonos a todos). Pero lo que está haciendo Android es inundar el mercado a base de invadir hasta el último agujero del mercado. Y así tenemos en la foto dos dispositivos tan radicalmente diferentes como el Nook y el Streak: de la experiencia Android más cerrada (falta ver qué abrirá y no abrirá Barnes & Noble en su Market, pero ya podemos anticipar que no será mucho, y mientras tanto los ‘roots’ ya corren por ahí) a una prácticamente ‘pelada’; siete y cinco pulgadas, en un mercado que ya tiene algunos modelos más grandes e infinidad de ellos de menor tamaño; cámara o no; bluetooth o no; GPS o no…
Android difícilmente va a conseguir por esta vía dar una experiencia de usuario de máximos como la de Apple, pero sí colocará muchísimos dispositivos en el mercado y, de reaglo, presentar un perfil muy atractivo para el desarrollador. Y como dice Ballmer… developers, developers, developers, developers!