A finales de 2023, cuando salieron las Ray-ban Meta, escribí una cosilla breve sobre lo mucho que me cabreaba que a Meta no se le hubiese pasado por la cabeza la potencial utilidad del cacharrito para las personas con discapacidad visual (tampoco es que el tema apareciese en los medios en los que yo vi noticias al respecto, debe decirse).
Las gafas Ray-Ban Meta Smart Glasses no son un dispositivo específicamente diseñado para personas con ceguera, aunque presentan algunas funcionalidades que podrían resultar interesantes para este colectivo.
Si bien la aplicación Meta View es en gran medida accesible a través de lectores de pantalla y las gafas ofrecen la posibilidad de realizar llamadas, videollamadas, enviar mensajes y reproducir audio, la utilidad para personas ciegas se ve limitada por la imposibilidad de utilizar plenamente la IA para la descripción de imágenes y la lectura de textos en español.
A pesar de estas limitaciones, la posibilidad de realizar videollamadas y permitir que el interlocutor vea a través de la cámara de las gafas podría ser una característica valiosa para algunas personas ciegas, así como la posibilidad de realizar diferentes funciones sólo con la voz permitiendo al usuario tener las manos libres.
Con la llegada de Meta IA a Europa quiero pensar que a la barrera del idioma no le queda mucho para caer, pero me da a mí que a Meta no le dará por promocionar los usos para esas personas (aunque sería una excelente ocasión para lavar un poco la imagen que tiene la empresa).
Y solo nos queda desear que alguien sea capaz de sacar un producto equivalente pero abierto, aunque sea cien, doscientos, o trescientos euros más caro.
Es marzo, y toca revisar la revista Byte de marzo… de hace 40 años…
(Ya os avanzo, eso sí, que no es el número más apasionante de los que hemos repasado hasta ahora.)
Algo podemos adelantar: no, querido lector, «bargain» no va ser un ordenador por cien euros actuales.
Abrimos fuego con la editorial:
¿Os suena el discuro «no todo el mundo es WinTel»? Ahora que parece que Intel está entre la espada y la pared, que la arquitectura Arm se come el mundo con permiso de Nvidia y sus GPUs, y que este año del señor de 2025 hasta es posible que podamos comprarnos un ordenador con una CPU de arquitectura RISC-V, ahora es posible que se cumpla que no toda la informática personal se base en las arquitecturas de Intel. Solo han hecho falta… ¿30 años para que eso se hiciese posible? ¿25, siendo muy generosos? Y de Motorola, y su pobre arquitectura 68000, que amenzaba la hegemonía de Intel hace cuarenta años, que en aquellos momentos alimentaba los Macs y, sobre todo para mí, los Amiga, lamentablemente, ya no se acuerda nadie (y Motorola la abandonó hace ya más de 30 años).
Mientras tanto… la invasión MSX de Estados Unidos no acaba de llegar:
Los wearables siguen pegando fuerte:
Y algo se mueve por la accesibilidad:
Más me llama la atención, eso sí, el lanzamiento del Atari ST. Que uno siempre fue claramente más del Amiga que del Atari, pero Atari > Apple > todo lo demás…
Mientras tanto… ya no se hacen interfaces como las de antes:
Y, en productos que, cuarenta años más tarde, siguen estando a punto de «petarlo»… la robótica personal ¡y autónoma! (Como mínimo, es de agradecer que no se fueran a las formas humanoides que tanto han llamado la atención en el Mobile World Congress y que, dejadme vaticinar, no se impondrán).
Algo me dice que esos procesadores 65C02 con 92 Ks de ROM y 74 de RAM van a ir pelín justitos para la entrada y salida de voz, pero qué sabré yo…
En la serie «artículos que provocarían derrames cerebrales» si se publicasen en una revista generalista de informática hoy», toca…
…aritmética entera con 200 dígitos de precisión. (También añadiré que igual elevar un número de nueve cifras al cuadrado está más allá de las habilidades típicas de los niños de diez años de edad de hoy en día… y que no me parece ningún problema que sea así, por otro lado.)
En nuevas tecnologías: ¡las pantallas planas!
Ni los paneles de gas-plasma ni las pantallas electroluminiscentes eran la solución al problema, pero el artículo, hay que reconocerlo, miraba al futuro con ganas. Uno podría pensar que la siguiente pieza también lo hacía…
…pero no, no se trata de un avance del GPS, sino de una sesuda explicación de los fundamentos de un programa para ejecutar los cálculos trigonométricos para navegar por los océanos (esta vez el programa, para el TRS-80 III, era lo suficientemente grande como para no estar su código en la revista, y tener que descargarse vía modem). Qué cosas.
Y llegamos, ahora sí, a la informática «de oferta». La cosa comienza no apta para cardíacos, con los esquemas para hacer un terminal de 80 columas para el Commodore 64 (que, amiga lectora, tenía una pantalla de 40 por 25 caracteres)…
Porque, efectivamente, la frase «si tienes un programador de EPROMs a mano» era una frase que daba mucho menos miedo hace cuarenta años que ahora…
Y qué mejor manera de cerrar marzo del 85 que hablando de gráficos 3D baratos (bueno, hay un artículo sobre XLISP e inteligencia artificial, pero confieso que no me atrevo):
¿Qué son 35 dólares de la época (unos 105, actualizando la inflación) por poder generar esos gráficos ochenteros?
En fin… ya os avanzaba que no era el mejor de los meses en Byte, este marzo de 1985. Os puedo avanzar, eso sí, que abril vine calentito, con número dedicado a… ¡la inteligencia articial!
Si queréis adelantaros, siempre podéis pasaros por https://vintageapple.org/byte a curiosear. Y si no, pues… hasta el mes que viene.
Veamos qué nos depara la edición de febrero de 1985 de la revista…
Vamos a comenzar con la sección de cartas, esta vez:
Servidor es un fan de las interfaces textuales y de controlar las cosas con el teclado como el que más. Pero, Ann, donde quiera que estés, espero que hayas olvidado tu clarividente carta… (¿Podría yo haber escrito una carta similar? No pienso responder si no es en presencia de mi abogado.)
Saltemos ahora al What’s New: y esta maravilla de portátil:
Las cosas que te podías comprar hace 40 años por apenas 2200 dólares de la época. Los buenos viejos tiempos… (El teclado inalámbrico, por cierto, es todo un detalle.)
Pregunta: ¿recogerá César todo lo que tenga que ver con Commodore? Respuesta:
Buenas ideas sobre el papel que no lo son en la práctica… Todo el software del Commodore 64, más CP/M, más un ordenador nuevo, por menos de 400 dólares, deberían haber servido para continuar con la misión de Commodore de dar más por menos y llevar la informática personal a cada casa de planeta. En la práctica, CP/M ya había muerto a manos de MS-DOS y el tener todo el software del 64 hizo que básicamente nadie desarrollara nada específico para el 128… Dice la wikipedia que vendieron dos millones y medio de unidades, que no está nada mal, pero en la práctica, me da a mí, deberían contabilizarse más como Commodores 64 que otra cosa. (Por cierto: «maravillosa» la velocidad de los discos nuevos, ¿eh?)
Pasemos ahora a nuestro leitmotiv «no hay nada nuevo bajo el sol»:
¿He oido Starlink? (No, no es lo mismo, que la tecnología de la época solo permitía un modelo broadcast. Pero.) Y vamos a seguir con ello, con una segunda misiva de los lectores, en esta ocasión de la sección «Ask Byte»:
¿Alguien tiene los ánimos para contarles a Paul y Steve que, cuarenta años más tarde, todavía quedan tantísimas cosas por resolver en esto de las «smart homes«?
La sección de crítica de libros de Byte, ya lo hemos visto en alguna ocasión, tenía buen ojo para localizar libros de largo recorrido:
Sí, el libro en el que presuntamente se basa la peli de 2014 con Benedict Cumberbatch haciendo de Turing (me consta que se lo leyeron, pero menudo destrozo le hicieron). Los fans de Turing, por favor, no se retiren y sigan leyendo:
Es obvio a posteriori, pero a mí me da un cierto vértigo pensar que, teniendo yo once añitos, estuviese vivo un colaborador de Alan Turing (y ni siquiera era tan mayor: tenía 65 años, aunque fallecería al año siguiente), y que yo podría haber leído esa entrevista por aquel entonces (que Byte entraba con una cierta regularidad en mi casa).
El John C. Nash que firma la piez, por cierto, no es el John C. Nash que por aquel entonces estaba a punto de comenzar a trabajar para Xerox y que acabaría fundando una compañía llamada Adobe que quizás os suene. Este era «solo» un profesor de la Universidad de Otawa dedicado a la computación científica. Para completar la lista de nombres famosos de la entrevista y los saltos atrás en el tiempo difíciles de digerir, aparece en ella un Charles Darwin bisnieto de ese Charles Darwin.
La entrevista es bastante técnica y no sé yo si interesará mucho al público en general, pero aparece en ella un «cabreo» que contribuyó a llevar a Turing de Cambridge a Manchester, donde acabó siendo condenado por su homosexualidad, resultando en su suicidio. Quién sabe, igual sin ese cabreo la historia de la ciencia del siglo XX habría sido diferente (Turing, en sus últimos años, se dedicó a investigar en temas de biología (en serio) que hace solo unos pocos años que se han recuperado).
En la sección «cosas que hoy son obvias pero que hace cuarenta años había que explicar con detalle», hoy toca… el correo electrónico (bueno, quién sabe, al ritmo al que vamos igual dentro de diez años tenemos que volver a explicar qué es el correo electrónico a gente joven que no la ha usado jamás en su adolescencia y que sufren un cierto shock traumático al tener que usar algo que no sea mensajería instantánea y redes sociales).
Acérquese al artículo por la curiosidad de qué habrá que explicar sobre el correo electrónico… y quédese por joyas como
«Puedes acceder a MCI Mail con una llamada local en 64 ciudades del país y con un número gratuito en su sede de Wahsington DC». No, queridas: el correo electrónico no «es» un programa. No «es» una URL. Es… ¡un número de teléfono!
«Puedes usar estos números con tu ordenador para transmitir cartas y documentos a otros suscriptores de MCI Mail en los Estados Unidos y Canadá o a direcciones de Telex de todo el mundo». 🤯
«Si el receptor no tiene ni MCI Mail ni Telex, se le puede enviar una copia en papel de la comunicación».
¿Cómo os habéis quedado? A ver si creíais que os iba a poner el artículo así porque sí…
(Por cierto, a ambos servicios se podía acceder con módems de 300 ¡o hasta 1200! bits por segundo.)
Y cerramos con otro clásico: «artículos que hoy harían explotar cabezas»:
Publique usted hoy un artículo en una revista generalista de informática (por muy introductorio que sea) sobre modelado macroeconómico y resolución de sistemas de ecuaciones con métodos iterativos, publique…
De momento, una portada poco definida: ¿a través del reloj de arena? ¿No era a través del espejo? (Así entre nosotros, el número es un poco batiburrillo…)
Pero seguimos con aquello de «plus ça change». ¿Os suena este debate? ¿Lo creíais nuevo? ¿Le habríais puesto los cuarenta añazos que tiene? (Si es que no son más, claro.)
Resulta ser que en los debates a las anteriores elecciones en Estados Unidos (Reagan versus Walter Mondale) había salido el tema de delegar decisiones militares en máquinas… y el editor de Byte se sintió obligado a poner un cierto límite a la discusión y recordar que la responsabilidad, en cualquier caso, es humana.
Otra cosa «reciente»: el interés de la sociología y la psicología por el impacto de los ordenadores en las personas, como demuestra que en 1984 la socióloga Sherry Turkle ya escribiese sobre el tema en The Second Self, que recogen en la sección de libros de este mes:
Temas que citan: la interacción entre niños y juguetes electrónicos y ordenadores, cómo nos cambia tener un ordenador, la posibilidad de que en el futuro las máquinas piensen, cómo la inteligencia artificial del futuro llevará a una nueva ciencia de la mente…
Bonus points: que no se diga que no tengo buena vista: el libro fue lo suficientemente importante como para que se reeditase 20 años más tarde, en 2005: aquí lo tenéis en Amazon.
Los que tengáis buena memoria recordaréis que en la entrevista con Woz del número anterior había un «Part I» en el título. Pues bien:
Ya nos hemos acostumbrado a que las revistas de la época entraran mucho más en los detalles técnicos que las actuales, pero… ¿la implementación de soporte de 16 bits en el BASIC de una máquina de ocho bits? Wow. Y el nivel no baja en las preguntas que siguen. Más interesante se pone la cosa cuando le preguntan por el accidente de avión que tuvo en 1981 y las secuelas que le dejó, y que le llevó a dejar Apple durante un año para volver a la universidad y acabar la carrera (Woz volvería a dejar Apple, esta vez definitivamente, poco después de esta entrevista). Muy interesante, también, la separata sobre la hoja de cálculo (en aquel momento se hablaba de clones de VisiCalc, no de hojas de cálculo) para el Apple II en que Woz participó, y que ya en 1984 era una pieza de coleccionista. O el momento en que comenta que el IBM PC le sacaba más provecho a la RAM que el Apple II, o sus opiniones sobre el Apple III, el primer fracaso comercial de Apple. De toda la entrevista, en cualquier caso, me quedo con esta cita:
I think that when a new market evolves, like personal computers did, there’s a period of time when you’ve got to let the world go in all random directions, and eventually it will subside because it wants standardization. Then, once it’s obvious what the standards are, they should be heavily supported by the manufacturer. You can’t try to dictate a standard.
Unas cuantas páginas más adelante nos volvemos a encontrar con un tema de rabiosa actualidad en 1984:
Sí, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos había declarado la inteligencia artificial una de las tecnologías más críticas, y ya había material como para escribir una «breve historia de la IA» que arrancaba con el lenguaje LISP.
En los ochenta, la divisoria que representaba el Atlántico sobre la informática personal parecía más difícil de cruzar que un océano. Y es por ello que me hace especial gracia encontrar en una revista yanqui un artículo sobre un ordenador europeo:
Como dice el artículo, el Commodore 64 era el único ordenador personal a ambos lados del charco (y mientras que en Estados Unidos lo normal era tener la disquetera, la mayoría de europeos nos contentábamos con el almacenamiento en casete, con lo que, básicamente, el mismo ordenador era muy diferente en un lado y en el otro). Y muchos estadounidenses debieron enterarse de lo que era un Amstrad (un 8 bits bastante razonable, por cierto, es lo que era) con esta pieza.
Siguiente tema (y vamos cerrando ya). ¿He dicho en algún momento que las revistas de la época entraban en materia hasta niveles espectaculares?
Dentro de un mes o dos me toca dar una clase de introducción a la combinatoria en una asignatura de primero de una ingeniería… y va a ser más o menos igual de intensa que esta pieza de «recreaciones matemáticas» de una revista generalista…
Y para cerrar: qué envidia un tiempo en el que no hacían falta RGPDs para que los editores tuvieran algún momento de lucidez ética, al menos de vez en cuando…
El mes que viene, más. (O no, quién sabe.) Y como siempre, si os queréis ir a la fuente, https://vintageapple.org/byte/.
Pues nada, un mes más, un número más de la revista Byte de hace cuarenta años.
¿Perdón? ¿Parece ese Data General/One de la portada… un portátil moderno pero en 1984? Saltemos al mega anuncio a cuatro páginas que nos encontramos un poco más adelante en la revista y…
…el DATA GENERAL/One, con su compatibilidad con el PC de IBM y sus «menos de once libras» (cinco kilos casi clavados), sus dos disqueteras (¡de 3½!) y su pantalla ¡LCD! de 80×25 (640×200 monocromísimos píxels, cuando lo habitual era no pasar de 480×128 (nótese que Byte, en su portada, manipula la imagen para mostrar una pantalla con un color y una resolución que no llegarían en décadas (y lo hacen sin usar Photoshop, que no comenzaría a desarrollarse hasta 1987 y no llegaría al mercado hasta 1990: la manipulación de imágenes es muy anterior))) es lo más parecido a un portátil «de los de ahora» que habíamos visto hasta el momento 🤯. Dice la wikipedia que la pantalla, a pesar de lo espectacular para la época, no era una maravilla, con escaso contraste y más escaso aún ángulo de visibilidad. Otra de las cosas que limitaron su éxito fueron las disqueteras de 3½ y 720 kilobytes, poco habituales en la época, que por muy superiores que fueran (que lo eran) a las de 5¼ (y sus 360 kilobytes), lastraron el ordenador por la poca disponibilidad de software en el formato… No hay nada como ser compatible. (También dice la wikipedia que venía con una bolsa Pierre Cardin, por cierto.)
¿Es precioso o es precioso? Por cierto: soy el único que estaría dispuesto a cargar con un ordenador algo más grueso y pesado para tener, de verdad, un teclado en condiciones?
Avanzando unas pocas páginas llegábamos a una «descripción de producto» (que no review, que prometen para unos números más tarde)…
IMAGINE UNA COMPUTADORA PORTÁTIL que pesa solo 10 libras, pero tiene una pantalla de tamaño completo, un teclado estándar y dos unidades de disco. Imagine que puede funcionar hasta ocho horas con baterías incorporadas o usar una toma de corriente de pared común. Ahora imagine que es compatible con el software de la computadora personal IBM PC y puede tener hasta 512K bytes de RAM interna. Imagine dos puertos serie, un módem incorporado opcional y un bus de expansión que le permitirá conectar el sistema a un monitor en su oficina o agregar hardware de terceros.
Y sigue la cosa con la referencia a un artículo del mismo año sobre los portátiles del futuro que imaginaba una máquina así para dos o tres años más tarde. Una lástima que se adelantasen un poco demasiado al futuro y se estrellasen comercialmente con el cacharrito. No eran los primeros en hacerlo, ni fueron los últimos.
Más cosas… ¿sabíais de la existencia de Agat, el ocho bits soviético clónico del Apple II? Yo no. Segundo 🤯 de este post para él. «Maravillosa» la ilustración del artículo, inevitable en tiempos de guerra fría.
Por cierto, el artículo de la wikipedia hace referencia al artículo de Byte. Que no se diga que no hacemos uso de fuentes primarias.
El resto de la revista, inevitablemente, no puede sostener el nivel visual del One y del Agat. Pero no deja de tener su interés el segundo tema de portada: los nuevos chips. Destaco tres piezas:
«De acuerdo con la mecánica cuántica, los electrones orbitalizados quedan restringidos a ciertos valores de energía. Solo se permiten determinados niveles de energía. Para un único átomo, los niveles de energía permisiblesson discretos, mientras que un material sólido tiene un amplio rango de energía permisible». Lo normal en un artículo de divulación en una revista de quiosco.
Después de la introducción a los semiconductores, el 68020 de Motorola, el procesador de «mi» Amiga 1200, lanzado en… ¡1992! El 1200 usaba una versión barata del 020. Pero, en cualquier caso, ¿os imagináis lanzar hoy en día un ordenador basado en una CPU de ocho años de edad?
Y después del 68020… chips RISC. Esto es, los inicios de la arquitectura en la que se basan los actuales procesadores Arm de tu móvil.
Y cerramos con un par de anuncios. Uno será siempre de calculadoras HP (larga vida a la HP 48), pero hay que reconocer que las Texas Instruments siempre estarán ahí, y que, si no te atreves con la notación polaca inversa, molan lo suyo:
Y cerramos, ahora ya sí, con CEOs que hacen sus pinitos como modelos publicitarios. No tengo palabras.
Windows 1.0, por cierto, no saldría al mercado hasta noviembre… de 1985
El mes que viene, más. O no. Y como siempre, si os queréis ir a la fuente, aquí la tenéis.