Shrek 2

A base de estrenar las cosas tarde, en Hollywood han conseguido que vea Shrek 2 más de un mes antes de que se estrene por aquí. ¿Cómo lo tengo que decir? A mí, las pelis, me gusta verlas en el cine, pagando, y con palomitas. Y habría preferido verla por doce euros (entrada+palomitas) que por la cara, la verdad. Y supongo que aun me gastaré los doce en verla por segunda vez.

Hala, ahí queda mi ‘cabreo’. No les habría costado nada estrenarla en todo el mundo al mismo tiempo. Ah, sí, la película. No tan buena como la primera (pelín demasiado densa en momentos azucarados) pero se deja ver sin problemas.

Lo mejor, algunos de los números del ‘minimo con botas’ (o como lo quieran traducir), Antonio Banderas. En serio.

2 many djs

Muchísimas cosas (incluyendo streams de audio) sobre 2 many DJ’s. 2 many DJ’s son dos discjockeys belgas que se dedican al freestyle. Esto es, a meter en una sesión los discos más variopintos posibles. Y son unos auténticos monstruos (en As heard on Radio Soulwax Part 2 suenan Kylie Minogue, la Velvet Underground, The Stooges, Garbage, el 99 Luftballons de Nena, 10CC, el 9 to 5 de Dolly Parton y hasta 38 canciones más, ¡y les cuadra!).

50 momentos del pop

En el Guardian, 50 momentos de la historia del pop. (I Can’t Get No) Satisfaction, The Star Spangled Banner en Woodstock, los Stones en Altamont, God Save the Queen #1 en Reino Unido, el asesinato de Lennon, el lanzamiento de la MTV, Ronald Reagan usa Born in the USA como música para su campaña, Blur vs Oasis, Napster…

[Escuchando: Rajamanta – Digitano & Cdm – Cafe del Mar – 09]

The Confusion, de Neal Stephenson (II)

Me lo acabé. ¿Y ahora cómo espero yo a que editen el siguiente? Un final de infarto. Hasta las dos de la mañana sin poder soltar el libro, para acabar con las últimas ciento y pico páginas. Me va a dar algo. Sobre lo que ya comenté, poco más que añadir. Si acaso, que conforme va avanzando el libro va cogiendo más y más ritmo, y se va haciendo más entretenido e interesante. Y que la criptografía y la estenografía aparecen un poco más en la segunda mitad.

Por cierto, he leído en una entrevista con el autor que hay cosas en el Criptonomicón que sin esta trilogía no tienen demasiado sentido. O sea que tocará relectura en septiembre. Aunque me imagino por donde va la cosa…

[Escuchando: Luna – Smashing Pumpkins – Siamese Dream]

The Confusion, de Neal Stephenson

En slashdot tienen una entrada sobre The Confusion, el último libro de Neal Stephenson. Lo curioso es que afirman que ha salido hoy mismo, cuando yo lo tengo desde el lunes pasado, cortesía de amazon :-), y voy por la página cuatrocientos sesenta y algo. Donde sí estamos de acuerdo, es en el juicio lapidario (traduzco): si te gustó Quicksilver, este es mejor; si no, no te molestes.

Paréntesis: En español Quicksilver se editará en tres volúmenes, todos traducidos por pjorge. El primero de ellos, Azogue, ya está disponible.

Lo que no sé es cómo se lo va a montar Ediciones B para partir el libro en tres. Dado el volumen de los últimos libros de Neal Stephenson, el Criptonomicón salió en España en tres volúmenes (El código enigma, El código pontifex y El código aretusa, 8,08 euros unidad en la edición de bolsillo en la fnac). Con Quicksilver la cosa fue/será más fácil, ya que el tomo original está dividido en tres partes. Pero el título de este segundo volumen de la trilogía (aquí, ¿nonalogía?) ya indica que la cosa no será fácil, ya que el autor ha ‘con-fundido’ (el guión es suyo) dos libros que se entrecruzan en el tiempo, para evitar la confusión del lector (si él lo dice…), con lo que los puntos dónde romper el libro de manera mínimamente natural son como mínimo difíciles de elegir.

Ah, sí. Que si me está gustando. Pues bastante. Los que hayan leído Quicksilver recordarán el auténtico rompecabezas que es. Y los que no, una indicación: de las páginas 917 a 927 son un Dramatis personae para que el lector no se pierda más de lo necesario… Aquí la cosa se relaja bastante, ya que casi todos los personajes ya son conocidos del tomo anterior y la sensación de desconcierto se mitiga considerablemente.

Los personajes siguen dando vueltas por Europa en sus odiseas particulares (bueno, de hecho alguno ya ha llegadao, a estas alturas, a Oriente Medio). La obsesión de Stephenson por el dinero y los mercados financieros sigue presente y bien presente. La criptografía, al menos de momento, aparece bastante menos que en Quicksilver o Cryptonomicon. Y sigue habiendo emoción y humor en la dosis necesaria para consumir tal barbaridad de páginas.

¿Se podría haber escrito en menos páginas? Desde luego. El autor abandonó hace tiempo lo de ‘lo bueno, si breve…’. Pero las descripciones retorcidas y minuciosas, de batallas, o anécdotas, o qué se yo, no dejan de ser parte de su estilo. Las 460 páginas que llevo se podrían haber condensado en 300 sin perder nada del hilo argumental básico, pero no habría sido lo mismo.

¿Y si lo recomendaría? Pues no. Me explico. Cryptonomicon es un libro genial, en mi opinión. Quicksilver, no. Está bien, pero es demasiado difícil para poderlo disfrutar del todo. Este vuelve a estar muy bien. A trozos, al nivel de Cryptonomicon. Pero claro, para poderlo disfrutar hay que pagar el peaje de Quicksilver. Y eso es mucho peaje.

¿Recomendación? Atacar el Criptonomicón. A precio de bolsillo uno de los libros no es una gran inversión. Si el gusto coincide con el mío, leer uno y los tres es lo mismo. Después, a por Azogue. Con un poco de suerte, al acabar el Criptonomicón ya estará en edición de bolsillo y, encantados como estaréis con los tres anteriores, un libro más a riesgo perdido no dolerá mucho. Y si no lo encontráis malo, seguir avanzando, pensando que para el cuarto volumen la cosa mejorará…

[Escuchando: Stevens Last Night In Town – Ben Folds Five – Whatever And Ever Amen]