Abandonar Pandora fue todo un mal trago. Pero hay que reconocer que el poder social de last.fm, y la capacidad de convertir sus recomendaciones en una emisora de radio personalizada con un solo clic están haciendo que la cosa sea más fácil de superar.
Pues nada, que si alguien aún no ha probado el servicio, mi perfil está ahí por si os queréis hacer una idea.