¡amazonmp3!

El banner de amazonmp3

En beta y, lo que es peor, de momento sólo para Estados Unidos, pero ya está en funcionamiento amazonmp3, la tienda musical sin DRM de Amazon (blog-anuncio).

A destacar:

  • Los datos estadísticos previsibles: más de dos millones de pistas de 180,000 artistas de hasta 20,000 sellos discográficos (algo me dice, eso sí, que la mayoría de la música proviene de cuatro de esos sellos…).
  • Las canciones, a 90 céntimos de dólar y los discos a 9 dólares para los éxitos, y entre 6 y 9 dólares para ‘la mayoría de discos’. Demostrando que la competencia es buena para el consumidor (y que de alguna forma hay que robarle ‘market share’ a iTunes) y, además, que el modelo del precio fijo ni es irrompible ni (más importante) hace falta que se rompa hacia arriba.
  • Los rankings y el motor de sugerencias de Amazon. No por obvio deja de ser una gran idea.
  • A destacar que destaquen (valga la redundancia) lo de «music downloads for any media player» y que pongan los reproductores de Apple, Microsoft y Sansa en la foto.

A ver para cuándo sale en Europa…

PS El formato, MP3 a 256 kilobits.

PPS En Ars Technica se han pasado la mañana de pruebas (afortunados ellos, que viven en Estados Unidos y pueden). Más cosillas que cuentan:

  • Para comprar pistas no hace falta soft, pero sí para comprar el disco «a precio de disco». El programilla está disponible, de momento, sólo para MacOS X y Windows, con lo que hará falta algo como Wine para comprar directamente discos enteros desde Linux, a la espera de que saquen el cliente, que ya está anunciado.
  • La interfaz web sí la he podido probar y está en la línea «de calidad garantizada» de Amazon, con un poco de Flash para preescuchar fragmentos de cualquier tema.
  • No se ofrece (como sí hace eMusic, por ejemplo) la redescarga gratuita de canciones, o sea que mejor andarse con ojo y hacer copias de seguridad.
  • Lo que se adquiere no es un archivo MP3 sino una licencia no transferible, que no permite ni la reventa ni el préstamo a que tendríamos derecho con un CD.
  • Faltan los catálogos de Sony BMG y Warner.

Spook Country, de William Gibson (I)

Comienzo a leerme Spook Country, el último de William Gibson. Salió al mercado a principios de agosto, o sea que es una absoluta no-noticia. Pero ni lo tenían en Gigamesh ni me pareció pertinente pagar los gastos de envío de Amazon Reino Unido (cinco libras es lo que hay que añadir al precio de un libro en concepto de gastos de envío), por lo que he tenido que recurrir al «hermanito express». Su penúltimo, Pattern Recognition, me gustó mucho justo en el momento en que estaba por dejar de comprarme libros suyos, puesto que los tres anteriores me habían decepcionado bastante.

En un mundo hipertextual (¿googletextual?), me quedo, de salida, con el esfuerzo de los lectores de hiperanotar el libro y seguir y documentar hasta la última referencia oscura que ha incluido Gibson (o no, que ya se sabe que los humanos tendemos a hiperanalizar y leer en los textos más de lo que hay en ellos). Así, por ejemplo, en Node Magazine (nombre de una revista al estilo de un Wired fundado en 2006 alrededor de la cual gira parte de la historia) un lector autoerigido en editor / comentarista / anotador / investigador recopila información sobre el universo del libro (haciendo uso, además, de un ‘tumblelog’: node para ello). No deja de ser alucinante como la web y el ‘doscero’ permiten a cualquiera (cualquiera con el talento, las ganas y la constancia, claro está) montar algo así (de la misma forma que aparecieron con la predecible celeridad traducciones del último Potter al español y al francés, como mínimo, en cuestión de días, meses antes de que la máquina editorial se dignase a hacer lo propio).

Algo me dice que el día en que salga a la calle el próximo libro de Gibson todos los dominios relacionados con el contenido del libro estarán más que registrados y que el que desee hacer lo propio lo tendrá (un poco) más difícil para ser descubierto, pero mientras tanto, felicidades a «H.B.», el responsable de la idea.

Seguiremos informando…

Los Stones, también sin DRM

Pues sí. La banda de rock más grande de todos los tiempos (discutiblemente) también se apunta al carro de vender su música en línea, a gran calidad y sin DRM: en MP3 a 320 kilobits por segundo. De momento, exclusivamente en la tienda británica 7digital (que vende a España, y que por tanto queda añadida a la lista de tiendas de música en línea utilizables y utilizadas). De momento ha caído un disco de rarezas :-) (están de oferta, a 5 libras y media el disco, unos 8 euros, que se convertirán en unos días en ocho libras, o unos doce euros, por disco). Para los interesados en estrellas de la época, también tienen a John Lennon en el catálogo. Vía.

¡Teleñecos!

Cuando Jim Henson creó los teleñecos (o los Muppets, en versión original), allá por 1960, alegró las infancias de vaya usted a saber cuántos niños de todo el mundo, que se pasaron (nos pasamos) ni se sabe las horas con Gustavo (o Kermit), Miss Piggy, Gonzo, Animal, Coco, el monstruo de las galletas o Epi y Blas, aprendiendo a contar o cantando Manah Manah.

El clip de arriba es un montaje de segmentos del documental Of Muppets and Men, de 1981, que alguien se ha tomado la molestia de subir en seis partes (una, dos, tres, cuatro, cinco y seis) a YouTube para disfrute de todos los interesados. De nada :-). Vía.

Tony Wilson, 1950-2007

Entrada con nocturnidad y alevosía para celebrar la vida de Tony Wilson, que falleció el viernes de un ataque de corazón a los 57 años de edad. Wilson pasará a la historia como el tipo que fichó a Joy Division o el propietario del club Hacienda, legendario en el Manchester de los ochenta. En el NME, como no podía ser de otra forma, han hecho un exhaustivo seguimiento del fallecimiento de uno de los personajes más importantes de la música británica: la noticia, el obituario o los recuerdos de bastantes artistas, como los miembros de New Order y Joy Division

Y para cerrar, un corte extraído de COOL AS ICE: BE MUSIC PRODUCTIONS: Section 25 – Looking from a Hilltop (MP3, 64kbps), originalmente del disco From The Hip, del 84, con la participación de Bernard Sumner.

PS La entrada de silence is a rythm too.