–César, ¿alguna idea para darle un poco de vidilla al blog?
–¿Pero no habíamos quedado que hacíamos unas entradas recuperando lecturas?
–Ya. Pero al ritmo al que noleees libros últimamente, la próxima entrada podría salir en julio del 27…
–Con suerte. ¿Y si probamos con algo más corto pero que dé juego?
–Como por ejemplo…
–Como por ejemplo, la revista Byte, que lo molaba todo y acabo de recordar que hay un archivo con los PDFs desde sus inicios (¡en 1975!) aquí.
–Pero 1975 está muy lejos.
–¿Y si nos ponemos ochenteros? Si estamos a julio de 2024, podríamos viajar en el tiempo a julio de 1984 y ver qué pasa, ¿no?
Arrancamos fuerte. El Apple IIe «nuevo»… No os obligo a leer el texto, pero destaco algunas cosillas… Menos de 1300 dólares (actualizando la inflación, unos 3900 hoy: un regalo). Menos de ocho libras de peso (unos tres kilos y medio). Sin contar la pantalla, claro. Y no, no va a funcionar si no lo enchufas a la corriente. ¡16 colores! Disquetera incorporada. ¡Hasta 143 kilobytes por disco! Y se le podía ampliar la RAM hasta los 512 kilobytes (no me atrevo a buscar precios), desde los 64 que llevaba de serie.
Seguimos con…
…las guerras de los clones (hubo guerras de los clones antes de la serie de Star Wars, de verdad). Texas Instruments, desde la «pradera del silicio» de Texas (¿de dónde iban a ser si no?) intentaba competir con IBM (para una versión ficcionalizada de la historia, no os perdáis la serie Halt and Catch Fire). ¡12 teclas de función por las 10 de IBM! ¡8 colores, y no 4! Y de regalo, una calculadora solar de la casa. Irresistible.
Ya no se hace publicidad así. «The III and only». ¿Durante cuántos años fue dBASE III el estándar oro de las bases de datos? dBASE II, por cierto, nos explica el anuncio, seguía siendo la el mejor gestor de bases de datos para ordenadores de 8 bits. En la página 50 de la revista, de hecho, está la noticia del lanzamiento de dBASE III. Hasta dos mil millones de registros con hasta 128 campos. Y hasta diez bases de datos a la vez. Escrito en C y con el mismo lenguaje de comandos que «papá dBASE II». Requisitos mínimos: 256 kilobytes de RAM, dos disqueteras de 360 kilobytes y PC-DOS 2.0 . Y por apenas 695 dólares.
¿360 kilobytes? Sí. Es que por aquel entonces lo normal eran los discos de cinco pulgadas y cuarto, que daban para lo que daban. Pero ya comenzaban a anunciarse…
¿Y si además de base de datos querías hoja de cálculo? 1-2-3 ya era un clásico pero llegaba…
¿Y para programar?
Vamos a reconocerle algo a Borland: 50 dólares era un gran precio (casi lo suficiente como para justificar ese logo): unas páginas más adelante, Microsoft anunciaba su COBOL por apenas 700. En la revista también había un artículo sobre el compilador. Doble, además, porque había que hablar dela versión para el IBM PC, pero también la de CP/M (que iba primero, porque por aquella época se fiaban más de él que del invento nuevo y propietario de IBM).
Y si no has llorado al leer Turbo PASCAL… es que eres demasiado joven.
Nada mal la página de libros. Ese Robert Sedgewick es Robert Sedgewick, sí. Profesor en Princeton (su director de tesis fue un tal Donald Knuth), ex PARC, y miembro del consejo de Adobe de 1990 a 2016. El libro, que se había publicado en 1983, si no voy mal informado, sigue siendo un clásico. Y, de regalo, la respuesta a ¿Es la inteligencia artificial una cosa reciente?
Pero la portada de la revista se dedicaba al vídeo… y en la sección principal de la revista se le dedicaban cinco artículos al tema. El primero, sobre las enciclopedias electrónicas, con las que, efectivamente, ya soñábamos en 1984. El artículo lo escribía un vicepresidente de Grolier Electronic Publishing, el brazo «multimedia» de una de las grandes editoriales de enciclopedias, fundada en 1909, que en 1986 lanzaría su enciclopedia en CD-ROM, y de la que no te acuerdas porque «murió» allá por el año 2000. (Encarta, por cierto, llegaría en 1993.) También había artículos, si queréis explorar más, sobre usar teles como monitores (40 años, y las cosas no han cambiado tanto), controlar grabadoras de vídeo desde el ordenador, y videodiscos.
¿Algún loco de los teclados en la sala? Sorpresa: lo vuestro viene de lejos:
Lo que no tenían era lo de conectarse a internet ni la web, claro… pero también hacían sus pinitos…
Y si antes hablábamos de Texas Instruments, un poco después teníamos un informe sobre lo último de la otra gran compañía de la «Silicon Prairie», Compaq:
En fin, suficiente por hoy, ¿sí? Quién sabe, a lo mejor el mes que viene seguimos con agosto del 84…