50 años. ¿Y qué?

So What (Kind of Blue, primera toma) (MP3, 128 kilobits)

Me apasionan los esbozos de obras de arte. Me gustan más los dibujos de los arquitectos que sus edificios. Me emocionan mucho más los pequeños dibujos que hizo Picasso antes del Gernika que el propio Gernika. Pero si algo tiene una magia especial es ese MP3 que abre la entrada. Corría el 2 de marzo… de 1959. Hace nada más y nada menos que 50 años. Nueva York. Manhattan. Un estudio en la calle 30. Miles Davis hace su entrada. Ante él, un repóker de músicos impresionantes: Jimmy Cobb y Paul Chambers al bajo y a la batería, respectivamente, Bill Evans al piano, Cannonball Adderley al saxo alto y un tal John Coltrane en el tenor. Producen Irving Townsend y Teo Macero. No tienen apenas idea de qué van a tocar, solo unos esbozos de escalas y líneas melódicas, porque «así trabaja Miles». Arranca la cinta… y ‘solo’ nace So What (Y qué), probablemente el tema más reconocido y reconocible del jazz. Más tarde, ese mismo día, caerían Freddie Freeloader y Blue in Green. Wynton Kelly, por aquel entonces el pianista habitual de Miles, sustituiría a Bill Evans en uno de ellos.

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Volverían al estudio el 22 de abril para grabar un par de temas más, All Blues y Flamenco Sketches (que firmaría Bill Evans con Miles, como ya hiciese con Blue in Green). El 17 de agosto las cinco piezas salían al mercado. Bajo el título de Kind of Blue. Nada más y nada menos que el disco más vendido de la historia del jazz. Antes habían llegado Milestones o Birth of the Cool. Quedaban todavía por llegar In a Silent Way o Bitches Brew. Pero Miles Davis había hecho, de nuevo, historia.

PS 20090817 Para conmemorar los 50 años de la salida al mercado del disco, Slate ha publicado un imperdible Why Miles Davis’ Kind of Blue is so great.

Introducción al Jazz (II)

Decíamos «ayer» que para entrar en el jazz había que hacerlo en vivo y en compañía. Para los geeks y las geeks que a pesar de ser buenos partidos se quedan en casa y sin compañía, algunos discos para empezar.

Veréis que, entre ellos, la mayoría son saxofonistas. A parte de formar parte mi menda de dicha fauna, puedo prometer y prometo que hay una razón objetiva: el saxo entra bien, porque dicen que tiene un sonido parecido a la voz humana, o porque Dean dice que se parece a Kim Basinger. Un trío básico de jazz (batería, bajo y piano) puede resultar muy duro para empezar, y una big band demasiado demodé.

Ahí van algunas recomendaciones:

Miles Davis – Kind of Blue: impresionante. ¿Qué no se habrá dicho de Kind of Blue o de Miles Davis? Para ser un trompetista, no lo hacía nada mal ;). Un disco para ver virtuosos en movimiento sin sentirse el tonto del grupo, para disfrutar de verdad y para poder explorar en nuevas direcciones, tanto atrás en el tiempo, hacia un jazz más clásico, o hacia adelante, junto a John Coltrane o el mismo Davis, a un jazz más introspectivo — el primero — o más experimental y vanguardista – el segundo.

Ben Webster: No me atrevo a aconsejar nada en concreto de él. Una buena forma de irse a los (casi) orígenes del jazz con el rey de las baladas. Desde ahí, es más fácil irse a la raíz del dixie y el blues, pasarse a las big bands, a los tríos, a los cuartetos…

Kansas City (BSO): Interesante banda sonora de la película de Robert Altman donde el director intentó recrear el ambiente de los años 30 con las que en 1995 eran las jóvenes promesas del jazz. Os ayudará a conocer sonidos antiguos con gente nueva, y a partir de ahí, a ampliar discoteca.

Joshua Redman: Uno de los protagonistas de Kansas City. Aconsejo Freedom in the Groove, jazz 100% con algo de funk para darle un toque más moderno al disco.

James Carter: también aparece en Kansas City pero, desde entonces, ha crecido como un gigante. También lo ha hecho Redman pero, en mi opinión, Carter es el saxo tenor. JC on the set no os dejará fríos. Desde el primer tema, toda una declaración de principios, hasta el último.

¿Y en España?

Lo mejor es acercarse a cualquier cava de jazz y probar. Llibert Fortuny es una apuesta segura si viene con repertorio clásico (si viene con el formato eléctrico, neófitos abstenerse). Albert Bover es, sin lugar a dudas, un pianista que podría estar perfectamente a la altura de Brad Mehldau (si no lo está, debe ser porque aquí no gastamos tanto de eso, que si no…), Horacio Fumero (contrabajo), Gorka Benítez (saxo tenor), los hermanos De Diego (saxo — Víctor — y trompeta — Juan -), Ximo Tebar (¡bárbaro guitarrista!), David Mengual, Carme Canela… en fin, me dejo un montón.

Como siempre, no están todos los que son. Os toca a vosotros alargar la lista. Los comentarios son vuestros.

PS / NdE: Aunque cueste distinguir, ese que se ha marcado los brillantes apuntes de jazz no era yo, sino Isma, músico residente de otro blog más, ejerciendo como de costumbre de blogger invitado. Eso sí, por aquello de aportar algo, ahí va la última pista del Kind of Blue: Flamenco Sketches (alt. take) (MP3, 64kbps, 4 megas y medio).

PS 20080615 Un recurso interesante: The New Yorker publica 100 Essential Jazz Albums.